36: "La invitación"

994 104 11
                                    

Mi mente sigue en esa invitación. 

Fue como un golpe de realidad. La vida pasa tan rápido, que perdí noción de que ya pasaron ocho años desde ese verano. 

Desde ese verano en el que las cosas no volvieron a ser iguales. Yo ya no era mismo, mi relación con mi hermano no era la misma, ni siquiera con mis padres. Me volví aún más cerrado que antes. Gigi fue la excepción, de hecho, no me dejo opción Es bastante intensa, al igual que Pierre. 

Aramis no es muy distinto a ellos. Siendo alguien tosco e introvertido como yo, no es buena idea rodearte de personas que son como si te tiraran confeti al rostro. 

******

Oigo que suena mi teléfono. Lo tomo y la pantalla marca un número desconocido, pero con número de área de Paris. 

Dejo que suene. A los minutos vuelve a sonar, me fijo y es el mismo número. Suspiro con fastidio y atiendo. 

- ¿Hola? - digo. 

- ¿Gabo? - dice una voz masculina al otro lado de la línea. 

- Si. ¿Quién habla? - pregunto extrañado al no conocer la voz. 

- Soy Charlie. - dice. 

- ¿Charlie? - digo con sorpresa.

- Si, de Newport. - dice.

- Se quien eres, tampoco que fue hace veinte años. Solo que me tomaste por sorpresa. 

- Ah, supongo que no has recibido la invitación todavia. Que extraño...

- Si, si, la recibí ayer a la mañana. Es que no esperaba que me llamaras, sobre todo despúes de tanto tiempo. 

- Supuse que no cambiaste, por lo que te queria llamar para asegurarme que vayas. 

- En serio lo aprecio, pero.... mi jefe se va de la ciudad y tengo mucho trabajo. - miento.

Oigo que ríe al otro lado de la linea. - Es feriado ese fin de semana, a mi no me engañas. 

Suspiro. Atrapado sin salida. - Esta bien, te sere honesto. No es buena idea que yo vaya. Y lo sabes. Entonces no quiero que se arme ningun tipo de inconveniente. Pero como ya te dije, aprecio mucho que te hayas acordado de mí para invitarme. Felicitaciones, por cierto. 

- Gracias. - dice. - Gabo, pasaron ocho años. Éramos unos adolescentes, ahora ya somos adultos. Y en el fondo todos sabemos que fue una tontería, pero se nos fue de la mano cuando cada uno tomo su propio camino. 

- Supongo. 

- Nosotros no somos tan distintos, es por eso que después de lo que pasó seguimos manteniendo contacto y viéndonos. Así que sabes que eres de mis amigos más cercanos. - dice. - Me haría mucha ilusión que vayas y que al menos por unos días estemos todos juntos, como ese último verano que fue el mejor. 

- Lástima el final trágico. - digo.

- Yo solo me acuerdo de todo lo bueno. - dice. - Entonces, ¿cuento contigo, amigo?

El verano que se cumplió dos años desde el "incidente", entrando a la universidad, acá en París, me crucé con Charlie. Había venido a hacer un curso de intercambio, solo se quedaría una semana. Me dijo que sus madres se estaban divorciando, por lo qué estaba sofocado en Napa. Así que lo invité a pasar el verano con nosotros. No creí que aceptaría, pero lo hizo. Y se volvió costumbre que viniera en el verano. Nos volvimos muy cercanos. 

Cuando se recibió se vino a vivir a Paris de forma permanente. Hacía dos años que no lo veía. 

*********

Déjalos que HablenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora