→ Lips with strawberry flavor

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Lía y Yeji tuvieron que retirarse temprano, al ser mañana lunes tenían que las dos irse temprano a la universidad.

Chaeyoung no tendría que ir mañana, se quedaría hasta tarde con Mina en búsqueda por algo qué hacer. Posiblemente verían alguna película o dormirían temprano.

Llegaron al apartamento, Prince dormía tranquilamente en su camita, algo que hizo enternecer a la coreana

— Iré a buscar algo de comer — dijo Chaeyoung perdiéndose por el pasillo. Mina la observó y solo se dirigió a su habitación para ponerse su pijama.

Sinceramente estaba cansada, solo quería tirarse a la cama y dormir sin ser molestada hasta el día siguiente. Terminó de ponerse su pijama de pingüino y se metió debajo de las sábanas con intenciones de dormir plácidamente.

En eso entró Chaeyoung con el tarro de helado de fresa.

— ¿Enserio Chaeng? Sabes que el azúcar en la noche no es bueno.

— Cállate Mina, pareces mi madre. Un poco no
hará daño. — Contestó Chaeyoung sentándose al lado de su novia. Al parecer la japonesa no iba a dormir dentro de un rato.

Se decidió por encender el televisor y ver algo en Netflix, aunque probablemente caería dormida en cuestión de minutos. Puso lo primero que encontró para acomodarse mejor.

— Minari, ¿sabes por qué me gusta tanto el
helado de fresa? — Preguntó de repente Chaeyoung.

— Por que...¿es rosa y dulce? — Sinceramente Mina no sabía la respuesta, podría saber demasiadas cosas con respecto a su novia pero esta particularmente no la sabía

— Además de eso, me gusta por que me recuerda a tí — Le dijo sonriente Chaeyoung.

— ¿Uh? ¿Por qué a mí? — Preguntó Mina acercándose a su novia.

— Ay Minari, déjame refrescar tu memoria.

••••

Ambas chicas se encontraban en su tercera cita. Habían decidido no hacer nada exagerado, les gustaba la simpleza a ambas.

Caminaban tomadas de las manos, Mina llevaba sus mejillas coloradas desde el primer roce de estas. Su corazón iba igual de rápido como un auto de carreras.

A pesar de siempre haber sido una chica muy cotizada en la universidad y escuela, jamás aceptó a nadie.

No fue hasta que Son Chaeyoung llegó a su vida. La manera en cómo los sentimientos de ambas fueron apareciendo es otra historia.

Decidieron ir a una heladería, no una cualquiera, era la favorita de Mina. Solía frecuentar el lugar sola pero creyó que sería buena idea ir con Son.

Al entrar al lugar, eligieron sentarse en los asientos de atrás.

— I-Iré a pedir nuestros helados. ¿De qué lo
quieres? — Preguntó Mina hacia la menor

— De fresa sería perfecto, Mina. — Contestó Chaeyoung viéndola con una sonrisa.

Sin más que decir, la nipona se retiró dejando a
Chaeyoung sola. La menor aún no podía creer que llevaba tres citas con Myoui Mina. La chica más cotizada de todas en la universidad

Aquella que poseía un corazón tan frío como el Ártico.

Aún recordaba el primer día en que la vió. Ella era nueva en la universidad, se encontraba junto a Nayeon cuando la vió pasar. Deslumbraba a cada paso que daba, la gente la miraba pero ella solo miraba al frente. En ese instante Chaeyoung juró que era la persona más hermosa que jamás había visto.

Sus lentes de sol negros y su bolso la hacían ver imponente. Chaeyoung hubiera pensado que cualquiera que usara lentes de sol dentro de la universidad era un completo idiota, pero Mina, en ella lucía extremadamente bien.

— Aquí está tu helado, Chaeyoung. — La menor parpadeó varias veces hasta ver a Mina entregándole su helado.

La coreana le agradeció y procedieron a disfrutar de sus helados. Mina comía uno de vainilla aunque Chaeyoung lo consideraba aburrido, se trataba de Mina, y Mina era sencilla pero a la vez elegante.

Hablaron de cosas triviales durante un rato, su helado iba desapareciendo poco a poco hasta que Chaeyoung pensó en algo.

— Oye Mina. ¿Quieres probar? — la coreana le extendió su helado en espera de que lo aceptara

La contraria extendió su temblorosa mano para tomarlo pero Chaeyoung lo retiró.

— Hagamos esto más divertido, abre la boca. —Por un momento Mina se negó. Chaeyoung llevó la cuchara hasta la boca de la japonesa chocándola varias veces contra sus labios cerrados consiguiendo solo llenarlos de helado. — ¡Mina por favor! — Habló la más baja formando un adorable puchero.

Fue en ese instante en que esa se volvió el arma secreta de la menor. Mina terminó abriendo su boca un poco apenada y recibió el helado de manera gustosa, tanto así que sonrió.

— ¿Está bueno? — Mina asintió de manera feliz.

Aún tenía los rastros del helado en sus labios, bastantes a decir verdad. Luego de unos minutos Chaeyoung pensó en una buena manera quitarle eso de los labios.

— Mina, acércate. Te quitaré el helado de los
labios. — La inocente Mina se acercó dudosa hasta quedar frente a Chaeyoung.

La contraria lo estaba arriesgando todo, arriesgaría todo por la princesa que tenía en frente. Ser dueña y poseedora de ella y nadie más.

Fue ahí cuando juntó sus labios con los de Mina. Tomo posesión de los preciados labios de la fría japonesa

Ninguna de las dos se movía, solo eran dos labios juntos. Chaeyoung fue la primera en hacer un movimiento, que fue seguido torpemente por Mina.

Cortaron el beso pocos segundos después, ambas con sus mejillas rojas mirándose dulcemente

— ¿Estuvo bueno? — Preguntó Chaeyoung sonriente

— No lo sé, ¿A qué te supo mi primer beso? —Chaeyoung se sobresaltó.

¿Le dió su primer beso a Myoui Mina? Se sentía aterrorizada pero victoriosa a la vez así que sonrió

— A amor — Le contestó Chaeyoung. — A un amor dulce y rosa. Nos veo viviendo un amor dulce y rosa. — Dijo Chaeyoung estirando su mano para tomar la de Mina.

— Nuestro amor dulce y rosa. — Susurró una sonriente extranjera.

Fue ahí cuando se dió cuenta de lo que quería.

Vivir una eternidad junto a Son Chaeyoung

❝ My Strawberry Princess ❞ || MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora