12

1.8K 106 0
                                    

ROSE BROWN

Ya paso un día desde que llegue aquí, todo parece tan mágico. Veo como niños entrenan con armas como si de juguetes se trataran, Adam ya me explico que era por la seguridad que estaban capacitados por sus genes y que no me preocupe, pero como no hacerlo, son unos niños.

Voy hacia la puerta que está en la cocina para ir afuera para ver mejor todo y ahí está, el chico más guapo que he visto y es solo mío, está sin polo lo que deja a la vista su torso y una espada en sus manos se ve tan sexy, veo como me busca con la mirada como si me escuchará lo cual es científicamente imposible lo cual agradezco porque seria muy vergonzoso que escuche lo que digo de él, por alguna razón no me gusta que este sin algo que lo tape, veo a muchas chicas que lo miran sin ningún disimulo y con morbo, como si ellas fueran depredadoras y estén casando a su siguiente presa, corro y subo muy rápido las escaleras hasta su habitación, voy hacia su armario y encuentro un montón de ropa, escojo algún polo deportivo que no le incomode, encuentro uno blanco que es perfecto, salgo de su habitación y de nuevo bajo las escaleras y corro hasta la puerta camino hacia ellos con sigilo. He salido un par de veces ayer, pero no conozco a nadie y no he visto a la señora de ayer, era tan linda, debí preguntar su nombre. Llego a unos metros de él y me hace una seña para que me acerque, camino hacia él con mis manos en mi espalda agarrando el polo entre mis manos, es una brisa fresca me gusta, pero igual me da frío.

-Chicos presten atención-dice cuando estoy a su costado-esta preciosa señorita es su luna, le deben respeto ¿entendieron?-pregunta voz demandante y gruesa, siento un cosquilleo por todo mi cuerpo cada que me presenta de esa manera.

-Si Alpha-dicen los pequeños.

-Ok, ya acabo el entrenamiento por hoy, los espero el lunes a la misma hora- termina de decirlo y los niños se van, unos corriendo que son los más pequeños y los más grandes de unos 11 años van caminando.

Miro hacia la manada y las chicas siguen mirándolo, ¿Acaso no se cansarán? ¿No sabrán de mi existencia?, me volteo y lo agarro por detrás del cuello y lo atraigo con un poco de fuerza, nuestros labios impactan con una fuerza que me hace jadear, es tan excitante, me gusta esta clase de besos donde dices todo lo que me avergüenza decir y en este momento lo tengo que admitir.

¡Estoy algo celosa!

No lo niego, me molesta que estén mirando lo que no les pertenece, él pone sus manos en mis caderas presionando más nuestros cuerpos, sonrío al final del beso, y abro mis ojos ese brillo en su mirada se hace presente de nuevo, me arregla un mechón de mi cabello atrás de mi oreja y me da un beso en la frente, siempre me ha gustado leer esas historias de amor, cursis donde el chico que siente algo puro le da besos ahí a la chica que ama, no puedo evitar sentirme completa cuando estoy con él, es como si en éste tiempo allá aprendido a sentirme de forma diferente cuando se trata de él.

Su respiración se vuelve un poco entrecortada y ese brillo en su mirada incrementa mas haciéndolo ver más hermosos, rodea mi cuerpo entre sus brazos en un abrazo tierno, mi mirada va hacia las chicas que ven la escena con odio y asco, como la muy madura que soy, saco mi lengua y una de ellas se quiere acercar, pero una señora que está a su costado la sostiene del brazo.

-Es la luna, tú no eres nadie para ponerte celosa, no eres nada del Alpha, entiende-frunzo el ceño al poder escuchar lo que le dijo, no es que hayan hablado cerca, están a más de 15 metros. No presto atención a eso y le extiendo el polo.

-Toma-digo lo más seria que puedo estar.

¡Vamos Rose, fuerza!

Él no debe mostrar de más si tampoco quiere que yo lo haga, ¿No?, me mira y luego mira el deportivo con un ceja alzada-no quiero que andes mostrando demás-muerdo mi labio inferior, ¿Lo dije en voz alta? Si si lo hice, gracias mente por ayudar a mi boca a hablar cuando no debe.

-Entiendo no mostraré otra vez lo que es tuyo amor-coge el polo y se lo pone sin rechistar-¿Feliz?

-Mucho-digo con una sonrisa, me mira de manera tierna y divertida, pone su brazo por mis hombros y caminamos hacia la casa, entramos por la cocina y nos vamos hacia la sala.

-¿Vemos una película?-le propongo.

-Uhm vale ¿Qué quieres ver?

-Una de terror-nunca he visto una película de terror completa, porque por alguna razón no quería saber si los personajes mueren, pero ahora lo haré.

-Ok, voy buscando la película.

-Vale yo voy por palomitas-digo caminando de nuevo hacia la cocina, cojo un plato de palomitas y lo pongo en la estufa, después de unos minutos ya esta listo. Voy hacia la sala de nuevo con una bandeja en mis manos, traje palomitas y refrescos.

Vemos "La cabaña del terror" que no me pareció muy atemorizante al principio, pero por la mitad ya me estaba muriendo del miedo, me aferre al cuerpo de Adam con fuerza.

-Mañana en la noche empieza la semana de celo-dice de repente tomándome desprevenida, quito mis ojos del televisor y lo veo, se le nota un poco decaído.

-¿Donde estarás?

-¿Recuerdas el calabozo que te mostré ayer por la tarde?-si que lo recuerdo, habían 5 en un túnel muy oscuro, no sabia que seguían existiendo esas cosas, pero pues aquí hay.

-Si-no quiero que este allí, es muy solitario y oscuro, literalmente no hay nadie lo cual agradezco no hubiera querido ver a alguien en esas condiciones.

-Pues allí estaré-dice con una sonrisa que no le llega a los ojos, él seguro esperó mucho por marcar a su mate, no puedo prohibirle eso, creo que cuando termine esa semana le diré que me marque, además lo he pensado bien estos días y quiero ser suya, quiero que él sea mío. Sus ojos me miran atónitos como si hallan visto algo espectacular, una sonrisa hermosa se forma en sus labios lo que hace que mi corazón se acelere.

¿Es imposible? ¿O no?

-¿Escuchas lo que pienso?-pregunto un poco temerosa de la respuesta, él muerde su labio inferior como si estuviera nervioso.

-¿Te molestarás si te digo que si?-dice como un niño que teme ser castigado.

-No puede ser-digo antes de pararme-que vergüenza-miro al suelo y después de pensarlo unos segundos hice lo que toda chica valiente y madura haría.. correr, subí las escaleras como si mi vida dependiera de eso, bueno no es del todo mentira, como no lo vi venir, ese brillo es cuando hablaba de él conmigo misma, no puedo creer. Corro hasta que abro la puerta y la cierro con llave detrás de mi, eso si fue demasiado malo, como pude haber pensado todo eso. Pensé muchas cosas y él lo escucho como si lo hubiera dicho en voz alta, eso es imposible. Entonces esas veces que podía escuchar su voz en mi cabeza, era por eso, no porque estuviera loca o él estuviera practicando para ser un buen ventrílocuo ya me parecía raro que no tenia ese muñeco, pero esto es serio, me acuesto en la cama y cierro los ojos para dejar de pensar en eso, sino me volveré loca, escucho toques en la puerta.

-¿Quien?-pregunto desconfiada.

-Soy yo Rose ábreme por favor.

- Adam, ahora no por favor. No quiero hablar ahora ¿si? de esto hablaremos luego no te preocupes-digo de la manera mas calmada que puedo, escucho que suspira pesadamente.

-Mañana no estaré en todo el día y en la noche ya sabes donde estaré, así que no vayas-dice con voz dura.

-Entiendo-es lo único que sale de mi boca, escucho pasos alejarse y no se pero siento la sensación de salir corriendo tras de él, pero no puedo, el orgullo y la vergüenza ahora unida es más que esa necesidad que me embarga de tenerlo cerca.

La Mate del Alpha © TERMINADAWhere stories live. Discover now