→ Inside Out

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La mañana en la cabaña de los Myoui era relajada, incluso podías escuchar el canto de los pájaros en el lugar. Los rayos del sol entraban por la ventana haciéndolo ver aún más relajante.

Un sentimiento de calidez invadió su pecho al saber que envuelta en sus brazos se encontraba su pareja. Dormía de manera tranquila en su pecho, con sus piernas entrelazadas con las suyas.

— Jamás me cansaré de despertar así...contigo. — Susurró la mayor acariciando el suave cabello de su menor, de manera lenta y relajante.

— Eres una bebé Minari~ — No llevaba ni diez minutos despierta y el primer sonrojo del día ya había aparecido.

Sin duda alguna de cierta forma no era tolerable a las palabras dulces de su novia. No sabía el por qué de esto, simplemente causaba mucho en su cuerpo.

Hoy Mina quería hacer algo que jamás había hecho con Chaeyoung a lo largo de su relación. A decir verdad, era una idea que desde pequeña le hubiera gustado hacer con su pareja. Y bueno, ahora que su único y primer amor era Son Chaeyoung, llevaría a cabo esa idea.

— Princesa...¿quieres hacer algo hoy?

— Claro, siempre dispuesta a hacer todo contigo — Dijo Chaeyoung dejando besos en el cuello de su mayor.

Mina sonrió y se levantó para acomodarse mejor en el respaldar de la cama, mientras que aún tenía a Chaeyoung abrazada.

— ¿Qué haremos?

— Yo...quisiera ver las estrellas contigo, no sé si te gustaría. — Rascó su nuca de manera nerviosa recibiendo un apasionado e inesperado beso en sus labios.

Eso era suficiente para decir que la menor aceptaba. Chaeyoung siempre estaba dispuesta a hacer toda idea de loca enamorada que tuviera Mina.

Salieron de la cama y se dirigieron a la cocina, esta vez a Chaeyoung le tocaría cocinar. Usualmente pedirían comida pero se encontraban en una cabaña muy lejos de la ciudad, bueno no tan lejos, pero sí lo suficiente.

De la poca que había en el refrigerador pudieron hacerse un sándwich con jalea de fresa puesto que era lo único decente de comer en la cabaña de los Myoui

— Algunas veces pienso que deberíamos ir a cursos de cocina. — Dijo Chaeyoung observando su sandwich sin mucho apetito. Tenía que admitir que Mina tenía una mejor habilidad para la comida, bueno, solo cuando se lo proponía.

— Sí deberíamos, pero esperaré a que termines la universidad para que así podamos asistir juntar. Aunque sea en tus días libres, ya sabes no quiero despegarme de ti. — Mina río, le encantaba ver cómo Chaeyoung se sonrojaba con sus comentarios.

Verla con aquel rojo carmesí decorando sus lindas mejillas, sin duda alguna era una de las cosas favoritas de Mina.

— ¿Podrías dejar de ser una cosita preciosa? — con su mano libre apretó el cachete de Chaeyoung, esta como reflejo alguno hizo un puchero.

— ¡Minari para! — no, ella quería seguir molestando a su pequeña.

— No, es que eres muy adorable.

— ¡Aww amor! Que linda, dame un beso — Estiró sus labios en espera de su tan ansiado beso.

Mina rió

— Todos los que quieras

Fue así como se dió inicio a una larga sesión de besos que no subieron de tono, se mantuvieron dulces y cariñosos, tal como le gustaban a Chaeyoung.

Los pequeños detalles que Mina tenía con Chaeyoung al momento de darse besos sin duda alguna era era algo que se quedaba entre ellas dos. No solían mostrar este tipo de gestos en lugares públicos ya que ambas no eran muy partidarias del afecto cuando estaban presentes terceras personas.

Myoui solía dejar sus manos en la cintura de su menor, de vez en cuando sus escurridizas manos lograban colarse dentro de la camiseta de Chaeyoung y con las yemas de sus dedos acariciaba de manera lenta su abdomen.

Chaeyoung también tenía sus hábitos al momento de besar a Mina. Con una mano acariciaba la mejilla de la contraria y con la otra, apretaba ligeramente la mano de Mina.

No era mucho pero sí tenía un significado especial entre ellas dos.

•••

La noche había caído, ambas chicas se dirigían con una manta y una pequeña almohada para así recostarse sobre el césped y observar las estrellas.

Las dos se encargaron de extender el mantel a lo largo del suelo y por último colocar la almohada en el medio de esta. Mina fue la primera en recostarse seguida de Chaeyoung que no tardó en poner su cabeza en el pecho de su mayor.

— ¿Que tienes tú con recostarte ahí?

— No lo sé, simplemente me gusta escuchar el frenético latido de tu corazón. — Respondió esta concentrada en el latir de la contraria.

Fue así como ambas comenzaron a ver el cielo estrellado intentando identificar algunas constelaciones y con suerte poder ver alguna estrella fugaz.

— ¿Pedirás un deseo si vemos una estrella fugaz? — Preguntó Mina. Chaeyoung negó. — ¿Eh? ¿Por qué?

— Porque mi sueño ya está cumplido, mi único sueño es quedarme a tu lado durante toda una eternidad. — Chaeyoung sonrió, el latir de Mina había incrementado de manera increíble.

— Toda una eternidad...

❝ My Strawberry Princess ❞ || MiChaengWhere stories live. Discover now