→ Pañal

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Los besos descendían por todo el cuello de Chaeyoung, sus manos apretaban la sábana con fuerza y mordía su labio inferior en un intento de reprimir sus gemidos.

Las astutas manos de Mina se colaron dentro de la franela de pijama de su menor, dejando caricias bastantes pausadas provocando que la piel de Son se erizara.

Decidió actuar rápido, sacando sus manos de ahí y bajándolas, acariciando lentamente las piernas descubiertas de su novia. Sonrió al ver el efecto que causaba en ella, le encantaba aquello.

Logró colar su mano dentro de los shorts de pijama de Chaeyoung, tocando por encima de la tela de estas.

— M-Mina...— Jadeó.

— ¿Que necesitas? — Pregunto la japonesa viéndola fijamente.

— Sabes bien que es lo que necesito.

— No lo sé, no soy adivina princesa. — Arrastró su dedo causando un escalofrío en la espalda de su novia. Le gustaba torturar a Chaeyoung de vez en cuando, pues era ella la única que podía hacerlo y de una buena manera.

Desesperada, la coreana tomó la mano de su mayor y la colocó en su entrada. Mina la miró y sonrió al ver como Chaeyoung estaba en un estado de desespero

— Entra ya...maldita sea. — Bruscamente Myoui se acercó a los labios de la contraria, está como un instinto entre abrió sus labios en espera de un beso.

— ¿Esperas que con esa boca te de un beso, princesa? — Mina mordió el labio de Chaeyoung tirando de este sin romper el contacto visual con su menor.

Son dejó escapar un gruñido, llevó sus manos a el abdomen descubierto de Mina, sintiendo lo marcado que estaba y este lentamente la volvía loca.

— Tienes una especie de obsesión con mi abdomen — se burló la japonesa.

— Claro, es solo mío

Ambas pensaban lo mismo; ya era mucha platica. Myoui posicionó uno de sus dedos en el punto sensible de Chaeyoung haciendo pequeños círculos. La coreana comenzó a soltar gemidos más desesperados.

— M-Mina basta...

— ¿Uhm? ¿Quieres que me detenga?

— ¡No! Me refiero a que... — Chaeyoung se sonrojó

— ¿Te refieres a...

— A que me hagas tuya de una vez. — Dijo en voz baja. Mina la besó de una manera dulce aún manteniendo el aura lujuriosa que las rodeaba.

— Pero si tú ya eres mía. — Dijo. — Solo te haré recordarlo una vez más...

Dichas palabras causaron escalofríos en Chaeyoung, pues se las había dicho en el oído y de paso había jalado de este con sus labios de manera juguetona.

Retiró los shorts rosas de su novia y casi introduce sus dedos de no ser por...los llantos de la pequeña Sooyoung.

— ¡Mierda, Sooyoung! — Gimoteó desesperada.

Mina bajó del cuerpo de su novia y le sonrió. Chaeyoung ya estaba lista y preparada, pero al parecer los anteriores agudos gemidos que se escaparon de sus labios lograron despertar a su hija

— Yo iré. — Pronunció. — Eso sí, tienes prohibido tocarte, solo yo puedo hacerlo.

•••

Primero procedió a lavarse las manos, luego caminó y cuando llegó encendió la luz de la habitación rosa de su bebé. Ahí estaba la pequeña Sooyoung, llorando en espera de alguna de sus dos madres.

— Shh ya no llores amor, mami Mina está aquí. — la nipona tomó a su hija en brazos y comenzó a arrullarla despacio

Sooyoung al saber que estaba en los brazos de su madre fue calmandose poco a poco, hasta el punto de dejar de llorar. Aún así, esta pareció no poder dormir, en realidad se notaba que algo le incomodaba.

— No, Sooyoung, ahora tengo que cambiarte el pañal. — bufó. No es que odiara cambiarle el pañal a su hija, solamente que esa no era su área...no era muy buena colocando pañales, pero era claro que ahora le tocaba.

Dejó a su bebé para tomar las toallitas húmedas y un nuevo pañal. Prosiguió a retirar el antiguo tapándose la nariz en el proceso

— Por dios Soo, esto apesta. ¿Qué tiene la leche de Chaeyoung? No tengo ni la menor idea pero es lo único que puedes ingerir por ahora — Dejó la bomba apestosa, como ya le había puesto, en el basurero y limpió a Sooyoung.

Ya cuando estaba lista, tomó el pañal con diseño de animales y verificó que fuera del lado correcto.

— Tu sí valoras mi esfuerzo Soo, o es demasiado refrescante para ti estar así. — La menor solo agitó sus brazos dibujando una diminuta sonrisa en su rostro.

Esa era la sonrisa por la cual Mina se esforzaba en darle lo mejor a su hija...a su familia.

— Y...listo — Luego de terminar de hacer la tan difícil obra maestra, Mina le cantó un poco a su hija hasta el punto que esta quedó profundamente dormida.

Al volver a su habitación su otra bebé ya estaba dormida también. Sonrió y se acostó a su lado, abrazándola para transmitirle calor y todo el amor que sentía por ella.

❝ My Strawberry Princess ❞ || MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora