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ROSE BROWN:

No entiendo que hago aquí, un momento estaba en mi cama en la mansión y cuando abro mis ojos estoy en un cuarto oscuro y la única luz que entra es de una ventana pequeña con rejas que solo me permite ver un lago verde a lo lejos, esto da mucho miedo, hable con Adam, o eso creo, después la comunicación se corto porque una bestia vino a arrojarme comida, no fue digno de dármelo como las personas normales, sino que me lo tiro.

Ya llevo aquí mas de 10 horas o eso me parece porque ahora es de noche o madrugada, no sabría decir con exactitud, escucho la llave en la cerradura y la puerta ser abierta, un joven de unos 25 años entra y me queda mirando, mira mi cuerpo con descaro y lujuria contenida haciendo que sienta repulsión enseguida.

-Veamos, Rose ¿Es así como te llamas no es así?-dice con burla.

-Para mis amigos es Rose para ti hijo de puta es Roselyn-digo sin una pizca de miedo de lo que en verdad siento. A él parece no gustarle mi respuesta porque se acerca a un ropero que tiene un candado y lo abre, veo que saca un látigo, trago duro de solo pensar en que hará con esa cosa.

-Quisiste hacerlo a la mala en vez de decirme lo que quiero saber-dice con odio en su mirada cuando me ve-Dame información sobre los secretos de Adam Smith-me tenso al escuchar el nombre de Adam en la boca de el.

-Si sabes quien soy ¿verdad?, soy la mate de Adam y no dudará en hacerte trizas si algo me pasa-digo con seriedad.

-Mira niña, él no hará nada y sabes ¿Porque?-me quedo callada para que siga-él tal vez sospeche de mi, pero tu cadáver jamas aparecerá, así que sin pruebas no podrá hacerme daño-dice con simpleza.

-¿Quien eres? y si sabes quien soy porque pides información si ni muerta te diré nada-su rostro se endurece.

-Yo soy Levit y ya que tu sabes quien soy y no quieres hablar, tendré que obligarte-una sonrisa burlona aparece en mis labios.

-Inténtalo-digo mirando hacia otro lado, escucho sus pasos a unos metros de mi.

-Date vuelta-yo no hago ni un movimiento-bueno si así lo quieres-un fuerte dolor se instala en mi brazo derecho después de un sonido, es como si me pelaran la piel, luego de unos latigazos más él para.

-Dime ¿Cuál es el nombre de su beta?-no respondo-¿Quien más vive en la mansión?-me quedo callada, no pienso decir ni una palabra, si lo hago, él estaría en peligro y eso jamás ocurriría, un latigazo en el cuello hace que todo mi odio se acumule.

-/Quiere dañar a Adam/-gruñe Cloy, que a sido mi única compañía en estos momentos.

-No lo permite-le respondo por nuestra conexión.

Un gruñido sale de mi garganta, y cuando iba a volver a pegarme con esa cosa la cojo entre mis manos, no duele, ni sangra. Él mira con asombro mi acción, miro mi mano y la capa celeste del bosque a vuelto a aparecer.

-Te dije que no te metieras conmigo y lo hiciste-digo con burla-quisiste hacerle daño a mi Adam, pero te equivocaste de soplona, jalo del látigo haciendo que el caiga al piso en frente de mí, se para y no le doy tiempo de correr cuando tengo su cuello en mi mano, aprieto el agarre con un poco de fuerza, la pupila de sus ojos negros va creciendo, doblo su cuello de un sólo golpe y miro su cuerpo inerte caer frente a mi, miro toda mi ropa dañada, mi cuerpo ileso, como si no hubiera pasado nada. Escucho rugidos a lo lejos, retrocedo unos pasos, lo encadeno en la pared de enfrente, esperando que despierte, solo le hice perder la conciencia, eso lo aprendí, no sabia que funcionaria.

Unos segundos pasan y sus ojos se abren, cuando me ven de odio pasan a miedo.

-Oh vamos, no soy tan fea ¿O si?-digo ofendida-Ahora cambiamos papeles, pero esta vez tu si me dirás lo que quiero saber ¿Quien te mando?-gruño fuerte.

La Mate del Alpha © TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora