27; goodbye

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Arlette terminó de empacar sus cosas y miró su habitación con tristeza, era momento de dejar todo aquello atrás y comenzar con su propia vida. Había querido dejar de pensar en Sirius pero no lo había logrado y tampoco había logrado sacarse el anillo de su dedo anular, con el que jugaba de vez en cuando. Eso la destruía pero su decisión ya estaba tomada. Las cosas que había dejado en casa de Sirius no eran exactamente muchas, pero prefirió no regresar pues todo sería más doloroso. Para ella y para él.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó la puerta abrirse y de inmediato sonrió al ver a su amiga pelirroja.

—Tu madre me dijo que estabas aquí.

—Me voy en dos horas.

—Tenía que venir a despedirme —se dieron un largo abrazo— te deseo mucho éxito, Arlette.

—Gracias Lily —se separaron y la castaña bajó la mirada un tanto incómoda— ¿Sabes algo de Sirius?

—No lo he visto, pero James a veces va con él. Me ha dicho que está bastante triste y decaído pero feliz porque sabe harás grandes logros.

No sabía cómo sentirse al respecto, el pecho le dolía. Quería arrepentirse de hacer aquel viaje y regresar a lado de Sirius para decirle que lo amaba.

—¿Podrías regresarle esto? —le extendió el anillo que Sirius le había dado.

Lily negó suavemente.

—Es tuyo. Escuché que ese anillo ha estado en la familia Black desde hace generaciones. La señora Black se lo dio a Regulus, pero Regulus se lo dio a Sirius.

—¿Cómo sabes todo eso?

Se encogió de hombros y frunció ligeramente el ceño divertida.

—Sirius y James se cuentan absolutamente todo y a veces James me cuenta algunas cosas cuando no puede con la culpa.

Ambas rieron.

—Dile a Sirius que lo amo.

—Lo haré.

Se unieron en un largo abrazo nuevamente. Se extrañarían mucho.

—Te mandaré cartas siempre que pueda y no olvides mantenerme al tanto de todo lo que ocurra.

—Tranquila. Te diré cómo está Sirius siempre que pueda.

Arlette rió.

—Eso me gustaría —asintió mientras evitaba soltarse en llanto.

Ambas fueron interrumpidas cuando alguien más entró a la habitación. Regulus Black estaba allí de pie, se veía bastante mal.

—Los dejaré un momento —indicó Lily y se marchó de la habitación sin esperar respuesta.

Regulus dio algunos pasos al frente.

—Escuché que te marchabas. 

Asintió. No pudo gesticular palabra alguna y corrió a abrazarlo mientras las lágrimas escurrían en silencio por sus mejillas. No lo había visto desde aquella vez en la estación.

Él la apretó contra su cuerpo y cerró los ojos mientras aspiraba por ultima vez su aroma. Sus ojos y nariz estaban rojos, los ojos cristalinos indicaban que evitaba llorar pese a que lo había estado haciendo un largo tiempo.

Se separaron luego de unos segundos y tomaron asiento en el borde de la cama. Permanecieron en silencio por un momento, mirando únicamente el suelo.

—¿Sabes? Esperaba ser yo quien te diera esa sortija.

Arlette se sintió un poco avergonzada y ocultó su mano.

—No lo ocultes, lleva la sortija de los Black con orgullo. Aunque ahora no estén juntos, tú ya eres parte de la familia.

Ella sonrió apenas.

—Me alegra mucho verte.

—Vine a decir adiós —su voz se quebró al decir aquellas palabras.

Fue una extraña sensación escuchar esas palabras. No era una despedida habitual, era como un adiós para siempre.

—Reg...—

Él negó y ella no dijo nada más. Iba a extrañarla, más que a nadie en el mundo, Arlette era su persona, más que su alma gemela, más que un amor. Besó su mejilla con suavidad.

—Te deseo lo mejor del mundo, Arlette Hale.

—Puedes huir conmigo, no tienes que hacerlo.

—No tengo elección. Quiero hacer algo bien aunque sea una vez en mi vida.

Las lágrimas resbalaban por su rostro mientras miraba a Regulus, tratando de recordar cada una de sus facciones.

—Tiene que haber una forma de evitarlo.

—Te amo, Arlette. Nunca lo olvides, por favor.

Se puso de pie y antes de abandonar aquella habitación besó la frente de la chica.

Después de aquel día, Arlette nunca volvió a saber nada de Regulus Black. Pero esperaba que estuviera en un mejor lugar. Había cometido errores pero el amor que aún albergaba en su corazón lo hicieron reivindicarse.

A pesar de todo, fue su primer amor y por más que amaba a Sirius, Regulus permanecería para siempre en su corazón.

Together ⇝ Sirius Black ✔Where stories live. Discover now