31: "La fiesta"

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- Me vendría bien el apoyo moral. - dice Charlie.

- Te adoro amigo, pero yo ni loco. - dice Ronnie. - Estará mi padre junto con todos sus socios, prefiero ahorrarme tener que verlo.

- Trabajo. - dice Nic. - Estamos en la época fuerte del restaurante.

- Con René tenemos una reunión de la universidad. - dice Nate.

Todas las miradas se enfocan en mí. Miro a Charlie. Hay algo de suplica en su mirada. Suspiro.

- Esta bien. - digo con resignación. - Cuenta conmigo.

- ¿Lo dices enserio? - dicen todos a coro; Charlie con alegría, pero los demás con sorpresa.

- Mientras pueda tomar algo con alcohol. - digo.

- Cuenta con ello. - dice Charlie. - ¿Tienes un traje?

- Pues claro, es lo primero que empaque. - digo con sarcasmo. - ¿Qué te piensas que soy, James Bond?

- Ya que lo mencionas a él. - dice René. - Tienes el traje de la boda de Tim.

- Cierto, lo había olvidado. - digo.

- Genial. Pasaré por ti a la noche. - dice Charlie. Mira a Nic. - Espero que no te moleste que te robe a tu... - queda pensativo, tratando de buscar la palabra.

- Esta bien, entendí. - dice Nic riendo. Aunque es una risa algo forzada.

Esta noche hay una fiesta muy importante para toda le gente de la alta sociedad de Newport. Como las madres de Charlie son muy importantes en está elitista ciudad, van a ir junto con su único hijo. Y al parecer esta fiesta es tan importante, que Charlie no puede con la presión de ir solo. Lo que es extraño en él.

La razón por la que le dije que si, es porque soy su única opción. Además se lo que se siente estar en un lugar donde tienes mucha presión y no tienes a alguien con quien hablar como para que no sea todo tan incomodo. También me lo imagine solo, en una esquina, en modo planta y logro atravesar mi coraza.

*****

Lo veo alejarse, llevando su bicicleta a su lado. Corro hasta alcanzarlo.

- Nic. - digo al llegar a su lado. Tiene la mirada de que va en su propio mundo.

Él me mira sorprendido, ya que iba enfrascado en sus pensamientos. Ambos nos detenemos.

- Lamento que no te acompañe, tengo que llegar a casa.

- ¿Te encuentras bien? - pregunto algo preocupado. Lo noto extraño.

- Si. ¿Por qué no estaría bien? - comienza a caminar de nuevo, camino a la par de él.

Estaba por decir algo, pero pensándolo bien, no es buena idea.

- ¿A que hora terminas en el restaurante? - pregunto. - Después de la fiesta podría pasar por ti.

- No lo sé, todo depende de cuanta gente vaya. - dice. - Mejor nos vemos mañana.

Me detengo y lo tomo del brazo, haciendo que tambien se frene.

- ¿Vernos mañana? ¿Que sucede?

- ¿Acaso no puedo tener mis días? - dice. - Tú te borras y está bien, si yo lo hago armas un drama de eso.

- No estoy armando un drama. - digo. - No hay problema si no quieres verme, solo me gustaría que si no estás bien me lo digas.

- Gabe, no necesito que te preocupes por mi, ¿si?, que esté distante no significa que me venga un episodio.

Déjalos que HablenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora