Todo marchaba relativamente bien en tu vida, hasta que tus padres te obligan a cuidar la casa de tu tío durante sus vacaciones, en una ciudad diferente y quien tiene que echarte un vistazo de vez en cuando es el vecino de enfrente; un apuesto hombre...
Les dejo un apartado con canciones sad, si vamos a llorar, lloremos con todo. Ponganlas de fondo para agregar dramatismo.
¿Qué canciones rompen su cora cada vez que la escuchan?
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Toco la puerta de su casa. A los segundos me abre Damiano, me mira serio.
- Por favor. - digo suplicante.
- No Gabe. - dice firme. - No dejare que sigas lastimando a Nic, ya has hecho suficiente. No tienes idea por lo que hemos pasado, no quiero volver a ver a mi hermano sufriendo. No lo permitiré.
- Por favor, sólo quiero hablar unos minutos con él, disculparme.
- ¿De qué sirve qué te disculpes? No borra lo que has hecho.
- Tengo que intentarlo, necesito decirle...
- ¿Decirme qué? - oigo la voz de Nic y aparece detrás de su hermano, lo mira. - Esta bien Damiano.
- Nic... - dice este no muy convencido.
- Por favor, hermano.
Damiano me dedica una última mirada molesto y se aleja.
- Nic, escu... - comienzo a decir.
- Acá no. - me interrumpe serio. - Subamos.
Abre más la puerta, entro y cierra la puerta. Se dirige hacia su habitación y yo lo sigo. Al entrar, cierra la puerta y se sienta en su cama.
- Ahora si, puedes empezar a contarme tus mentiras. - dice con dolor en su mirada.
- No te he mentido, Nic. - digo.
- ¡Claro qué si! - grita molesto. - Todo este tiempo has estado jugando conmigo. Diciendo que estabas enamorado de mi, que solo querías estar conmigo, diciendo... - sus ojos se llenan de lagrimas. - Diciendo que me querías...
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