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Me levanto y por primera vez en mucho tiempo siento que duermo la noche completa y tranquilamente,  recuerdo que este es un hábito que se repite cuando River duerme cerca mío. ¿Qué me está pasando? Se que esto no es lo correcto pero siento la gran necesidad de ayudar. Por alguna razón me siento culpable de todo lo que ha pasado y está será mi manera de sentirme mejor conmigo misma. Mis pensamientos cambian al mirar a mi alrededor y la cama está completamente vacía.

Me levanto poco a poco, reviso el baño, pero esta vacío. —¿River?— Digo por el pasillo. Nadie contesta. —¿River?— Repito sin respuesta alguna.

Camino escaleras abajo y todo está vacío, reviso el sótano, el cual me arrepiento instantáneamente de mirar, odio las armas, las habitaciones, incluso miro hacía el bosque pero no veo nada. ¿A dónde habrá ido? Decido intentar algo y camino hacía la puerta principal.

Giro la perilla y esta se abre. ¿Qué? Asomo la cabeza en busca de alguien pero no veo nada. ¿Debería irme? ¿Regresará?

¿De qué me sirve irme? De igual manera regresaré... y no creo poder irme después de lo que hablamos... Decido quedarme a esperarlo. Voy a la cocina y veo que extrañamente el refrigerador esta lleno. Decido prepararme algo de comer ya que no pienso volver a caer en el hábito de no comer. Me preparo un desayuno muy apetitoso y lo como entero.

Después me siento en la televisión a esperar. Pasa una película y aún nada, después otra, y otra.

Cuando llega la hora de la comida, decido llevar mi comida conmigo hacia el porche de la casa y me siento a ver la vista. No pasan carros y me tranquiliza mucho sentir el aire fresco.

Comienzo a preocuparme de verdad, ¿está bien? Quisiera que hubiera dicho... algo. Lo que sea. Me siento como la persona más estúpida esperando a que mi secuestrador regresé porque estoy preocupada por él, cuando libremente podría irme.

Bueno, no tan libremente. 

Después de dos horas de esperar afuera decido entrar. Aún tengo el uniforme puesto, entonces camino hacía la habitación de River y abro su armario. Todo esta lleno de pantalones y camisetas negras. No encuentro una sola cosa que tenga un mínimo detalle de color. Reviso en los cajones y encuentro unos pants grises y una sudadera negra, se nota que no han sido usados porque tienen la etiqueta puesto. Decido ponérmelos e instantáneamente me siento más cómoda. Me quedan un poco grandes ya que no son para nada de mi talla pero sirven. Dejo mi uniforme bien doblado en el cajón de mi habitación, como si esto me hiciera sentirme un poco más normal. 

Regreso a la sala y enciendo la televisión. El día empieza a oscurecer y dudo si debería de regresar o esperarlo. Mis ojos comienzan a cerrarse del cansancio mientras la televisión esta encendida. Sin darme cuenta me quedo dormida.

—¿Avrey?— Alguien me mueve del brazo y yo me quejo.

—...déjame dormir.— Digo entre sueño y sueño. Después recuerdo claramente que no estoy en casa. —¿River?— Me levanto abruptamente.

Lo miro de arriba a abajo. Se ve cansado y tiene los ojos rojos. Ha estado llorando.

—¿Dónde estabas? ¿Estás bien?— Sueno como madre intensa.

—¿Porque sigues aquí?— Se ve demasiado confundido. —Deje la puerta abierta... por si querías marcharte.

Lo miro sin respuesta. —Pensé que iba a ayudarte... ¿dónde estabas?— Repito.

—Fui a caminar, a pensar las cosas y todo lo que está pasando. Lo que me dijiste anoche... Avrey, quiero cambiar, quiero intentarlo.

Sus palabras me hacen sonreír intensamente. —¿De verdad?

—Si... estoy harto de sentir que alguien más me controla.— Se sienta en el sillón y mira hacía arriba. —Me di una última opción. Si regresaba y no estabas, no me importaría y seguiría siendo yo. Pero si estabas aquí, iba a esforzarme...—Me mira a los ojos.

—Bueno, pues aquí estoy.—Respondo.

—Si, lo sé.— Por primera vez en mi vida lo veo sonreír honestamente. Se ve como si le acabaran de quitar en más grande peso encima de sus hombros. Es una sonrisa genuina y sincera, hasta se le asoman unos hoyuelos. —¿Qué?— Pregunta extrañado, pero en verdad no lo puedo creer.

—Nunca te había visto sonreír... de verdad.— El retira la mirada.

—Creo que yo tampoco.— Dice decepcionado. —Iré a ducharme.— Se levanta y camina hacía arriba. Yo me quedo sentada en el sillón.

De verdad quiere cambiar. Lo vi. Era real y honesto.

¿Que te hace pensar que puedes cambiar a un asesino? Eso no cambia lo que ha hecho.

Empujo el pensamiento fuera de mi cabeza. Las personas cambian. Es diferente... desde ayer todo cambio y ambos lo sabemos. Claro que esto no cambia para nada lo que ha hecho, pero las personas pueden aprender a perdonar y a dejar el pasado atrás. A ser una mejor persona y superarse a si mismos. Este sera un reto igual de grande para mi que para él.

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¡NO LO PUEDO CREER! ¡LLEGAMOS A LAS 600 LEÍDAS!

Se que puede parecer como algo insignificante pero para mi significa demasiado, en verdad gracias.

Liv. xx ❤️

Estoy actualizando y me dieron ganas de llorar al ver este mensaje, porque hoy llegamos a 20k. Gracias infinitas. 

Money Heist | (completada)Where stories live. Discover now