Déjalos que Hablen

18: "Silencio"

Al abrir los ojos veo la hora en el reloj que está sobre la mesita de noche.

Ya es medio día.

No puedo evitar sonreír al recordar a Nic.

Me sentí tan bien anoche, tan feliz. Jamás creí que se podría tener tanta felicidad acumulada dentro del cuerpo.

Agarro mi celular con la esperanza de tener un mensaje de él, pero nada.

Le escribo un mensaje. "Buen día,o buenas tardes mejor dicho. Espero que estés bien little italy"

Suspiro. Ojalá sus padres no lo hayan castigado.

Me levanto de la cama. Luego de cepillarme los dientes y cambiarme de ropa, bajo hacia la cocina. Me sorprendo al verlo a René. Esta comienzo pizza fría.

- Buenas tardes. - dice haciendo énfasis en la última palabra.

Agarro una rebanada de la caja y le doy un mordisco.

- Hola. - digo.

- ¿Me vas a decir dónde demonios estabas? - dice algo molesto. - ¡Me has asustado! Tu nunca estás fuera de la casa solo por más de dos horas.

- No estaba solo, te dije que me iba con Nic. - digo.

- ¿¡Y eso qué!? Dijiste que ibas a una feria, todas las ferias en algún punto cierran.

- Oye, yo no ando controlando tu vida. - digo con fastidio.

- No se trata de controlar, sino de mandar un mensaje, "oye, estoy vivo, volveré al amanecer, cancela el equipo de busquedad y los perros".

No puedo evitar reír. El me mira extrañado.

- ¿Que? - pregunto confundido.

- ¿Tu riendo recién levantado? - dice. - ¿Que estu....? ¡Ay no me digas! - grita escandalizado. - ¡Tuviste sexo!

- ¡René! - grito horrorizado.

- Oh, sí. - dice con una amplia sonrisa. - Mi hermanito debutó.

- Me voy. - digo dándome media vuelta. El me frena tomando mi brazo. - ¡Sueltame!

- Claro que no, al menos no hasta que cuentes.

- Hay algo de que se llama intimidad, si quieres oír datos sucios te recomendaría que llames a Pierre, a que de seguro que tiene ganas que alguien lo escuche.

- No pido detalles, sino que me digas si te gusto.

Suspiro con fastidio. No va a parar hasta oír algo de mi boca. - Si, me gusto. Me la pase de puta madre, ¿contento?.

René sonríe. - Muy. ¿Usaste protección, no?

- Si, gracias por eso. - digo. Tomo otra porción de pizza y salgo de la cocina.

Oigo que suena el timbre. Voy directo a la puerta.

Ojalá sea Nic.

Mi sonrisa se desvanece al ver a Kristine.

- Lo siento. - dice. - ¿te decepcione?

- No, solo que esperaba a alguien. - digo tratando de ocultar mi decepción.

Abro más la puerta para dejarla pasar. Ella entra.

- Pasaba a ver como estaban, no hemos tenido novedades de ustedes.

- Bien, estamos bien. - digo.

- Hola René. - dice con su bonita sonrisa. Miro a mi hermano acercarse.