Caóticos [Peligrosa obsesión]

XI.

Sentí que en cualquier momento mi cabeza explotaría, aun acostada di algunas vueltas en la cama para poder poner la almohada sobre mi cabeza tratando de evitar cualquier ruido, pero la voz de un hombre hablando por teléfono me molestaba y me impedía dormir, de mala gana me levante de la cama pero me desoriento el ver que estaba en una habitación que no era la mía; me senté en la orilla de la cama e intenté hacer un retroceso recordando que había pasado la noche anterior pero no lograba recordar nada.

Me volví a recostar en la cama pensando en como llegue a una habitación que no era la mía, pero lo último que recordaba era que Thomas y yo habíamos tenido una discusión por culpa de las notas que había recibido.

La puerta se abrió y por un momento tuve miedo de quien podría aparecer, pero después de unos segundos Thomas apareció con una bandeja y platos.

—Te he traído el desayuno, tú fruta favorita— dijo señalando un plato que tenía trozos de mango —licuado de avena y moras y tres hot cakes con miel de maple

Solo pensar en toda esa comida me revolvía el estómago, no me sentía bien para desayunar.

—Siento mi estómago un poco revuelto, preferiría no comer nada— Thomas quito la bandeja de comida y la colocó en el buró de al lado —¿donde estamos?— pregunte adormilada

—Estabas mal anoche Liv, bebiste de mas y te desmayaste simplemente no podía llevarte así a tu casa, ni a la tuya ni a la mía y por eso vinimos a un hotel

Conocía mi cuerpo y dos bebidas de las que tome ayer no eran suficiente para que me pusiera como Thomas decía

—Estoy segura que venden adulterado— Thomas soltó una carcajada pero no entendía porque

—No debes inventar pretextos Liv, anoche bebiste de mas y es obvio que hoy amanecerías con un guayabo tan horrible

—No es un pretexto Thomas— exclamé—yo conozco mi cuerpo y se que con dos bebidas como las de ayer no me pongo así de mal— Thomas me ignoro pero no le tome importancia —mejor dame mi celular que debo darle una explica a mi mamá

Thomas abrió un cajón del buró y me dio mi celular, lo prendí y tenía llamadas perdidas tanto de mi mamá como de mi padre y un mensaje de un número desconocido que supuse era el hombre que me mandaba nota.

Al abrir el mensaje me sorprendí al ver fotos de Thomas en el bar de ayer vertiendo un líquido proveniente de un frasco obscuro en nuestras bebidas.

Número desconocido
¿Confías en él?

Mil preguntas inundaron mi mente, ¿qué hacía Thomas vertiendo un líquido extraño a mi bebida?, ¿ese líquido era el que había hecho que yo perdiera la cordura y no recordara nada?

—Liv cariño, ¿todo bien? Palideciste en cuanto viste tu celular— ignore a Thomas, no podía mirarlo a los ojos y seguí viendo mi celular, quería analizar cada mínimo detalle de la foto

—Me drogaste— me arme de valor para enfrentarlo —¡Me drogaste!— repetí alzando el tono de mi voz y dándole un pequeño golpe en el pecho con ambas manos

—¿De que hablas Olivia?— Thomas parecía confundido así que saque mi celular y le mostré las fotos que el hombre misterioso me había mandado, Thomas las observo detenidamente y después de unos segundos por fin se animó a hablar

—Yo no hice eso, Olivia no tengo ni una sola razón para drogarte

—¿Y qué son esas fotos?— pregunte aún exaltada

—Escúchame Liv— dijo tomando mi rostro con sus manos —te amo y tú sabes más que nadie cuanto me cuesta decir eso, pero de igual manera te amo y no sería capaz de hacerte daño de esa manera

—Hay fotos que muestran lo contrario— exclamé y un par de lágrimas rodaron por mis mejillas

—Vamos al bar Liv y que el barman nos diga quien diablos puso ese líquido en nuestras bebidas— no pude contener las lágrimas y recargue mi cabeza en el pecho de Thomas —yo no sería capaz de hacerte daño pequeña

Me separé de Thomas, limpie mis lágrimas y les escribí un mensaje a mis padres que seguramente estaban muy preocupados por mi.

Para mamá:
Estoy bien ma, anoche fui a una fiesta y tome de más así que decidí irme a casa de Leah

Enseguida le mande mensaje a Leah para que me ayudara a continuar mi mentira.

Para Leah:
Le dije a mamá que fuimos a una fiesta y tome de más así que tuve que irme a tu casa, apóyame con la mentira 😉

A los pocos minutos Leah respondió mi mensaje.

Leah
De seguro estás con Thomas 🙄 ese niño no me gusta para ti, pero esta bien, yo le dire a tu mamá que pasaste la noche en mi casa

Salíamos de hotel y nos subimos al carro de la mamá de Thomas que olía a alcohol, estoy segura de que este olor solo se quitará en el auto-lavado; Thomas manejo hasta el bar y al bajar sentí una sensación extraña en la boca de mi estomago, tenía miedo de que la verdad fuera que Thomas me había drogado.

—¿Entramos?— él me preguntó ofreciéndome su mano y yo asentí con la cabeza —no se si lo recuerdes pero anoche te pedí que fueras mi novia— sonreí, pues el momento en el que Thomas me pidió que fuéramos novios si lo recordaba —te prometo que mientras tu y yo estemos juntos yo nunca te voy a mentir y jamás permitiré que alguien lo haga —no dije nada y solamente sonreí.

Muchas veces le tenemos miedo a la verdad y a todas las consecuencias que esto trae, ¿pero se imaginan vivir una vida llena de mentiras?, creo que eso es lo peor que nos puede pasar.

Inhale y exhale dispuesta a hacer que el barman contara la verdad, pero antes de entrar al bar mi celular vibro y lo saque rápidamente para revisar el mensaje.

Número desconocido
Todos mienten, él te miente.
Nunca sabrás la verdad si sigues al lado de él.

—¿Es él verdad Olivia? ¿Él hombre que te mando las fotos es el mismo que te manda mensajes? —no supe que decir y solo asentí con la cabeza —bien, aclaremos esto y larguémonos de aquí— dijo de mala gana y ambos entramos al bar

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Guayabo: resaca provocada por ingerir grandes cantidades de alcohol
Barman: hombre que atiende la barra de un bar

Holaaa 💖
¿Creen que Thomas sea inocente o culpable?
Les dejo una foto de él en galería

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