┊ೃ T O G E T H E R
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Dos hermanos enamorados de la
misma chica, ¿qué podría salir mal?
Probablemente todo.
- harry potter fanfic
- sirius black x fem!oc x regulus black
- marauders era
- cover by @chen_xuan editorial: @magick...
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Era sábado y Arlette y Regulus habían decidido pasar el día juntos. Se decidieron por ir al bosque prohibido y recostarse en el pasto para hablar un poco y mirar las nubes por algunas horas.
Ambos miraban el cielo disfrutando el agradable clima en completo silencio. No necesitaban de nada más. Era justo como antes.
Estar el uno con el otro los hacía sentir felices y completos. Aunque Regulus desde hacía semanas que estaba inquieto y bastante triste. Tener el perdón de Arlette era lo único que no le hacía perder la cabeza.
En unos meses concluirían el colegio y por más que el moreno deseaba permanecer a lado de Arlette, ya estaba metido en otros asuntos de los que no tenía escapatoria.
Era cierto que el amor cambia a las personas,pero Regulus había tomado su decisión y sólo deseaba pasar los últimos días junto a la chica que más amaba, aunque ella amara a alguien más.
El chico dejó de mirar el cielo para mirar a su acompañante y casi sin pensarlo acarició suavemente su mejilla con las yemas de los dedos. Arlette lo miró con una ligera sonrisa.
—¿Esta todo bien? —preguntó preocupada.
Regulus no había notado las lágrimas que salían de sus ojos y se sintió muy tonto. Rápidamente se incorporó y le dio la espalda a la chica para limpiar su rostro.
Se sintió muy avergonzado y trató de espabilar mientras regulaba su respiración y ahogaba pequeños sollozos.
—Lo siento —se disculpó él aún apenado y sin mirarla.
—Reg, ¿qué ocurre?
Arlette se incorporó y se acercó preocupada.
Ninguno dijo nada más, no había necesidad de decir palabra alguna pues de alguna manera transmitían todas sus emociones con sólo mirarse.
Lo abrazó por la espalda y recargo su mejilla en el hombro de Regulus. Aunque no lo dijo, él se lo agradeció. La necesitaba más de lo que imaginaba y de solo pensar que en poco tiempo se separarían probablemente para siempre le hacía sentir terrible e increíblemente solo.
La quería, pero era egoísta mantenerla a su lado. Sólo le causaría daño y eso no se lo perdonaría nunca.
Después de algunos minutos, se recostaron de nuevo en el pasto pero esta vez un poco más juntos.
—Reg, sabes que siempre seremos amigos. Pase lo que pase.
El nombrado se quedó en silencio un momento, con un nudo en la garganta evitando con todas sus fuerzas volver a llorar.
—Lo sé.
Entrelazó sus dedos con los de ella y se tomaron de la mano fuertemente.
Sabían que aquel era el adiós, pero también sabían que una frase podía cambiarlo todo.
Aunque ninguno se animó a decir nada más. Cada uno seguiría caminos diferentes, sin mirar atrás. Arrepintiéndose de no haber dicho nada para permanecer juntos.
