29

1.1K 75 2
                                    

ROSE BROWN:

Después de cambiarme fui directo a la cocina me ha dado mucha hambre últimamente, no me gusta sentir tanta hambre, abro el refrigerador y mis ojos van a eso fresco y rosado de un plato, cuando pruebo la carne siento todo mi cuerpo con placer puro, ni si quiera esta cocida y sabe demasiado bien, como los trozos de carne con los ojos cerrados hasta que siento una mirada en mí que no me permite comer tranquila y me obliga a abrir los ojos, encontrándome con un par de ojos celestes que me miran atentamente mis movimientos.

- ¿Quieres? -digo cogiendo un trozo de carne en el tenedor y ponérselo a centímetros de su boca, digo centímetros porque apenas lo vio retrocedió su cabeza con cara de asco.

-No, Rose ¿Que carajos comes?

- ¿Que no vez? estoy comiendo carne Tamy-digo fastidiada por no dejarme terminar mi desayuno.

-Si sé lo que es, la pregunta es ¿Por qué rayos estas comiendo carne cruda? -dice con la frente arrugada.

-Porque así me gusta, es más quiero un poco más-me paro y voy de nuevo hacia la refrigeradora-la carne es más rica cruda, su sabor queda impregnado aún en mi boca-digo saboreando el pedazo de mi boca.

- ¿Y es bueno? -dice acercándose a mi comida, la miro con cara de pocos amigos para que me deje tranquila comiendo lo que a mí me plazca- ya entendí a ti te gusta y punto, hoy es tu cita con Adam ¿verdad? -me atragantó sorprendida porque se me había olvidado.

-Si si hoy es-digo cogiendo un pañuelo y pasándolo por mis labios.

- ¿Te ayudo a prepararte en la tarde? -consulta, me parece bien porque me demoro más si me maquillo yo sola.

-Si sería buena idea gracias-digo brindándole una sonrisa.

- ¿Qué tal si nos damos un chapuzón hasta que la hora llegue?

-Me parece algo genial, deja que termine y me pongo una ropa de baño.

-Ponte la más sexi, pero también lleva algo que te cubra.

Un poco dudosa asiento-Ya terminé, nos vemos en 10 minutos en la piscina, no tardes Tamy sabes que odio esperarte más de la cuenta- pone sus ojos en blanco.

-Exageras no me demoro mucho-dice a la defensiva.

-Si tú lo dices- pongo el resto de carne en su lugar y lavo lo que utilice, camino hacia el cuarto que comparto con Adam y no veo a nadie así que me quito toda mi ropa y me pongo un lindo bikini negro que tiene pequeños dibujos de flores, busco algo que me pueda tapar hasta llegar a la piscina, me pongo unas sandalias bajas y salgo del armario y me dirijo al lugar que quede con Tamara. Ya han pasado 15 minutos y aún no llega, eso me enoja de ella porque sabe que no me gusta esperar, la veo salir con un bikini dorado que le hace notar muy bien su cuerpo, volteo hacia la manada y algunos chicos la quedan viendo como un objeto que nunca podrán tocar o si quiera conocer.

Me quito la polera grande que tenía y suelto mi cabello que lo amarre cuando estaba comiendo, sé que no me veo tan mal así que sólo ignoro a las personas y nos metemos a la piscina, así pasa nuestra mañana y parte de la tarde, no quería salir porque mi bikini mojado se apega demasiado a mi cuerpo lo que hace que no quede nada a la imaginación.

- ¿Puedes salir y traer mi polera? -le pregunto a mi supuesta amiga.

-No, puedes salir tú, además que me quedarán viendo esos niñatos y no quiero eso- bueno eso suena convincente, pero me enoja que no me diga que sí. Escucho la puerta corrediza ser abierta y los chicos salen y nos miran serios.

-Adam necesito que me alcances eso-digo apuntando la polera-por favor- sé que la voy a mojar, pero qué más da.

-No-su mirada sigue fría y distante,  este chico sí que está muy loco.

La Mate del Alpha © TERMINADAWhere stories live. Discover now