Déjalos que Hablen

24: "Conocer, no suponer"

Tengo la vista fija en el libro, pero no puedo pasar de la primera palabra.

El sol que me da, desaparece. Levanto la vista y veo a René parado adelante mío. Yo estoy acostado en una de las reposeras del jardín.

- ¿En qué piensas? - pregunta.

- ¿A que te refieres? - pregunto extrañado.

- A que te llevo observando desde hace 20 minutos y no has pasado página ni una vez.

- ¿Es que no tienes cosas más importantes que hacer, que andar mirándome como una maniaco? - digo, pero me arrepiento al segundo de haber usado esa palabra. - No... no quise...

- Por dios, Gabe. - dice mi hermano con fastidio. - Estas pensando demasiado el asunto, es Nic el lo que tiene, no tú. Así que deja de pensar idioteces, que no tienes que pensar.

- Es solo que... no se como actuar.

- ¡No se está muriendo! - dice. - Sigue siendo la misma persona, no hay que tratarlo diferente. Es lo que el no quiere. No entiendo, ¿en qué te modifica a ti?

- En que no es sencillo estar con alguien así...

- ¿Y tu que carajos sabes? - dice molesto.

- ¿¡Por qué todos me tratan como si fuera un cabron!?

- Por qué le estás dando mucha importancia.

- ¡Tiene un trastorno bipolar!

- ¿Y tu sabes lo que es? - dice. Quedo callado. - Eso creí. ¿Por qué no le pones un poco de voluntad y te informas un poco? No seas como esos ignorantes que suponen las cosas, las personas con TAB no son simplemente un cambio de humor. - camina de nuevo hacia adentro.

Suspiro con fastidio.

Esto me gano por dejar que René me arrastre en esto de sociabilizar. Tendría que haberme quedado en mi burbuja.

Dejo el libro sobre la reposera y entro. Voy hacia la cocina, donde está mi hermano comiendo una manzana.

- Me tomo por sorpresa. - digo. - Sabes que no soy bueno relacionándome con personas. - suspiro. - Nic me gusta. Eso es lo que más me asusta.

- ¿Por qué te asusta? - pregunta. - No puedes seguir aislandote en tu mundo y que todo te sea indiferente. Dejate llevar.

- ¿Acaso no crees que me he dejado llevar todas estas semanas?

- ¿Te arrepientes? Lo pregunto realmente.

Suspiro. - No. - digo sin pensarlo un segundo. - No me arrepiento de que me hayas arrastrado a esa fiesta, porque ahí los conocí a los chicos... y a Nic.

- Sabes, conozco a mis amigos de la escuela desde que éramos unos niños, los adoro, pero lo que siento con Ronnie, Charlie, Nic y Nate... es diferente. - dice. - Creo que a eso se refería papá con lo de amigos que se convierten familia. Se que es pronto, pero a veces no es el tiempo, sino las personas. - queda callado unos segundos. - No necesitas tener dos dedos de frente para darte cuenta de que Nic es alguien especial. Son pocos los que tienen la suerte de encontrar una persona así, sobretodo siendo tan joven.

- René... - comienzo a decir.

- Déjame terminar. - dice interrumpiendome. - Me preocupo por ti, seamos honestos, no eres una persona fácil. Y verte en estas semanas tan distinto, en el buen sentido, me alegra mucho. Y admite que es por Nic, sino estoy seguro de que no te hubieras abierto a los demás.

- Eso no es...

- Si lo es.

Suspiro. - Con él... cuando estoy con él no me siento incómodo o raro, no me siento como un extraño. Es como que... siento que con él puedo ser yo completamente, que puedo decir o hacer cualquier cosa y que no me va a mirar raro, sino que se va a reír, pero en el buen sentido.