La Mate del Alpha © TERMINADA

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ADAM SMITH:

Me separaron más de 20 horas de ella y ahora el hecho de pensar en estar más tiempo lejos no me gusta, espero unos minutos y no la veo, subo después de ver bajar a mi madre y busco en cada habitación hasta que escuchó un ruido en una así que sin más abro la puerta de dónde provenía, veo por todos lados buscando el pequeño cuerpo de mi esposa y la encuentro, no puedo evitar tragar duro cuando la veo vestida de esa manera, mi respiración se agita de sobremanera sabiendo que ya la habia visto antes así, pero esta vez es diferente o así lo veo yo al ver a mi esposa vestida así para mí, hace que mi cuerpo reaccione, hace unas semanas no la he hecho mía porque quiero darle su espacio, tengo miedo de hacerle daño a ella o a mí cachorro, ahora todo esto me parece más difícil porque la tengo a unos pasos de mí y siento que no puedo controlarme. Sin esperar cierro la puerta con seguro y camino apresurado hasta ella para juntar nuestros labios bruscamente en un beso desesperado, ansiado, con ganas de más, su aroma cambia a uno mucho más dulce déjandome saber lo excitada que está, no me separo de sus labios, el ambiente se vuelve más cálido más caliente de lo normal y no puedo evitar sentirme muy ansioso por hacerla mi mujer una vez más, bajo mi mano hasta debajo de su muslo y la levanto, ella enreda sus piernas en mi cintura, sin perder tiempo la colocó en la cama sin lastimarla, la ropa va desapareciendo hasta quedar totalmente desnudos, notó su pequeño bulto en su vientre y la hago mía despacio, pero profundo teniendo cuidado de no lastimarla, una fina capa de sudor está por todo su cuerpo haciéndola ver mucho más sexy, sus labios entreabiertos y sus mejillas ligeramente sonrojadas me dejaban ver lo perfecta que es, ella termina primero cuando muerdo la marca y mis colmillos se entierran en su piel, el sabor metálico de su sangre me hizo embestirla un par de veces más antes de venirme dentro de ella, con la respiración acelerada salgo despacio de ella y me paro, la cargo en brazos hasta el baño y abro el caño para que la lluvia artificial caiga con fuerza con agua tibia, me meto con ella y nos bañamos juntos, tocó su mejilla que esta mojada y me acerco hasta darle un suave beso.

-No sabes cuán perfecta eres-digo con sinceridad dando pequeñas caricias a su mejilla que ahora está un poco roja.

-Te amo Adam- confiesa tomándome por sorpresa, me demoró un poco en responder hasta darme cuenta que ella en verdad lo ha dicho, solo pocas veces lo dice libremente y me encanta.

-Yo también, Rose-bajo mi mano y la pongo en su barbilla para atraerla de nuevo y besar sus labios.

Así pasamos 30 minutos en el baño hasta que nos dimos cuenta que nos están esperando abajo para la celebración, así que salimos del baño y tardo un poco en buscar las toallas, hasta que las encuentro y logro coger un par que estaban en el separador del baño.

Ella está parada al lado de la cama con la mirada perdida, yo voy por detrás con la toalla de punta a punta y la envuelvo en un abrazo, ella se sobresalta de la impresión y luego se tranquiliza poniendo su cabeza junto a la mía.

-¿Lista?-pregunto en su dirección cuando termino de cambiarme, doy media vuelta y la veo sentada en el balcón mirando hacia fuera, juro que nunca me dejare de sorprender con ella, creo que mi vida será siempre estar asombrado con la maravillosa mujer que la diosa luna puso en mi camino. Lleva un vestido que la hace ver como un verdadero ángel y sé que nunca tendré todo de ella, porque siempre sale con algo diferente que me gusta que antes no conocía, el solo pensar en que salga de esa manera me pone celoso.

-Preciosa-su atención pasa a mi y me sonríe-¿Quieres que en nuestra boda me pelee con alguien?-su mirada se entristece un poco y se mira-porque soy capaz de hacerlo si alguien intenta algo- me sonríe de nuevo con diversión y cautela.

-/Dile que estas hablando enserio, yo no permitiré que alguien quiera pasarse de listo/-dice Owen con molestia.

-¿Enserio quieres arruinar el día más especial de Rose?-pregunto con sorna.