8

2K 129 4
                                    

Una semana después...

ROSE BROWN.

Estoy en un bosque, todo lo que veo son árboles. Escucho pasos, volteo para todos lados para ver al causante, pero no hay nadie, miro al cielo y está nublado, mis pies duelen, siento la respiración acelerada como si halla corrido un maratón, escucho ramas romperse cerca de donde estoy, volteo y veo una silueta de una persona, es un hombre alto.

-Eres mía, nunca te haría daño-dice con voz rota.

-Lo mataste-digo en un susurro lastimero.

-Te haría daño sino lo hubiera hecho-responde.

-No me vuelvas a dejar sola-ruego y mis mejillas están mojadas por algunas lágrimas, no sé porque lloro y no sé porque le dije eso.

-Jamás, lo prometo-dice sincero. Se acerca y veo todo su cuerpo hasta llegar a su rostro.. es ¿Adam?

Sonrió al saber que se trataba de él, escucho de nuevo ramas romperse cerca de nosotros y el sonido de un arma ser disparada, miro a la persona que está delante de mi y en su pecho hay un pequeño agujero donde sale sangre. Adam cae al suelo de rodillas y siento como mi corazón se comprime hasta causar un dolor espantoso que me hace gritar, es como si muchos cuchillos se apuñalaran en mi interior.

Miro el cuerpo de Adam y otro grito sale de mi garganta al darme cuenta que está muerto.

-¡AH!- grito y abro los ojos de golpe, una ligera capa de sudor está en todo mi cuerpo, mi respiración es agitada, mis manos están hechas puños a los costados, miro a lado y me encuentro con unos hermosos ojos verdes que me miran preocupados.

-Yo.. lo siento-digo y comienzo a ver borroso, me pican los ojos y no se porque, pero de solo pensar que algo le pase se me hace muy difícil ahora, esta pesadilla a hecho que vea las cosas de una manera diferente.

-shushushu tranquila mi luna, yo estoy aquí para ti-dice consolándome, y yo lo abrazo con fuerza.

-No me dejes sola-digo entre lagrimas.

-Eso no pasara, yo no puedo vivir sin ti es que aun no lo entiendes.

No respondo solo dejo que su rico aroma me tranquilice, después de unos minutos estamos acostados, bueno él esta acostado y yo encima, su cuerpo me hace dejar de sentir frió, siento sus dedos delinear algo en mi espalda haciendo que disfrute de su toque.

-¿Que soñaste?-pregunta de repente.

Pienso en si decirle o no, la verdad no me acuerdo mucho solo fragmentos pequeñas imágenes, pero la sensación que me invadió era horrible.

-No recuerdo muy bien-respondo, no es del todo mentira, así que técnicamente estoy respondiendo la verdad.

-Hablaremos de eso después, ahora intenta dormir.

Hago caso a lo que dice y acomodo mi cabeza en su pecho, cierro los ojos disfrutando del sonido de su corazón y después de un rato el sueño se hizo presente en mi cuerpo.

Escucho que hablan por teléfono, pero no presto atención y sigo con mis ojos cerrados, iba a dormir de nuevo hasta que oigo mi nombre.

-Si, es hermosa, su nombre es Rose- una sonrisa boba aparece en mis labios al saber como habla de mi-mañana en la mañana estamos llegando... ok... no le digas a nadie que ya la encontré-silencio- te llamare luego ya despertó-es lo ultimo que escucho.

A lado de la cama se hunde-no sabia que fueras espía preciosa-dice en mi oído haciendo que todos los bellos de mi cuello se me ericen.

-Vamos deja de hacerte la dormida-insiste, pero yo no abro mis ojos-Rose si no dejas de hacerte la dormida llegaras tarde al juicio-abro los ojos de golpe, y la luz cae de lleno haciendo que comience a parpadear muchas veces, con mis dedos floto mis ojos para poder abrirlos sin incomodidad, intento de nuevo abrirlos y esta vez si pude, muevo mi cabeza al costado y lo miro, se ve que le divierte lo que hizo, esta semana a su lado fue interesante.

Siempre hacíamos algo diferente, salíamos a comer afuera la cena y el desayuno dentro, conocí lugares que antes no había visto y eso que era mi ciudad desde que nací, se ha portado muy caballero y atento, ademas que me mima en todo, claro esta que no son cosas caras o extravagantes, son chocolates, nutella, galletas. Pues si voy a engordar con todo lo que como, pero él tiene la culpa por darme todo eso sin decir nada. Hemos dormido juntos, toda la semana y no tengo ni un problema porque de besos no pasa nada mas, me pidió ser su novia hace unos días en la playa donde nos conocimos, le dije que si, no dudo que siento muchas cosas cuando esta cerca.

-Si no quieres llegar tarde debes alistarte-dice sacándome de mis pensamientos.

-Ya voy-digo con toda la flojera del mundo, ayer llegamos tarde, estuvimos hablando en el balcón hasta que dieron las 3:20am, hablábamos de nosotros y él me contó su vida, yo le conté la mía, y mientras más sé de él más me gusta.

Llegue al baño arrastrándome prácticamente, pero primero agarre ropa interior y un vestido que me regalo Adam para ponérmelo el día que metamos a la cárcel a ese infeliz, tengo que comprar más. Me doy un baño con agua templada, después me cepille los dientes y me peine, me puse la ropa y deje mi cabello suelto para que se seque, usara secadora, pero la ultima vez ese chico puso talco y me tuve que duchar de nuevo por su broma, claro que luego me pidió disculpas e insistió que solo era para que funcione mejor lo cual no le creí, porque se comenzó a reír hasta que le dolió el estomago, me pidió que le sobara porque así le sanaría mucho mas rápido que con sus poderes de hombrelobo por la conexión de mates, tuve que hacerlo porque no me gustaba verlo quejarse, a lo que él me dijo que seria perfecta para su manada, lo cual me pareció un poco raro al principio, pero ahora conversamos de ese tema como si de algo normal se tratase.

Salgo ya lista, con el vestido que al principio no me gustaba porque era demasiado suelto, pero cuando me lo puse se moldeo a mi cuerpo, ademas que es negro, perfecto para meter preso al asesino de mi madre.

Me quedo estática al verlo acomodándose la corbata frente al espejo, pantalón holgado que cubre su cuerpo dándole un toque sexy y juvenil.

La camisa le hacia notar más sus músculos, de alguna forma me pongo un poco celosa al pensar que alguna chica intente algo con él al verlo.

-Eres solo mio ¿verdad?-pregunte de la nada, cuando escucha mi voz alza su mirada y una sonrisa se asoma por sus labios, no puedo ocultar mi cara al darme cuenta de la pregunta que hice, genial ahora pensara que soy posesiva.

-Todo tuyo-dice dándose la vuelta con la corbata ya hecha y sus manos en los bolsillos, se acerca y baja su cabeza un poco-y tu eres toda mía-termina de decir mordiéndose el labio inferior mientras mira todo mi cuerpo descaradamente.

Nuestras respiraciones están mezcladas de lo cerca que estamos -tengo algo que decirte-dice nervioso bajando la mirada al piso-Tu.. Bueno yo.. quisiera saber si tu podrías considerar ser oficialmente mi luna, Rose..

La Mate del Alpha © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora