Déjalos que Hablen

43: "Heridas que no sanan"

Luego de vestirme, bajo las escaleras y me dirijo hacia la área que indicaba. Hace unos minutos alguien paso por debajo de mi puerta una nota diciendo que en 15 minutos bajara hacia una de las habitaciones. 

Abro la puerta y entro. Veo a Nic, Nathan y René. 

- ¿Tú también? - dice Nathan. 

Suspiro. - Así parece. - digo cerrando la puerta. 

Voy a matar a Charlie. 

La puerta se abre, miro hacia atrás y lo veo a Charlie entrar. Él nos mira con sorpresa.

- No me mires así, yo no fui. - dice. 

- Fui yo, de hecho. - dice Ronnie detrás de Charlie. Ambos entrar y cierran la puerta. 

- Que carajos Ronnie. - decimos con Nathan a dúo. 

Ronnie ríe. - Ustedes dos se llevan tan mal porque son iguales. 

- ¡Claro que no! - volvemos a decir a dúo. nos miramos de mala gana. 

- ¿Qué sucede Ronnie? - pregunta Nic. 

Este suspira. - Cuando recibí la invitación de Charlie realmente no tuve que pensarlo demasiado, saben que odio este entorno y esté tipo de eventos. - dice, mira a Charlie. - Sin ofender amigo. 

- Esta bien amigo. - dice Charlie. 

- Pero me hacia mucha ilusión volver a verlos, a los que considero mis mejores amigos. Ese tiempo en el que estuvimos los seis juntos realmente sentí como si estuviéramos completos. - dice. - Y para ser honesto creí que nos juntaríamos y las cosas seguirían siendo iguales, creí que sentiría como si el tiempo no paso. Pero paso. Y en estos días en lugar de tratar de recuperar el tiempo, de volver a crear un lazo, nos la pasamos peleando por cosas que pasaron hace ocho años. ¡Éramos adolescentes! - miro a Nic. - No trato de minimizar lo que paso. - me mira. - Estuvo mal. Todos avanzamos, pero sigue esa pequeña piedra en el zapato. Y lo que tendría que ser un fin de semana feliz porque un amigo se casa, todo lo que se siente es la tensión. 

- Es algo que no se puede evitar. - digo. 

- No se puede evitar porque no lo hablamos. - dice. - No pretendo que hagamos de cuenta que nada paso, sino que lo charlemos y le demos cerrado ese capitulo. - todos quedamos en silencio. - No puede ser que ustedes dos no se dirijan la palabra. - dice mirándonos a René y a mi. - ¡Eran carne y uña! - mira a Nathan. - Tú eres una de las mejores personas que conozco, pero no puedes seguir actuando como un cabron por un asunto que ni siquiera te concierne. - mira a Nic. - No puedes seguir aferrado a un dolor que no puede sanar porque no lo dejas ir. Te hirieron. Como a todo el mundo en algún momento. 

- ¿Qué propones? - le pregunta Charlie. 

- Qué sienten sus traseros obstinados y orgullosos en las sillas y saquemos todo afuera. - dice. Coloca cinco sillas en un circulo. Y se sienta en una. - ¡Se sientan! - agrega firme. 

Charlie se sienta. - Nunca vi a Ronnie molesto por algo, no quiero imaginarme algo tan tenebroso. 

René suspira y se sienta. Nic se sienta en otra silla. René le dirige una mirada a Nathan y esté se sienta. 

- Gabriel. - dice Charlie. - Gabriel. - vuelve a decir. Suspiro con fastidio y también me siento. Me cruzo de brazos. 

- Siento que estamos en una reunión de alcohólicos anónimos. -dice René. 

- ¿Y bien? - dice Nathan. 

- Pues yo ya hable. - dice Ronnie. - Les toca a ustedes. 

Reina el silencio en la habitación. Charlie levanta la mano, Ronnie asiente