18; weird

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Arlette se seguía sintiendo muy confundida respecto a sus sentimientos. Había besado a Sirius en varias ocasiones pero no estaba muy segura de si lo había hecho por despecho.

¿Le gustaba? ¿Lo quería? Su cabeza estaba hecho un completo lío. El amor apestaba, ¿por qué no pudo simplemente enamorarse de cualquier otro chico má común? Porque los Black, eran de todo menos común.

Aquella mañana, caminó sin muchos ánimos por los pasillos rumbo a su primera clase. Debía dejar de pensar en chicos y concentrarse en sus estudios, después de todo, para eso iba al colegio.

Iba tan encerrada en sus pensamientos que sin querer, su cabeza se estampó contra algo bastante blando. Al mirar, se encontró con Regulus.

El chico la miraba fijamente, pero sin una expresión en particular. Se quedaron mirando unos segundos hasta que Arlette decidió hablar.

—Lo siento, no me he fijado por dónde iba.

Sin esperar respuesta, la chica estaba por continuar con su camino pero Regulus la tomó del brazo y la acorraló contra la pared. Arlette pasó saliva ruidosamente y miró con sorpresa a su contrario. Le intimidaba la forma en que la miraba.

Regulus lucía diferente. Más rebelde.

El chico colocó su mano en la mejilla de su contraria con mucha suavidad y con su pulgar recorrió su labio inferior. Arlette se quedó estática, no sabía lo que ocurría pero con cada segundo que pasaba su corazón se aceleraba y estaba segura de que en algún momento iba a estallar.

El rostro del Black menor se acercaba lentamente, besó la mejilla de la chica y rápidamente se alejo, continuando con su camino.

Hale esperó a recuperar el aliento y tratar de entender lo que había ocurrido. Aclaró la garganta y aliso su túnica para después continuar con su camino.

Definitivamente los Black era muy extraños y debía alejarse lo más que pudiera de ellos. Pero por como estaban las cosas, parecía imposible.

Al llegar al aula de DCAO, tomó asiento y escuchó como algunas chicas murmuraban mientras la miraban. Desde que tuvo aquella cita con Sirius, las chicas de todas las casas parecían odiarla infinitamente.

No todas, por supuesto, pero sí las que gustaban de Sirius. Es bastante molesto, ya que le dirigen unas miradas bastante desagradables. Aún no se acostumbraba a eso y aunque trataba de ignorarlas por completo, era difícil. Suspiro aliviada cuando la clase dio inicio.

Al menos, esa clase la compartía con Hufflepuff. La gran mayoría de esa casa eran muy agradables.

La clase fue muy tranquila y Arlette la disfrutó bastante. Al finalizar, guardó todas sus cosas con calma y salió del aula donde Sirius Black la esperaba.

Suspiró agotada y fingió no verlo para seguir tranquilamente por su camino. Sirius fue tras de ella y la tomo suavemente de la mano para que se detuviera.

—Arlette, ¿qué pasa? —preguntó con un tono apenas perceptible de tristeza— Creí que habíamos superado la etapa donde finges que no existo.

La chica dio media vuelta y lo miro en silencio por un momento. Había una inexplicable furia recorriendo su cuerpo en ese momento.

—Lo mismo debería preguntarte —dejó salir un suspiro de fastidio— lo siento, Sirius. Es sólo que ahora mismo estoy muy confundida con todo lo que está pasando. Aún quiero a Regulus, y verlo esta mañana... es complicado de explicar.

—¿Lo viste esta mañana?

Se quedaron en silencio.

—Choqué por accidente con él.

Sirius tomó con ambas manos el rostro de su contraria y se miraron directamente a los ojos.

—Debo decirte algo importante... pero prefiero que no sea aquí ni ahora. ¿Te parece bien si nos vemos el sábado para hablar en privado?

Lo pensó por un momento. Le ponían nerviosa esas palabras. Finalmente asintió.

—Está bien.

Fue un poco extraño cuando Sirius dejó un pequeño beso en su nariz. Fue una agradable sensación, aunque francamente no se lo esperaba y el enojo que había sentido se comenzaba a esfumar.

—Andando, te acompañaré hasta tu siguiente clase.

Arlette sonrió mientras fruncía el ceño.

—¿No deberías de ir tu también a clase?

Levantó los hombros.

—Tenía ganas de acompañarte.

Asintió y comenzaron a caminar.

Fue entonces que Arlette se dio cuenta de algo muy importante.

Le comenzaba a gustar Sirius Black. Por más idiota que fuera a veces. Y ya no iba a negarlo más.

Together ⇝ Sirius Black ✔Where stories live. Discover now