26: "Feliz vida"

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- ¿Seguros que le gustara? - digo, mientras los observo decorar la sala.

- Comparto el pensamiento. - dice Charlie.

- No sean aguafiestas. - dice René, mientras cuelga guirnaldas con Nate.

- Será divertido. - dice Ronnie, colocando globos.

- Además vendrán sus hermanos. - dice Nate.

Suspiro. - Esta bien. ¿Que hago?

- Tenemos todo listo. - dice Nate. - Tienes que inventarte una buena excusa para traerlo a mi casa.

- No soy bueno para eso... - digo.

- Tienes que ser tu, Rulo. - dice Ronnie. - Va a ser muy sospechoso si la víspera de su cumpleaños no estás con él, considerando que están como chicle y suela.

- ¡Eso no es cierto! - me quejo.

- Apenas los hemos visto en toda la semana. - dice Ronnie.

- Deja de quejarte y empieza a inventar algo. - me dice René. - Eres bueno inventado historias.

- ¡Es más fácil cuando es ficticio!

- ¡Empieza! - me dicen los tres a coro.

Pongo los ojos en blanco.

- Bien. - digo. - Me voy, tengo que ir por su regalo.

- Oh, ¿qué le has comprado? - dice mi hermano con ternura en su voz.

- No me hables como los adultos le hablan a los niños. - digo. - Además no le compre en si el regalo, sino más bien el plus.

- ¿Que plus? - me pregunta confundido René.

- Deja de entrometerte. - digo con fastidio.

- ¿Siempre es así? - le pregunta Ronnie a mi hermano.

- Es peor en las mañanas. - le responde este.

- Diablos.

- Me voy, así pueden seguir hablando de mi tranquilos. - digo yendo hacia la puerta.

Rien.

Salgo de la casa de Nate y comienzo a caminar.

Mañana es el cumpleaños de Nic, por lo que los chicos le están organizando una fiesta sorpresa en la casa de Nate. Además, al otro día nos vamos a Italia por una semana, así que también quieren que sea como una despedida.

Honestamente no veo que sea su plan ideal una fiesta de cumpleaños, pero ellos sabrán.

Toda la semana estuvimos solo los dos juntos, así que me toca compartirlo. Es increíble como pasan los días de rápido cuando te la estás pasando bien. Fuimos de acá para haya con nuestras bicicletas. Hemos ido a la playa, al cine, a los bolos, o simplemente nos hemos quedado tirados en el pasto del jardín leyendo en silencio.

¿Saben lo que se siente estar con una persona en silencio y que no sea para nada incomodo, que no haya necesidad de hablar o de forzar a sacar un tema y estar bien así?

Es la mejor sensación del mundo.

*******

Es de noche.

Toco la puerta de su casa. A los segundos se abre la puerta.

Veo su rostro sonriente.

- Andando. - dice. - No quiero que mis padres nos oigan, porque no nos dejaran ir. Creo que mi madre se ha enamorado de ti.

Déjalos que HablenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora