❝ My Strawberry Princess ❞ || MiChaeng

→ Pride

Hoy sería el día donde Mina por fin saldría del clóset, bueno oficialmente con sus padres, ya que todos los demás sabían menos ellos dos.

Ya estaba cansada de ocultarse, de no poder ser tal como ella era en realidad. Quería decirle a sus seres queridos que ella no buscaba un príncipe, que ella ya había encontrado una princesa. Su princesa.

Prefería mil veces una princesa que un príncipe.

Al llegar de la universidad, subió directamente a su habitación para dejar sus cosas en irse a paso rápido al jardín donde se encontraba el resto de su familia.

Arregló su cabello y dándose fuerzas a sí misma entró. Sus padres junto a Lía estaban almorzando alegremente y sonrieron aún más al ver a su hija.

— Mina unnie — Llamó Lía haciendo aegyo al ver a su hermana mayor.

— Lia-ssi — Le siguió el juego y entre risas tomó asiento junto a ella.

— ¿Cómo te fue en la universidad?

— Bien papá, ya sabes lo de siempre. Nada interesante — Respondió ella robándole un poco de su bebida a la menor de las Myoui — Pero, en realidad yo...

— Quieres hablar con nosotros. — Completó la señora Myoui limpiando los extremos de sus labios con la servilleta.

El corazón de Mina ya comenzaba a ir igual de rápido que un auto de carreras. Por la mirada de su madre ya sabía que esto se iba tornar más serio de lo que ella creía. No quería que lo hiciera algo tan grande por que no lo era. Solo era Mina confesando quién era en verdad, ella que ya logró decidir que es lo que quiere de ahora en adelante.

— ...Así es. Lía, ¿Podrías retirarte?

— ¿Por qué?

— No insistas que tú ya sabes que es. — Así fue como la menor suspiró y se retiró del lugar dejando a Mina sola junto a sus padres.

La nipona jamás había mostrado interés en ningún muchacho desde que era pequeña. Cada vez que miraba las películas de Disney decía que no era necesario que siempre estuviera un príncipe ahí para salvarlas. Los señores Myoui jamás prestaron atención a aquello, ellos creían que su hija solamente tenía una manera distinta de pensar las cosas.

Jamás fue como Lía que de vez en cuando llegó a tener citas con distintos chicos a lo largo de su adolescencia, ella no, Mina siempre prefería quedarse en casa o salir con sus amigas.

— ¿Que sucede Sharon? Te ves bastante preocupada. — Habló su padre viendo la expresión casi neutra de su hija.

— Quiero decirles esto sin hacerlo algo tan grande. La verdad creo que ya tienen sus sospechas sobre lo que les quiero decir, pero lo mejor es que lo escuchen salir de mi boca oficialmente — Suspiró y tragó saliva dejando confundidos a sus progenitores — Ya deben de saber que jamás he tenido una cita con algún chico, que nunca hablo sobre ellos o muestro interés hacia ellos. Que son muy pocos los chicos que son mis amigos pero nada más que eso. Sé que se preguntan por qué aún a esta edad no tengo novio, por qué nunca he tenido novio...y sinceramente, hoy he decidido decirles la verdad. — Respiró hondo y prosiguió — Me gustan las chicas...

Los señores Myoui quedaron helados pero no estaban sorprendidos para nada.

— Mina ya lo sabíamos. — Dijo su madre sonriente

— ¿Cómo?

— Un día que arreglaba las flores de la entrada te ví llegar con una chica, se miraban bastante felices y supuse que eran amigas pero luego las ví darse un beso y me sorprendí. — Explicó Sachiko hacia su hija — Y ese mismo día yo te escuché hablando por teléfono diciéndole, a la que supuse era la misma chica, que la amabas mucho.

— Al parecer ustedes fueron los que me tomaron por sorpresa. — Dijo Mina. Era lo único que se le ocurrió decir en el momento.

— No pasa nada hija, no importa si te gustan los dragones, unicornios, chicos o chicas. Tú siempre seguirás siendo nuestra hija y te amamos por ser tal como eres. Sabes que te apoyamos en todo y esto no es la excepción. 

Y es que los señores Myoui amaban mucho a Mina como para darle atención a su preferencia sexual o temas así. Era su hija y la querían tal y como era.

Era su pequeña hija y siempre iba a ser así. Siempre.