Todo marchaba relativamente bien en tu vida, hasta que tus padres te obligan a cuidar la casa de tu tío durante sus vacaciones, en una ciudad diferente y quien tiene que echarte un vistazo de vez en cuando es el vecino de enfrente; un apuesto hombre...
Mi frente está apoyada en el hueco del hombro de Nic, mientras este me envuelve en sus brazos.
Su aroma a canela me inunda la nariz y la calidez de su cuerpo me hace no querer irme nunca de aquí.
¿Qué se sentirá dormir así en invierno?
Abre sus ojos oscuros y me mira. Ambos sonreímos.
- ¿Te encuentras mejor? - dice con su voz algo ronca.
- Siempre estoy mejor cuando estoy contigo. - digo.
Enarca una ceja. - ¿Tengo que preocuparme? ¿Que te sucede? - dice.
- Estoy tratando de suavizarme un poco. - digo.
- ¿Por qué? Así no eres tú.
- No lo sé... a la gente le gusta lo tierno.
- A mi me enamoras todos los días con tu amargura y negatividad. - dice.
Pongo una mano en su cuello y lo beso, Nic me lo sigue abrazándome más contra él.
- ¿Que hora es? - pregunto. - Será mejor que me vaya antes de que tus padres despierten. - agarro mi celular. - Oh mierda... - me paro.
- ¿Qué? - pregunta extrañado, sentándose en la cama.
Lo miro. Su cabello está todo alborotado y me mira aún algo entredormido. Me da una sensación dentro de mucha felicidad. Despertar con él se siente tan bien.
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- Ya es medio día. - digo volviendo a la realidad.
- Carajo. Nos dormimos.
- ¿Y ahora cómo salgo?
- Le mandaré un mensaje a Damiano, seguro puede distraer a mis padres. - agarra su celular. - Oh merda...
- Eso sí lo entendí. - digo. - ¿Que sucede?
- Tengo un mensaje de mi madre. "Buen día chicos, bajen a almorzar."
- ¿Crees que ya...?
Tocan la puerta de la habitación.
- Nic, Gabe. - era la voz del hermano menor de Nic. - Bajen que el almuerzo está listo.
- Oh merda... - decimos a dúo.
Nic se para. - Vamos, que no hay nada que enoje más a mi madre que la comida se enfríe.
- Ah no, no bajo ni loco. ¿Con qué cara los miro? - digo.
Ríe. - Muero por ver tu cara.
- Ja ja ja. - digo con sarcasmo. - No iré.
- ¿En serio quieres que vengan por ti? Porque te aseguro que lo harán.
