El mismo drama (02) 🔞

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La noche había sido una de las más largas. Moa no había podido pegar un ojo y esta vez no era solo por el infante. Tenía tantas cosas en la cabeza, que le fué imposible dejar de pensar.

Se sentía inútil con todo lo que se refería a su hijastro (nada de lo que hacía era suficiente), la presión de sus superiores en el trabajo, la mala relación que aún tenía con su propia madre, la falta de tiempo que tenía para ella misma, entre otras cosas que prefería no pensar para no amargarse más la existencia. Quizá, lo que más le preocupaba era la presencia de Hyo en su casa. No era idiota y sabía que esa chica tenía dos caras, una que sólo le mostraba a ella dejándole saber que era un peligro para la clase de familia que tenía planificada. 

Amaba a su esposo, de eso no tenía dudas. Pero a sólo unos meses de casarse, comenzaba a plantearse si estaba lista para ese paso... o al menos, si las cosas estaban adecuadas para hacerlo.

Cuando el sol salió, se encontró con los faroles de Taehyung que la observaban con miedo, cómo si fuese capaz de leer su mente y por un momento, se obligó a esconder todos sus miedos e inseguridades. No quería que él confirmara que comenzaba a dudar de esa relación. —buenos días...— susurró con voz dulce, estirando su cuerpo para tocarlo y encontrar en su calidez, la energía que necesitaba para encarar el día.

—dormiste bien?— fregó sus ojos aún adormilados y se estiró en la cama para pegarse a ella. Moa envolvió sus brazos y piernas alrededor de él y asintió hundiendo el rostro en el pecho de su esposo. —esta noche, vendrán mis padres a cenar.

—trataré de volver temprano— aseguró y buscó tocarlo por debajo de la ropa.
Él se dejó llevar por sus caricias, esas que lo iban despertando poco a poco y le recordaba lo necesitado de intimidad que estaba. Y es que, con todas las responsabilidades diarias de ambos, a penas tenían tiempo y energía para consumar su amor.

La tomó de las caderas y la subió sobre él para poder tocarla a sus anchas. Amaba cuando ella tenía el control y se mecía con esa manera tan sensual que lo llevaba a enloquecer. —no creo que sea buena idea— comentó ella en susurros, cuando descubrió lo entusiasmado que estaba. Aún así, se le hacía imposible dejar de frotarse contra su virilidad mientras él la cubría de besos en la piel de su cuello.
Lo deseaba tanto cómo él.

—házme feliz— gruñó sonriendo y tomó su culo con ambas manos para que lo sintiera más y quizás así, calmar la presión de su miembro.
Sus manos se adueñaron de la situación y sus dedos ansiosos se hundieron bajo la ropa de dormir hasta que encontraron su parte más humedad. Eso lo enloqueció aún más y no dudó en perderse entre sus pliegues cálidos y exigentes de atención. La desesperación se adueñó de Taehyung al oírla gemir con su tacto. Pero ella era conciente que el menor ruido despertaría al niño que aún compartía habitación con ellos y decidió morderse los labios para no gemir con fuerza, mientras él luchaba por levantarle el vestido que usaba para dormir.
Suspiró agitada y se apartó. Se paró en medio de sus muslos y él no dudó en bajar sus bragas hasta pasarla por los tobillos.

La veía de pie, mirándolo con los cabellos revueltos y aún así, le parecía la mujer más hermosa y excitante con la cual había estado.
Separó sus muslos y se sentó frente a ella para mordisquear sus piernas mientras la corría con las manos bien abiertas de arriba a bajo.
Sintió el olor de su excitación y se atrevió a jugar debajo de su vestido, embelesado por la perfección de su piel y su coño finamente depilado. Suspiró y hundió la quijada para devorarla cómo tanto deseaba.
Moa tambaleó al sentir la lengua de Taehyung jugar entre sus pliegues y tuvo que sostenerlo de la cabeza para que no la suelte y para no caer ya que inconscientemente sus caderas comenzaron a moverse sobre los labios carnosos que tanto placer le estaban dando.
El calor la había puesto muy sensible, cada roce lo sentía cómo electricidad que la recorría y explotaba en alguna parte de su vientre que desconocía. —ta-tae!— jadeó adolorida y ese fué el llamado que él necesitaba. Tocó detrás de sus rodillas y ella automáticamente, a causa de la debilidad, cayó a horcajadas entre sus piernas.

Taehyung se dedicó a comerle la boca con desesperación, mientras ella luchaba por liberar su miembro y llevarlo a su centro empapado el cuál estaba preparado para recibirlo.
Ambos jadearon sobre la boca del otro cuando lograron encajar y se olvidaron del mundo y que debían ser cuidadosos con sus movimientos.
Moa mecía su centro con hambre, engullendo la dureza de Taehyung que le sabía delicioso. Él, igual de hambriento, chupaba y lamía cada parte de la piel que podía mientras que con furia presionaba sus senos aún cubiertos por la fina tela.

Entonces, moa se paralizó en su lugar y quiso gritar cegada por la impotencia. Mordió sus labios para no hacerlo, pero el agitado Taehyung movió su pelvis confundido y en ese momento escuchó un golpe.
Se dejó caer en la cama, siendo conciente de la mirada llena de reproche que su mujer le daba. Empezar así su día, era lo último que necesitaba...

Moa se levantó furiosa y haciendo caso omiso al golpeteo de la puerta, sacó un jeans junto a una camisa blanca del armario y abrió la puerta de la habitación para encontrarse con una tímida Hyo que la miraba con miedo.

—qué necesitas?— escupió con bronca, provocando que la chica retrocediera un paso.

—perdón...— musitó mirando el piso y arrugó la nariz al percibir el olor a sexo que la mujer emanaba.

—perdón?— chasqueó la lengua y cruzó la puerta conteniendo una serie de insultos que quería soltar. —por qué? Sólo estaba teniendo sexo con mi esposo— comentó con ironía y tuvo que presionar sus prendas en un puño al notar una media sonrisa burlona de la rubia. —la próxima vez, si nadie te contesta en la primera llamada, no insistas.

La sonrisa de la chica cayó, convirtiéndola en una expresión triste. Moa ya conocía y leía a la perfección sus movimientos, por lo que supo que "seguramente" Taehyung ya era participé de su charla. Entonces, decidió irse para encerrarse en el baño. Estaba cansada del drama que la chica ocasionaba cuando tenía oportunidad. Ya no quería ser participe, por qué su mal genio y enorme bocota la haría quedar cómo la mala (una vez más)

Se dió una ducha larga, mientras que Taehyung se dedicaba a preparar el desayuno. Esa mañana hizo un excepción y dejó Hyo bañara al niño por si sola. Más allá de la vergüenza, no podía bajar su dureza y no quería darle más motivos a su mujer para que se las agarre con la pobre chica que sólo hacía su rutina de trabajo.

Para cuándo moa terminó de vestirse, buscó su bolso y se marchó con un nudo en la garganta al saber que su esposo e hijastro estarían desayunando junto a esa chica que poco a poco comenzaba a alejarla y la hacía sentir fuera de la vida de su familia.

Recordó, las palabras que le había dicho a su esposo el día anterior y gruñó con enojo al darse cuenta que, gracias a su insatisfacción, estaría todo el día de mal humor.
En cambio a Taehyung, la sonrisa no se le borraría en todo el día. Se alimentaría de los recuerdos a pesar de tener que soportar estar duro por horas. Serán sus besos, sus caricias y la manera en la que Moa se derrite en sus manos, que lo mantendrían activo y lleno de energía por el resto del día.

será nuestro secretoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin