Déjalos que Hablen

22: "El problema"

- Gracias por acompañarme. - dice Alaric deteniendo el auto en la entrada de la casa de Tim. - Se que fue breve, pero...

- Me gustó acompañarte. - digo. - Al menos pude conocerte un poco mejor.

- Ahora es mi turno de conocerte mejor.

- Me hago el complicado, pero en realidad es porque soy muy sencillo. Es decir, no tengo ningún pasado o evento traumático. Mi vida es ordinaria.

- Supongo que eso significa que tienes que buscar la forma de hacerla extraordinaria. - dice.

- ¿Te refieres a ser vicepresidente de una empresa muy conocida?

- No. - dice riendo. - Me refiero a buscar tu propio significado de extraordinario.

- ¿Tu estás feliz con tu vida? - pregunto.

- ¿Por qué no lo estaría? Vengo de la nada, logré graduarme de una universidad importante, me casé con una chica de buena familia, tengo un puesto por el que muchos matarían, una casa hermosa, el auto que me gusta, puedo vacacionar donde quiera. Conocí lugares que de niño pensé que solo los vería en las postales. Si esto no es la felicidad, se le parece mucho. - quedo callado. - ¿Me vas a dar con que lo material no es la felicidad?

- Claro que no, no soy Osho.

- ¿Entonces qué sucede? - pregunta.

- Quisiera estar tan seguro de las cosas como tú.

- Deja de querer ser otra persona y comienza a trabajar en lo que tienes.

- Mira quién lo dice.

- Yo me convertí en la persona que quería ser porque no tenía nada. Tu tienes mucho.

- ¿Papis ricos que pagan la universidad? - digo con fastidio.

- No me refería a eso. - dice.

- Claro que sí.

- ¿Sabes cuál es el problema? Tu eres el problema, que siempre andas pensando por los demás, no pongas lo que tu crees o prejuzgas en los pensamientos o en la boca de los demás.

- Gracias. Es bueno saberlo. - digo con sarcasmo.

- Lo siento... no quise...

- Oh si, si quisiste. Pero esta bien. Gracias Alaric. - digo y me bajo del auto.

Entro a la casa. Suspiro.

¿Será cierto? ¿Pienso demasiado por los demás?

********

Toco la puerta de su casa. A los segundos me abre su padre.

- Hola, bueno días. - digo. - ¿Esta Nic? Necesito hablar con el.

- Hola Gabe. - dice su padre con una sonrisa, pero no tan espontánea y alegre como cuando vine la otra vez. - Nic está en el restaurante, tenía unas cosas que preparar para esta noche.

- ¿Le molesta si voy a buscarlo haya?

- El se pone con la música fuerte, además de que se concentra demasiado. - dice algo raro. - Pero le diré que viniste a verlo, seguro te llamara.

- Gracias Sr. Moretti. - digo algo desanimado. - Espero su llamada desde hace días.

Me mira algo apenado. Me doy la vuelta, agarro mi bicicleta de las manijas y comienzo a caminar. Que los segundos oigo que me llaman.

- Gabe. - me llaman desde atrás mío. - ¡Gabe!

Me detengo y me giro apenas hacia atrás, veo al hermano mayor de Nic venir hacia mi.