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River se ha reusado a comer cualquier cosa de los nervios. Antes nunca creí que este tipo de cosas le afectara. La televisión siempre está encendida en el canal de las noticias por cualquier cosa que pueda pasar. Y se que está pasando un mal tiempo porque en estos momentos es cuando el se drogaba.

—Me voy a volver más loco.— Dice inquieto. Se mueve de lugar cada cinco segundos. Sale al balcón y enciende un cigarro.

Camino hacía afuera y lo miro. —Podríamos... irnos.— Digo sugiriendo la idea que se me ocurrió mientras dormía ayer.

—¿A dónde? ¿A la otra casa?— Dice fumando.

—A otro país... no lo sé.— Lo miro sin saber cual es su respuesta.

Me mira sin expresión alguna. —Aún no lo entiendo, ¿porque tu querrías irte conmigo?

—River, no voy a dejarte. Entiéndelo. Quiero ayudarte.— Digo decidida.

—¿Porque? No me merezco que me ayudes.— Dice mirando el atardecer. 

—Pensé que ya habíamos discutido esto...

—Lo se, pero... Avrey, mereces mucho más. Mereces salir, disfrutar, vivir, experimentar...

—No entiendo... ¿Quieres que me vaya?

—Nada me da más felicidad que saber que estás aquí por decisión propia. Pero, no puedo hacerte esto.

—No me estás haciendo nada. Yo lo hago.

—¿Porque?

—¡Porque...

Ayer, hemos hecho tal vez el avance más grande a el incidente de Avrey Caswell, la chica ya esta libre, pero aún se busca al asesino, y ahora, gracias a un amigo de la victima, sabemos que se trata de River Alderidge, el hijo del multimillonario que falleció hace unos años... ahora mismo estamos en la búsqueda urgente, por favor repórtense de inmediato si saben alguna información.— Las noticias nos hacen parar en seco. Una fotografía de River se muestra en la televisión. Ahora si todo esta jodido.

—¿Qué decías sobre irnos del país?— Dice mirándome.

—Vamonos, a dónde sea, pero vamonos.— River camina al interior y de su habitación saca su mochila y comienza a empacar. Abre un cajón y de esta saca dos pistolas. Me extiende una y yo lo miro asustada.

—Es sólo para protegerte.— Dice dándomela. La meto detrás de mi pantalón y la cubro con mi mochila.

Corremos hacía el ascensor y llegamos al auto de River. Él conduce en dirección al aeropuerto y enciendo la radio.

Un apartamento bajo el nombre de River Alderidge, se encuentra en el centro de la ciudad. Las autoridades han llegado y este estaba vacío, pero han encontrado evidencia de que Avrey Caswell se encontraba con él mientras se declaró libre. Esto nos podría indicar que tal vez Avrey es cómplice, cualquier información, por favor comuníquese...— River me mira cómo si estuviera preocupado.

Llegamos por fin al aeropuerto y River se estaciona.

Me mira de frente. —Si algo pasa, quiero que sepas que lo siento demasiado. Lamento cada maldita parte de esto. Lamento haberte herido y lamento haberte hecho tanto daño. Avrey, la razón por la que te tome fue porque tu mereces ser salvada. Mereces estar fuera de tu familia y lejos de tu padre, pero lo arruiné teniéndote cerca mío. Este nunca fue el plan, al final iba a... matarte, para que pudieras ser libre. Pero joder, desde el momento en que vi la persona que eras realmente supe que no iba a lograrlo, que nunca iba a poder hacerlo. Y créeme que me duele demasiado, me duele saber que yo te he arruinado la vida. Pero al final todo este dolor habrá valido la pena. Lo sé. —Los ojos de ambos comienzan a aguarse.

Lo tomo de la cara y lo beso. Lo beso con tanta fuerza. Tantas emociones, tanto que quiero decir. Él me lo responde inmediatamente.

Ahora lo entiendo, todo tiene sentido, todo esto es por que me ama. Él me ama, a su extraña manera, pero me ama.

Nos separamos y lo miro. —Todo va a salir bien. Lo prometo.

Salimos del auto y me toma de la mano dándome un ligero apretón.

—Actúa normal. Tal vez nadie sepa nada aquí.— El corazón me late rápidamente por el miedo. Ahora también me buscan a mí. Nadie está seguro.

Entramos por las puertas principales y nos damos cuenta que está repleto. —Tranquila, así será más fácil mezclarnos.

Yo tiemblo del miedo porque siento que todos me están viendo, observando de cerca. 

—¿Disculpa, tienes un cargador que me prestes?— Brinco del susto cuándo un señor se me acerca. Me mira con miedo debido mi reacción.

—Lo lamento, no.— Digo calmándome. Dios, casi me desmayo del miedo.

Seguimos caminando hasta la ventanilla para comprar los boletos.

—Hola, nos gustaría comprar dos boletos a Paris.— Dice River con una tranquilidad muy calmante. Hasta pareciera que vamos de vacaciones.

—Seguro, ¿tienes sus identificaciones?—River asiente y saca una identificación que seguramente no estaba en su cartera. Yo saco la mía y se la doy.

—Perfecto, esperen aquí por favor.— La señora se va hacia la parte trasera y yo me altero instantáneamente.

—Ella sabe, sabe quién somos.— Digo comenzando a llorar.

—Hey, hey, tranquila, respira.— Miramos al rededor y vemos a dos policías caminando hacía nosotros.

—Camina lentamente. Tranquila.— Me toma de la mano y caminamos en la dirección contraria a ellos.

—¡Hey, ustedes! ¡Alto!— Un policía grita y River me da una última mirada antes de comenzar a correr.

Empujamos a gente en el camino, veo borroso, pero corro cómo nunca había corrido. Ni siquiera cuando corría de River corrí así.

Comienzo a escuchar más gritos y las sirenas de los autos policíacos.

Y por mi pésima suerte, tropiezo con alguien. Me pego fuertemente en la cabeza. —¡Vamos Avrey!— River grita pero no puedo levantarme.

Alguien me levanta por los aires y con la vista borrosa veo cómo River es alejado de mí.

—¡NO!— Grito mientras alguien me esposa. —No...— Entre mis lágrimas y el golpe no consigo ver muy bien.

Todas las personas están a nuestro alrededor. Mis padres llegan y me miran.

—¡Avrey por favor! Esta no eres tú. Déjenla ir.— Grita mi madre desesperada.

—Lo lamento, su hija será llevada por asesinato y cómplice de homicidio.

—¡¿Qué?!— Grita mi padre. Escucho los llantos de mi madre

—¡Ella no hizo nada!—Escucho a River gritar. —¡Todo es mi culpa, llévenme a mi! Pero por favor... déjenla ir.

Sus palabras me rompen. Ambos somos jalados hacía afuera y hacía diferentes autos. Miro a mis padres quiénes lloran por mi. Miro a River y este me sonríe.

—Te amo.— Dice tan sinceramente.

—Lo sé.— Digo con todo el dolor del mundo. Estoy apunto de decir algo, cuando una explosión sucede.

Me agacho y no veo nada. El humo me hace toser y me deja sin vista. —¡RIVER!— Grito por última vez.

Alguien me levanta y me carga sobre sus hombros. Soy arrojada al interior de un auto y respiro. Aún no veo nada.

—¿River...?

¿Hemos sido rescatados?

Money Heist | (completada)Where stories live. Discover now