12

479 29 1
                                    

Siento como la respiración se me corta mientras corro hacía la fiesta. Escucho muchos murmullos a mi alrededor diciendo: ¡Es ella!, ¡La chica perdida! Esta vez no haré las cosas mal, esta vez nadie morira y yo me asegurare de eso.

Al entrar a la fiesta mi madre está dando un discurso hacia la enorme cantidad de gente. Más de veinte mesas alineadas al rededor del salón y todos con sus más elegantes ropas. Una fotografía mía, una de Nate, una de Maia y una de William en el fondo detrás de mi madre. Todos me miran al entrar y mi madre trata de correr hacía mi.

—¡¿Avrey?!— Grita mi madre

—¡Alto! ¡Todos deben de salir de aquí! ¡Ahora!— Digo demasiado asustada que las lágrimas comienzan a salir. —¡Todos corran, nos van a matar!— Grito tan fuerte como puedo.

Veo que nadie entiende lo que digo. —¡CORRAN!— Y veo como todos se comienzan a alterar, se miran entre todos confundidos y el caos comienza. Todos se levtanan y tratan de encontrar la salida detrás de mi.

Un mar de gente asustada se acomula, y de repente, un enorme estruendo nos deja paralizados.

Una explosión. Mi oido cesa por un minuto al igual que mi vista, veo todo blanco. Caigo al suelo por el impulso de la explosión al igual que todos. Me reincorporo y veo lo que ha pasado.

Sollozo al ver los miles de cuerpos tirados al rededor del suelo. Y a Tres parado hasta el fondo. —¡Basta porfavor!— Le grito y toda la gente restante mira a ver hacía donde grito.

Tres saca una pistola y al detonarla una vez todos corremos a escondernos. Corro con un grupo de personas hacía la gran cocina y nos escondemos bajo una mesa.

Yo fui la engañada. Más muertes por mi culpa.

Trato de respirar hondo y la señora escondida junto a mi me toma la mano.

—¿Eres tú, cierto?— Pregunta también con voz temblorosa.

—Si.— Digo calmando mi llanto.

El sonido de otros dos balazos hace que nos callemos por completo, solo se escuchan los pequeños llantos de alguien que llora en otro escondite dentro de la cocina.

Muerdo mi labio inferior y respiro.

La puerta de la cocina se abre y la señora me mira con una expresión de "vamos a morir". Le indico que no haga ruido.

—Se que estás aquí, nena.— Su voz me paraliza y siento mi respiración parar. Jamás había sentido tanto miedo.

Escucho sus pesados pasos acercarse cada vez. —Te lo advertí, no compliques las cosas, y mira lo que estas causando. Si sales ahora nadie más saldrá herido, lo prometo.— Habla pero escucho el obvio sarcasmo detrás de su voz. Haga lo que haga el seguira matando y haciendo lo que quiere, no seguire siendo parte del plan.

Me quedo en mi lugar y la señora me mira confundida. Le indico que porfavor no haga ningún ruido, pero esta se levanta y sale.

—¡Esta aquí!— Dice llamando su atención.  Maldigo para mis adentros.

—¿Puedes creerlo Avrey? Te ha traicionado.— Y el sonido de la pistola me hace gritar del susto. El cuerpo de la señora cae sin vida frente a mi, formando a su alrededor un círculo de sangre.

Tres me toma del brazo y me saca de ahí a la fuerza. Me arrastra hasta el gran salón mientras yo lloro. —Porfavor para, porfavor.— Suplico, aunque se que no servira de nada.

Me sienta sobre una mesa y me apunta con la pistola a la cabeza. Miro a mi alrededor y veo a toda la gente escondida debajo de las mesas. También veo a la gente que ha muerto debido a la explosión.

—¿No te cansas de causar problemas? Mira lo que hiciste por querer esconderte. No recuero haberte dicho que te escondieras.— Esta tan enojado que me da miedo. Sus ojos están rojos y me sujeta con tanta fuerza que siento que me va a atravesar.

De repente escuchamos un llanto debajo de nosotros. Suena como un llanto que esta luchando por no hacer ruido. Tres parece no querer escucharlo así que le dispara a la persona debajo de mí y el llanto cesa. Yo también trato de contener el llanto.

—¡Pare porfavor!— Una voz que reconozco perfectamente grita. Tres me obliga a pararme y me sujeta contra su pecho aún apuntandome con la pistola.

—Mírenlo, papi al rescate.— Dice Tres riendo.

—¡Papá no! No lo hagas.— Digo asustada. Se que Tres es capaz de matarlo.

—Le daré cualquier cosa a cambio. Lo que quiera. Pero por favor, deme a mi hija de regreso.— Suena firme pero asustado. Yo también lo estaría después de ver todo lo que ha hecho.

Tres se ríe y apunta la pistola hacía él. —¡No! ¡No porfavor!— Grito tan fuerte como puedo.

Me giro y tengo a Tres de frente. Me acerco a él. —Porfavor, no le hagas daño. Porfavor.— Lloro, pero el no me mira. Tomo su rostro entre mis manos y lo obligo a mirarme. —Porfavor, no le hagas daño. Porfavor.— Digo tratando de que no se me corte la voz.

Él cierra los ojos y parece pensar las cosas. Me empuja hacía un lado y guarda la pistola.

—Vamonos, nosotros ya hicimos nuestro trabajo.— Dice caminando hacía la puerta trasera del salón. Me jala del brazo y junto a la puerta se encuentra escondida una chica más o menos de mi edad.

—¿Porque lloras?— Dice Tres tomándola de la barbilla, ella está terriblemente asustada y me mira con esperanza de poder ayudarla. Antes de que pueda decir algo, Tres le dispara y la deja tirada en el suelo.

Me tapo la boca para contener el sollozo. Mi mente no puede creer lo que acaba de pasar.

Al salir, una camioneta negra nos espera. Tres y yo subimos a esta y porfin suelta mi brazo. Doce no esta por ningún lado. El conductor mira a Tres con una sonrisa orgullosa. Tres me venda los ojos y el auto avanza. Pero el vendaje no fue necesario ya que me desmayo en el momento en que avanzamos.

Money Heist | (completada)Where stories live. Discover now