Together ⇝ Sirius Black ✔

01; friend

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Aquel día era primero de septiembre, lo que significaba que los estudiantes regresaban a Hogwarts. Sin duda era de los días más esperados por cualquier estudiante y por más que no les gustara la escuela, regresar a Hogwarts siempre causaba una gran euforia en la mayoría de las personas.

A Arlette le costó bastante lograr levantarse de la cama tan temprano ese día. Todo el verano se estuvo desvelando leyendo y se despertaba a altas horas de la mañana, por lo que ahora que debía despertar más temprano, apenas fue capaz de abrir un poco los ojos. Aún así, dio su mayor esfuerzo pues debía asegurarse de no haber olvidado absolutamente nada, había hecho sus baúles toda la semana anterior pero siempre olvidaba algo.

Cuando terminó de cambiarse y de peinar su cabello, miró con atención toda su habitación tratando de averiguar si olvidaba algo importante, aparentemente todo estaba en orden pero repasaba en su mente las cosas más importantes que debía llevar.

Se miró en el espejo una vez más y acomodó su blusa para después salir de la habitación con su baúl. Estaba nerviosa y no iba a negarlo. Regresar al colegio siempre le emocionaba pero esa ola de nerviosismo la invadían de pies a cabeza.

En la entrada estaba su padre ya listo para salir, su madre había sido llamada de emergencia en el trabajo y no podría acompañar a su pequeña a la estación. Sin embargo, antes de irse más temprano, le dio un beso en la frente y un fuerte abrazo a su hija. Recordándole que le escribiera siempre que tuviera un poco de tiempo libre.

Stephen ayudó a su hija a colocarse el abrigo, ya que hacía un poco de frío afuera y juntos se encaminaron hacia la estación de Kings Cross.

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La castaña se despidió de su padre con la mano mientras se adentraba al tren. Le dirigió una corta sonrisa y finalmente giró su cabeza para adentrarse por el pequeño corredor del tren. Observó a algunos chicos que iban por primera vez al colegio y eso le causó muchísima nostalgia. Aún recordaba su primer día en ese tren como si hubiera sido ayer.

Se dedicó a buscar un lugar y cuando encontró el compartimento vacío tomó asiento junto a la ventana. Rápidamente abrió el libro que había estado cargando desde que salió de casa y no despegó su vista de él hasta que alguien abrió la puerta un poco.

Era una chica pelirroja, Arlette la miró con curiosidad y esperó a que ella hablara primero. Aquella chica parecía un poco nerviosa pero una linda sonrisa adornaba su rostro.

—¿Te molesta? El tren está lleno —dijo con una voz queda pero dulce.

La castaña le dirigió una pequeña sonrisa mientras asentía.

—Adelante.

Para Arlette era raro que le hablaran, prefería no tener que entablar una conversación pero sólo era una chica en busca de un asiento y no tenía por qué sentirse incómoda.

—Mi nombre es Lily —dijo la pelirroja al notar que la castaña no diría palabra alguna.

—Un placer, Lily. Soy Arlette.

Lily sonrió mostrando los dientes, realmente deseaba hacer una nueva amiga. No es como que no tuviera, sin embargo, le encantaba conocer gente nueva y Arlerlette parecía muy buena persona.

—No recuerdo haberte visto antes —dijo Lily con cierto tono de intriga— soy de Gryffindor, por cierto.

—Soy de Ravenclaw —dijo con un poco menos de timidez— supongo que es porque no me gusta mucho llamar la atención. La mayoría de las veces me escondo en los rincones pero estoy tratando de ser un poco más sociable.

Arlette realmente intentaba cambiar. Sabía que su timidez no le traería nada bueno a la larga y poco a poco trataba de ser un poco más abierta. Su padre había sido de mucho ayuda ese verano pues trató de ayudarla a superar el miedo de hablar con desconocidos.

Lily entabló una agradable conversación con la castaña, Arlette estaba tan interesada en la conversación que había olvidado por completo su libro que permaneció cerrado sobre sus piernas.

Le había agradado mucho aquella pelirroja y se enteró de que Lily era un año mayor, su mejor amigo era un slytherin y había un chico de su mismo año, James, que no dejaba de fastidiarla, según las palabras de la pelirroja.

Arlette estaba realmente contenta por haber hecho una nueva amiga sin tener que dar ella el primer paso. Aunque nunca hubiera imaginado que sería una leona. Sin embargo, Lily hablaba bastante y a ella le costaba un poco llevar el hilo de la conversación, pues cambiaba de tema cada dos minutos.

Era bastante divertido y sin duda, se la pasó bastante bien con esa chica.