34: "Nada volvera a ser igual"

936 108 10
                                    

Los cuatro volvimos a Napa. En el camino de vuelta ninguno dijo una palabra.

Las semanas pasaron. René seguía ignorándome y no dirigiéndome la palabra. Decidió que probaría un año ir a la universidad. 

Él se fue y yo quedé solo con mis padres. Volví a mi rutina. Leyendo, dibujando, pero yo ya no era el mismo Gabe que al inicio del verano. Era otro. Ahora si que me siento vacío.

Extraño a Nic. Extraño a los chicos. Extraño a Alaric. 

Pero ya nada volverá a ser igual. 

******

Estoy sentado en el sofá de la sala, mientras los tengo parados enfrente mío.

Ya comienzo a cansarme del mismo escenario. Yo sentado. Ellos parados, mirándome con decepción, regañándome. 

- Es lo mejor. - dice papá.

- ¿Para quien? ¿Para ustedes o para mí? - digo molesto. 

- Solo queremos lo mejor para ti pequeño. - dice pa. 

- ¿Me han preguntado que es lo que yo quiero? 

- No se trata de lo que quieres, sino de lo que necesitas. - dice pa. 

- ¿Eso es lo que necesito? ¿Ir a un internado?

- No lo veas de esa forma. - dice papá. - Además, no necesitas quedarte de pupilo, puedes ir y venir a lo del abuelo. Él preparará una habitación para ti.

- Ese no es el punto, ¡no me quiero ir! - grito molesto. - ¡Quiero quedarme en mi casa!

- Cambiar de... - comienza a decir pa.

- No. - lo interrumpo. - No me vengan con esa mierda de cambiar de aire, eso mismo dijieron hace un mes atrás. 

Papá suspira. - Esto será diferente. 

- Cierto, acá me tendran vigilado.

- Eso no...

- Ah, perdón, supervisado. - digo con sarcasmo. 

- Gabe... - comienza a decir pa. 

- Da igual, de todos modos harán lo que a ustedes le venga mejor. 

- ¡No es así! - dice papá molesto. 

- ¿O lo mejor seria internarme en un manicomio? 

Siento un fuerte dolor al estrellarse su mano dura y pesada contra mi mejilla. Miro en shock a pa. Es la primera vez que me levanta la mano, nunca lo hizo, de hecho, ninguno de los dos. 

- ¡A tu habitación! - me grita firme y enojado. 

Me paro. - Pensandoló bien, será una buena idea. Cuanto más lejos esté y menos los vea, mejor. Los odio. 

Noto como sus miradas reflejan dolor al oir eso último. Pero no me importa. 

Subo las escaleras y entro a mi habitación, azotando la puerta con todas mis fuerzas. Luego le doy la vuelta a la llave. 

Me quieren mandar a un estupido internado en Paris. 

¿¡A quien demonios se le ocurre!? Se quieren deshacer de mi, metiéndome pupilo en otro continente. Vaya padres. A que si fuera René no lo hubieran hecho, de seguro le compraban un auto. 

Levanto apenas el colchón de mi cama y saco lo que hay escondido allí. Logre contrabandear un celular viejo que tenía guardado. Lo bueno es que anda. Lo aún más bueno es que pude anotar en una hoja el número de Nic. Voy hacia mi escritorio, tomo uno de los libros que están sobre este y lo abro. Saco el papel que esta dentro y marco el número en el celular, luego de lograr que el número salga oculto. No me atendrá cuando vea la característica de Napa.

Luego de varios bips, oigo su voz al otro lado de la linea. 

- ¿Hola? - dice.

Mis ojos se llenan de lagrimas al oírlo. Las palabras me quedan atoradas en la garganta, no logro pronunciarlas. 

Estaba por hablar, cuando me arrepiento. Corto la llamada. 

Ya le he hecho demasiado daño. Hay veces que es mejor mantenerse alejado de las personas que uno quiere, para evitar dañarlas. Tal vez por eso mis padres quieren enviarme lejos. Para evitar que los siga lastimando, como acabo de hacer hace cinco minutos. 

Estoy cansado de hacerle daño a las personas que amo. Estoy cansado de romper todo lo que toco. Estoy cansado de siempre cagarla. Estoy cansado de no ser un buen hijo, un buen amigo o un buen novio. Estoy cansado de siempre decepcionar. 

Lo mejor que les puede pasar a todos es que yo me aleje de sus vidas. Irme lejos. 

Siento un dolor en mi pecho, una especie de vacío. 

Ese dolorcito en el pecho es cuando tomas una decisión que sabes que te va a romper en mil, pero en el fondo sabes que es lo mejor. 

********

Doblo la ropa y la voy metiendo en la valija. 

- Hijo. - dice papá asomando su cabeza, ya que la puerta de mi habitación está entreabierta. - ¿Puedo pasar?

- Si. - digo serio. 

Esté entra. - Solo será un año. - dice. - Tiene un muy buen programa de arte y literatura. Estarás más cerca de Pierre. Además nunca te gusto mucho la escuela de aquí. 

- No necesitas endulzarme para que vaya. - digo. - Ya dije que iré. Al decir verdad, no me dejaron mucha opción. 

Suspira. - Te hará bien conocer personas nuevas. - dice. 

- Lo que digas... - digo serio. 

- Quiero disculparme. Si he sido muy duro contigo. - dice. - René siempre fue el más extrovertido, por eso no nos preocupamos, pero tú siempre fuiste el más callado. Me veía reflejado en ti, por eso muchas veces me preocupaba de más. De joven la pasé muy mal por guardarme las cosas para mi. - hace una pausa. - Con tú padre te amamos con toda nuestra vida. Y no hay nada en esté mundo que no haríamos por ti y por tú hermano, y para que estén bien. Aunque eso signifique que tengamos que mandarte lejos. - se acerca a mi y pasa su mano por mi cabello. 

Mis ojos se llenan de lagrimas. - Lo arruine papá, perdí a Nic. Fui tan idiota. Tenia enfrente mío a un persona maravillosa, buena, dulce y que me quería. Y lo jodí todo, por alguien que no daría nada por mi. 

- El amor nunca es fácil

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- El amor nunca es fácil. - dice. - Así como nos ves a tu padre y a mi, nos costo llegar a donde estamos ahora. No fue sencillo. Pero siempre supimos lo que queríamos, por eso encontrábamos siempre la forma de volver a estar juntos. Cuando una persona es para ti, puede que se separen, se pierdan, que pasen muchas cosas en el medio, pero siempre se encuentra el camino de vuelta. - hace una pausa. - No te voy a decir que dejes de estar triste, porque no funciona así. Pero sí te recordaré que las cosas van a mejorar. No hay días buenos o malos, solo unos que enseñan más que otros. Y hay que seguir, en cualquier caso. Confía en eso. 

"En diez días la carne cicatriza. ¿Y el alma cuánto tiempo necesita?"

~Fin de la primera parte~

Déjalos que HablenWhere stories live. Discover now