❝ My Strawberry Princess ❞ || MiChaeng

→ ¡Quiero un perrito!

Era sábado por la mañana, y una sonriente Chaeyoung se dirigía de vuelta a la habitación que compartía con su pareja.

Mina seguía aún dormida, pues claro, le encantaba dormir y a Chaeyoung le encantaba despertarla con suaves caricias o besitos en todo su rostro. Abrió la puerta procurando no hacer mucho ruido y se acercó a la chica de cabello castaño.

Sonrió al verla dormir tan cómodamente, tanto así que le dió un poco de lástima levantarla aunque tampoco quería desperdiciar un hermoso sábado solo por qué Mina tenía el sueño pesado.

— Mina...— Habló Chaeyoung con una voz muy suave al oído de la mayor. Comenzó a acariciar su cabello y dejar un beso en la nariz de Mina. Observó cómo esta fruncía el ceño provocando una suave risa en la coreana.

— Arriba Minari — La de cabello castaño entreabrió sus ojos, cuando los terminó de abrir, sintió como su novia se sentaba en su vientre viéndola con aquella característica sonrisa que dejaba resaltar aquellos hermosos hoyuelos que tanto le fascinaba.

Mina tomó el rostro de Chaeyoung entre sus manos a la vez en que dejaba un beso en la frente de la menor.

—  Buenos días princesa. — Chaeyoung aún no se acostumbraba a los dulces apodos que le ponía su mayor, y eso que ya llevaban un año siendo novias

La razón era porque Mina se los decía con el mismo cariño de siempre, con aquel brillo en sus ojos al verla. Simplemente el amor entre ellas crecía cada vez más.

Después de un par de mimos hechos a Mina por parte de Chaeyoung. La mayor por fin salió de la cama a darse una ducha mientras que la menor se dedicaba a elegirle un outfit a su Mina.

A los diez minutos, Mina salía del baño envuelta en una toalla. Lo primero que vió fue un conjunto muy...alegre por así decirlo en la cama. Chaeyoung río al ver la cara de Mina. Ella sabía que se negaría por completo a usar las lindas prendas rosas que había elegido su novia

— Chaeyoung, sabes que te amo pero no usaré eso. — Dijo Mina inspeccionado la ropa. No lo iba a negar, el conjunto era muy lindo pero había un problemita. Era todo rosa...

— ¡Pero Mina! ¿Qué tiene de malo? — Reclamó Chaeyoung con un puchero en sus labios. Era su arma secreta para hacer que Mina accediera a todo lo que ella le pidiera.

— Son, no me mires así. — Advirtió Mina apuntándole con su dedo. Cuando menos se dió cuenta ya tenía a su novia frente a ella sujetándose de su cuello, aún mantenía el puchero en sus labios.

— ¡Por favor amor! — Exclamó con dulzura Chaeyoung.

Mina intentaba resistirse pero terminó rindiéndose ante la dulzura de la de cabello castaño. Había decidido pintarse el cabello del mismo color ya que Chaeyoung dijo que era una bonita idea.

— Está bien, me lo pondré pero con una condición. — Advirtió Mina apartando los brazos de Chaeyoung de su cuerpo.

— ¿Cual?

— ¡Cambia el pantalón por lo menos! No saldré a la calle usando un pantalón rosa con miles de fresas a su alrededor.

— ¡Está bien Minari! — Dijo sonriente Chaeyoung dejando un fugaz beso en los labios de la contraria dejándola completamente colorada.

Ambas chicas caminaban tomadas de la mano. Mina como siempre usaba sus lentes de sol negros, no los dejaba por nada del mundo. Chaeyoung por el otro lado sonreía al ver su mano junto a la de su amada.

Sabía muy bien que a su mayor no le gustaban mucho las muestras de afecto en público, lo entendía perfectamente. Aún así Mina siempre tomaba su mano al salir y eso hacia que el corazón de la menor se acelerará como nunca.

Le gustaban los pequeños gestos que tenía Mina con ella.

— No supero que me convenciste de salir así a la calle. — Le dijo Mina con un leve suspiro.

— Pero te vez hermosa. — Le respondió Chaeyoung juguetonamente ganándose un rápido beso en su mejilla.

— ¿Y eso po- ¡Mira Minari perritos! — Soltó la mano de su pareja y corrió hasta la tienda de mascotas.

Mina se preocupó por la manera en que Chaeyoung había corrido cruzando la calle sin mirar hacia los dos lados. Podía haberle pasado algo horrible que la japonesa prefería no imaginar.

Fue hasta donde se encontraba Chaeyoung jugando con unos de los pequeños cachorros a través del cristal.

— ¡Chaeyoung no huyas así! Pudo haberte pasado algo. — Reprendió Mina pero su novia no la escuchaba en lo absoluto.

Al parecer el cachorro era más interesante que ella.

— Sí, lo que sea Mina. ¿Me compras un perrito? — Preguntó sin verla.

— ¿Un perrito? No prefieres algo más pequeño...¿tal vez un pez?, esos no se ahogan.— Dijo Mina rascando su nuca.

Chaeyoung solía pedirle muchas cosas pero no cosas tan grandes. Lo último que le dió fue unas blusas hace dos semanas.

— ¡No Minari, yo quiero un perrito!

— ¿Donde planeas tenerlo? — Cuestionó la japonesa consiguiendo que Chaeyoung rodara sus ojos.

— En nuestro apartamento duh.

— Chaeng, el apartamento es muy pequeño. Apenas entramos tú y yo.

— ¡Minari por favor! — Bramó Chaeyoung con su típico puchero y dando pequeños pataleos. Le iba a armar un berrinche a la mayor.

Mina lo pensó.. ¿Un cachorro en el apartamento? Sería algo que ella y Chaeyoung cuidarían...algo así como un hijo. El pensamiento le hizo ilusión a la nipona haciéndola sonreír.

— ¿Prometes cuidarlo? — Chaeyoung asintió de manera frenética.— Está bien, todo por tí strawberry Princess. — Chaeyoung abrazó a Mina y a la vez le susurraba varios "te amo" cada que se separaba para darle otro beso.

Mina haría cualquier cosa con tal de ver a su princesa feliz.

Nota: Mina tiene 20 años y Chaeyoung tiene 19.

Espero que les guste la historia, desde ya les digo que es muy soft.

No olviden que es una adaptación al Michaeng. Autora original; @RedOrbitIce ♡ Título Original; "My Pink Princess / JeTi"

Así que aclarado eso, disfruten 🤍