→ Sweet End

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Chaeyoung se miraba al espejo, sintiendo como su corazón amenazaba con salirse de su pecho en cualquier momento.

— Mamá hedmosa — Sonrió su pequeña hija que jugaba con un peluchito de pingüino detrás suyo.

— Tu no te quedas atrás tampoco, linda. — Nayeon entró a la habitación verificando que su mejor amiga ya estuviera lista para su gran día.

Nayeon se colocó al lado de ella. Hoy era el gran día para esa chica que vió crecer, hoy ella se entregaría a aquella pingüina, a esa chica que no fue capaz de amar a nadie hasta que la pequeña amante de las fresas irrumpió en su helado corazón.

Quizá tuvo varios roces y diferencias con Mina, pero aún así sabía que era una buena chica, una muy valiente y estaba segura que sabría cuidar de Chaeyoung y su familia.

— Es hora Chaeng. Mina te está esperando. — Pronunció Nayeon levantando a Sooyoung del suelo para así cargarla. Chaeyoung volteó para verla, ya había lágrimas asomándose por sus ojos. Sería mejor que no llorara aún si no quería estropear su maquillaje.

Son asintió y siguió a Nayeon hasta donde se encontraba su padre, esperándola para llevarla con su prometida.

— Se la dejo señor Son. — Dijo Nayeon que se comenzaba a alejar con Sooyoung en brazos, la pequeña agitaba su manita despidiéndose de su mamá.

— ¿Ya estás lista?

— Si papá, ya estoy más que lista. — sonrió y se sujetó del brazo de su progenitor, en su otra mano llevaba el ramo de flores obviamente rosadas.

Se estaban casando en una especie de castillo, precisamente en el gran patio trasero de este. Contaba con un bosque al fondo y todo estaba muy bien decorado. Tenía un toque simple y elegante gracias a Mina y uno que otro detalle rosado por parte de Chaeyoung.

No podía pedir más, era tal como lo había soñado. Solo que cuando pensó en aquello creyó que se casaría con un joven apuesto, pero resulta que terminó casandose con la mujer más hermosa que alguna vez sus ojos contemplaron.

Las puertas frente a ella se abrieron dejando ver las sillas junto con todos sus invitados y al fondo en el altar blanco decorado con flores rosas estaba Mina a su espera.

— Te ves preciosa hija. — Susurró su padre al comenzar a caminar. No habían muchos invitados, solo los amigos más cercanos y familiares de cada una.

Solo estaban esas personas que formaron parte de su historia de amor.

En lo que caminaba, Chaeyoung pudo divisar a Jihyo y Jeongyeon, ambas envueltas en lágrimas pero muy sonrientes.

— Cuídala y ámala mucho Mina.

— Es a lo que me dedico día a día, señor Son. — Y sin más se soltó del brazo de su padre para así quedar frente a frente con su muy pronto esposa.

— Te ves hermosa Myoui Mina.

— Tú igual Myoui Chaeyoung — la nipona solo guiñó su ojo sonriente mientras veía el color rojo apoderarse de las mejillas de su novia.

Aún tenía el toque para hacerla sonrojar...

Ninguna de las dos prestó mucha atención a las palabras que decía el encargado de casarlas. Solo se quedaban viendo una a la otra, perdida cada una en los ojos de la contraria. Podían estar así miles de años y jamás se cansarían de contemplar el hermoso y único brillo en los ojos de ambas al mirarse.

•••

— Son Chaeyoung. ¿Acepta usted a Myoui Mina como su esposa, y promete serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de su vida?

— Acepto — Sonrió viendo a Mina que estaba intentando reprimir todas las lágrimas que amenazaban por salir.

— Myoui Mina. ¿Acepta usted a Son Chaeyoung como su esposa y promete serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

— Acepto.

— Si alguien se opone a la unión de esta pareja, que hable ahora o calle para siempre — en ese momento no se oyó ningún tipo de sonido, logrando así que retomara la palabra — En ese caso, por el poder que la iglesia me concede, las declaro oficialmente esposas. Pueden besarse — Mina se acercó tímidamente a ella, tomando sus manos primeramente para luego dejar caricias con su pulgar sobre la palma de esta misma

— ¿Nos besamos ahora o te da pena?

— Solo besáme Myoui — Habló Chaeyoung sobre los labios de Mina. No tuvo que hacer nada más que unirse en un dulce y tierno beso escuchando los aplausos al fondo.

~•~

Al final solo estaban Mina, Chaeyoung y Sooyoung sentadas sobre el césped mirando las estrellas.

— ¿Alguna vez pensaste que todo esto iba a pasar? — Preguntó Chaeyoung acariciando la mano de su hija que se había quedado dormida.

— Para nada. Pero estoy muy feliz por todo lo bueno que ha pasado en mi vida, y por lo bueno me refiero a tí. Me haces ser una mejor persona cada día Chaeyoung, sacas ese lado de mí que jamás creí tener pero al final supongo que solo lo tenía para ti.

— Es usted toda una cursi Myoui Mina — Rió Chaeyoung dejando un beso en la mejilla de su esposa.

Su esposa...eso se escuchaba tan bien.

— Y soy toda una cursi por ti.

— Te amo mi pequeña pingüina.

— Te amo más...My strawberry Princess

•••

¿Crees en el amor a primera vista? Por que Myoui Mina sí.

Mina jamás creyó que alguien que fuera lo complemente opuesto a ella la complementara de una manera única. De una manera especial.

Quien diría que de un simple tropiezo terminaron formando su propia familia.

Y es que si lo piensan, todo comenzó con un simple y dulce apodo:

"My Strawberry Princess"

Fin🍓

















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Ustedes luego de darse cuenta de que "My Strawberry Princess" llegó a su fin:

••••Ustedes luego de darse cuenta de que "My Strawberry Princess" llegó a su fin:

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Ustedes de nuevo cuando les digo que habrá epílogo:

Ustedes de nuevo cuando les digo que habrá epílogo:

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N/A: jdkdks Sí habrá epílogo aaaa 🍓

❝ My Strawberry Princess ❞ || MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora