2

1K 58 3
                                    

Maia y yo hemos decidido arreglarnos en mi casa. Amabas elegimos algo sencillo para ponermos, Maia un vestido corto color rojo de simple tela, con su cabello bien arreglado. Siempre me ha parecido hermosa, su cabello es marrón con un poco de rojizo y resalta de maravilla con sus ojos verdes. El mío es casi negro y mis ojos grises no resaltan mucho, por eso me aplico delineador para hacerlos notar más. Llevo una falda corta negra y una blusa blanca.

Ambas nos ponemos nuestros tacones y bajamos a mi sala. Para mi sorpresa, mi padre ha llegado.

—¿A dónde crees que vas con esa falda tan corta señorita?— Dice abrazandome.

—A una fiesta. Llegaré temprano.— Digo despidiéndome de mi madre.

—De acuerdo, tengan mucho cuidado, ¿si?—Nos dice mi padre. En verdad es la persona más maravillosa del mundo. Lo admiro demasiado y todo lo que hace por nosotros.

Maia y yo nos subimos al auto y el chofer nos lleva. Por la dirección se que su casa esta por el vecindario, por lo que debe ser grande. No hay muchas casas chicas por aquí.

Y estaba en lo correcto, su casa es linda, tiene un estilo moderno, y es un poco más chica que la mía. Me sorprendo a mi misma, al parecer mi ayuda si sirvió, la casa esta llena de personas. Todas van arregladas y Maia y yo nos sentimos orgullosas de nuestro atuendo.

Me sorprendo aún más al ver que incluso los amigos de Nate han venido.

—¡Avrey! ¿Cómo podría agradecerte esto? ¡Toda la escuela está aquí, eres genial!— Mike me saluda al entrar.

—No es nada. Felicidades por su triunfo.— Digo y continuo caminando hacía donde se encuentran todos. Nate me saluda con un corto beso y Maia se excusa diciendo que ira por alcohol. Algo muy propio en ella.

La fiesta comienza a tomar forma y bailamos en la pista improvisada. Se podría decir que Maia lo disfruta más que yo. Empiezo a sentirme muy acalorada así que me tomo un minuto para salir a respirar al patio trasero. Hay personas platicando, fumando y besandose.

Respiro y miro mi celular, son las 11 pm. En unas horas tendremos que regresar. Le doy un trago a mi vaso de cherry vodka y me calmo, aunque mi cabeza ya empieza a dar vueltas.

Me giro rápidamente y choco con alguien, haciendo que mi bebida se derrame en mi camisa blanca ahora manchada de rojo.

—¡¿Podrías tener más cuidado?!— Digo alterada. El chico parece preocupado, aunque su aspecto dice lo contrario. Va vestido de pies a cabeza de negro y veo que de su cuello salen algunos tatuajes. Algo en su mirada es atemorizante.

—Lo lamento mucho, dejame ayudarte.— Dice caminando detrás de mi mientras me dirigo al baño.

—Ya has hecho suficiente, gracias.— Digo tomando un papel tratando de secarme, pero esto no se quitara.

—En serio lo lamento, no fue mi intención.— Dice una vez que estamos más calmados. Respiro hondo y lo miro.

—Ya esta, no pasa nada. Es solo una blusa.— No quiero buscarme problemas con nadie. Y menos en una fiesta.

—¿Eres Avrey, cierto?, ¿Avrey Caswell?— Pregunta curioso.

—Si, esa soy yo.— No estoy en el humor de estar respondiendo preguntas.

—Mucho gusto, soy...

—Nena, ¿que haces aquí?— Nate llega de repente. —¿Que te ha pasado y quien es este?— Dice enojado.

—Basta Nate, esta bien. Me estaba ayudando, me he tropezado y mi bebida se me ha caído.— Digo sin darle más importancia. Le doy una última mirada al chico y esta me causa escalofríos.

Algo en su mirada simplemente da miedo.

Mi celular suena de repente y contesto al ver que se trata de mi madre.

—¿Hola?— Digo contra la bocina. La música es alta y no escucho muy bien.

—Cariño, tienes que volver a casa ahora. Algo ha pasado.— Dice mi madre con voz asustada. Instantáneamente me pongo nerviosa. —Ya he enviado al chofer por ti. Llegara en unos minutos. Y por favor, ten cuidado.

—Claro mamá, ahora llego.— Miles de escenarios pasan por mi mente. ¿Que pudo haber pasado? Mi mamá jamas esta asustada, o si quiera nerviosa.

Me despido de Maia y Nate y espero a mi chofer afuera. En unos minutos llega y ya voy camino a casa. Trato de calmar mis nervios.

Todo esta bien, no pasa nada.

Siento como mi cuerpo se hela al ver la escena frente a mi. Mi casa esta llena de policias y demás. Camino entre las personas pero alguien me detiene en la puerta.

—¿Nombre?— Un policia me pregunta.

—Avrey Caswell, aquí vivo.— Digo confundida, el señor se hace a un lado y me deja entrar. Encuentro a mi madre y Jack sentados en la cocina. —Mama, ¿que ha pasado?

Mi madre me toma de las manos.

—Cariño, alguien nos ha robado 10 millones de dolares.— Los ojos se me abren como platos. ¿10 millones de dolares? Eso es demasiado.

—¿Y papá, donde está el?— Digo mirando al rededor.

—En su oficina, estan tratando de raestraer de donde llegó. Al parecer se han infiltrado en la cuenta bancaria de la familia.— Dice mi madre con el gesto preocupado. Eso si es alarmante. La cuenta bancaria de la familia contiene casi el 50% del dinero total. Sin añadir el de la cuenta bancaria de la compañía de mi padre.

Camino hacia la oficina de mi padre.

—¿Papá?— Digo asomando mi cabeza. Su ceño fruncido me deja ver la preocupación.

—Que bueno que estas de vuelta hija. Estamos en alto peligro. Con acceso a esta cuenta tienen acceso a mas de mil millones de dolares.— Dice preocupado. —Lo peor es que no podemos transferir el dinero a otra cuenta debido a la gran cantidad que es. Por lo que probablemente te deposite una gran cantidad a tu tarjeta de crédito de emergencia. La que esta separada de la cuenta familiar.

Asiento rápidamente. No puedo imaginar el estrés que debe de estar pasando.

Un policia se acerca. —Señor, hemos analizado la situación y creemos que tenemos una pequeña idea de quien pueda ser. En estos últimos meses ha habido bastantes robos a personas con su perfil. Y creemos que se trata de la misma persona.

—¿Qué? ¿Por qué yo no sabía de esto?— Dice mi papá alzando la voz.

Esto se pone cada vez peor.

Money Heist | (completada)Where stories live. Discover now