→ Tú eres mía

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Mina y Chaeyoung se verían hoy con unos viejos amigos, originalmente se iban a ver con las demás chicas pero solo Momo y Tzuyu podían ir.

Ambas, como ya era típico, iban caminado tomadas de la mano mientras ponían rumbo a un pequeño bar.

— ¿Estás emocionada? — Preguntó Mina quitándose sus lentes de sol al entrar al local.

— Por supuesto, ya meses no vemos a Sam — Samuel era como el mejor amigo de Chaeyoung. Estos se conocieron desde pequeños pero debido al horario apretado del chico tuvieron que dejar de verse.

Fue hasta hoy que consiguieron acordar en las fechas.

— ¡MiChaeng por aquí! — Momo agitó sus manos para que así las menores la localizaran. Vaya vergüenza que se llevó Mina al recibir todas las miradas en ella.

Chaeyoung se sorprendió al ver cómo Mina soltaba su mano e iba directo a abrazar a Momo, y más al ver como Hirai se atrevió a darle palmaditas en el trasero a Mina.

"¿Quieres morir, Hirai?" Pensó Chaeyoung caminando de mala gana hacia la mesa, ni siquiera saludó, solo se sentó al lado de Tzuyu, ya que Mina y Momo decidieron sentarse al otro extremo.

— ¿Y esa cara? — Rió Tzuyu. Sin embargo no había que ser adivino para saber que Chaeyoung quería ahorcar a Momo en estos momentos.

— Si ya sabes para que preguntas. — Gruñó la coreana robando la botella de agua de la menor.

— Tranquila Chae, yo solo preguntaba. — Dijo Tzuyu.

"Alguien morirá hoy" Pensó la taiwanesa. Lo de Chaeyoung sintiendo celos por Momo, ya, era algo normal pero...¿Que pasaría si Jinyoung llegara?

— Hey, Tzu. ¿A qué hora llega Jinyoung? — La pobre Chaeyoung apretó la botella de agua causando que esta se deformara.

— ¡Ya llegó por quien llorabas! — Jinyoung cubrió los ojos de Mina haciéndola reír.

La nipona se miraba tan feliz...tanto así que tenía ese brillo en los ojos que se suponía solo salía cuando estaba con Chaeyoung.

Tzuyu dirigió su mirada a la coreana; si sus ojos fueran pistolas, el pobre Jinyoung ya estaría más que muerto y enterrado tres metros bajo tierra

— ¡Jinyoung oppa! — Dijo Mina abrazándolo. Lo que nunca se esperó fue ser levantada y comenzada a dar vueltas entre los brazos de Park.

— Vaya mierda — Murmuró Chaeyoung. No solía insultar mucho, pero en estos casos los celos se le estaban subiendo a la cabeza.

Solo ella tenía el derecho de abrazar de esa manera a Mina. Era su novia.

— ¿Donde está Samuel?

— Que lástima Chaeyoung, no ha podido venir. — Dijo Jinyoung sentándose junto a Mina.

Definitivamente a la coreana no le agradaba la idea de que su novia estuviera en medio de Jinyoung y Momo.

Al ya estar todos completos, la verdadera diversión empezó. Hablaron de cómo les iba en sus trabajos y bueno, también hablaron sobre sus carreras ya que algunas no habían terminado aún.

Chaeyoung no se integró a la plática en ningún momento, estaba más pendiente de todas las acciones que realizaban Momo y Jinyoung.

Desde que el tipo tenía su brazo alrededor de Mina hasta los pequeños susurros que Momo le decía a la nipona.

— ¡Vamos a subir el ánimo! Yo quiero tragos, Mina quiere también. ¿Alguien más?

— Pide uno para mí. — Dijo Momo.

— Vayamos a la barra. — Habló Mina.

A Chaeyoung no le estaba gustando esto, sabía que Mina y alcohol eran dos palabras que no debían estar juntas, pues la nipona llegaba a ponerse un tanto...especial.

— ¡Mina, no! — Regañó Chaeyoung, pero Myoui no le hizo caso, creo que ni siquiera la escuchó.

Esto no sería bueno.

•••

Chaeyoung no tuvo más remedio que quedarse hablando con Tzuyu. Se estaban poniendo al día en cuanto a diferentes asuntos hasta que Tzuyu abrió sus ojos como platos.

— ¿Que sucede? — Preguntó Son.

— N-Nada nada. — Río Tzuyu intento disimular su mentira, lastimosamente era terrible mintiendo.

— Tzuyu eres una terrible mentirosa, quítate de en medio. — Fue ahí cuando Chaeyoung sintio las llamas del infierno arder en su interior.

Jinyoung estaba muy pegado al cuerpo de Mina hablándole en el oído y al parecer a la nipona no le molestaba en absoluto.

Fue hasta allá y no dudó en apartar a Jinyoung de Mina.

— Aléjate de ella Park. — Advirtió Chaeyoung tomando la mano de Mina con fuerza hasta arrastrarla y llevarla a los baños del lugar, colocando al instante seguro a la puerta.

Mina, que no se encontraba ebria, la miró sorprendida.

— Oye eso era importante. — Reclamó ella.

— ¡Yo soy más importante! — Exclamó Son mirándola directamente a los ojos — ¿Tú crees que soy estúpida, Mina? Sé perfectamente las intenciones de Jinyoung contigo y al parecer a tí no te importa.

— No sé de qué estás hablando

— No te hagas la tarada, Myoui. ¿Que son esas maneras de abrazarse? ¡Mas cuando estás usando una maldita falda! — Poco a poco, y sin que era fuera completamente consciente, la coreana iba alzando más su voz

— Chaeyoung no grites — Grave error.

— ¡No me calles Myoui Mina! Mira que ya mucho he aguantado a tus amiguitos

Mina pasó su mano por su cabello incrédula. ¿En verdad Chaeyoung le estaba armando una escena de celos? Ella no había hecho nada malo.

— Estás demente Son. — Murmuró Mina.

Sin embargo lo que no se esperó e hizo que se sobresaltara fue el sentir cómo era pegada a la pared mientras sus muñecas estaban siendo sujetadas fuertemente encima de su cabeza.

— Estoy demente por tí, idiota. Me molesta la idea de verte cerca de alguien más, la manera en la que dejas que te toque de esa forma me vuelve loca. Estoy jodidamente demente por tí por que no quiero verte cerca de alguien más que pueda arrebatarte de mis brazos. Odio la manera en la que chillas su nombre con tanta alegría, me enfurece ver el brillo en tus ojos al estar con él...me enferma de celos. — expresó Chaeyoung causando una sonrisa traviesa en Mina.

Amaba ver a Chaeyoung celosa, muerta de celos, la manera en la que se volvía posesiva con ella...simplemente lo amaba.

— Yo debería ser la dueña de tus malditas sonrisas. Soy la única que tiene el derecho de tocarte de esa manera, Mina — Bastó un segundo para estrellar sus labios con los de su novia, estaba furiosa y quería hacerselo saber.

Tomó el labio inferior de la mayor entre sus dientes y lo mordió causando que este sangrara. Con una de sus manos soltó las muñecas de la nipona y pasó sus manos por la nuca de Mina pegando su frente con la suya.

— Tu me perteneces, tu cuerpo me pertenece, tus sonrisas me pertenecen...eres mía maldita sea

— ¿Segura? — Mina comenzaba a jugar con la paciencia de Chaeyoung haciéndola enojar aún más.

— Te encanta verme así.

— Solo quiero ver qué tanto me proclamas como tuya. — Susurró la nipona derritiéndose ante la sensación de los besos húmedos y mordidas que Chaeyoung depositaba en su cuello.

Estuvo así durante varios segundos hasta que la coreana encontró su pulso y no dudó en dejarle un chupetón considerablemente visible en él

— Tú eres mía. Ojalá y te quede claro.

❝ My Strawberry Princess ❞ || MiChaengOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz