18

438 29 0
                                    

Después de varías horas de tratar de dormir con la voz de River gritando, me rindo y me quedo viendo como camina de un lado a otro llamando a varias personas. Siento demasiado estrés de su parte y está comenzando a estresarme a mi también. Cuelga la llamada y avienta el teléfono a su cama. Se sienta frustradamente en esta.

—¿Podrías calmarte por favor? Ya no hay nada que hacer ahora.— Digo tratando de consolar esto. Son las cuatro de la madrugada y tengo bastante sueño.

—Tienen a Liana.— Dice mirándome seriamente.

—¿Qué?— No lo logro comprender.

—La han capturado, la policía la tiene.— Noto tristeza en su voz.

—¿Y que puedes hacer? Seguramente hay algo que puedas hacer.— Yo estaría devastada si mi "novia" estuviera capturada.

—Nada. Era parte del trato. Ella sabía que algo así podría pasar. Si capturaban a alguien la otra persona tendría que seguir con el plan, hasta terminar podríamos sacar a la otra persona.— Esta decepcionado, lo sé.

—Eso no tiene sentido.— Digo confundida. ¿Porque de repente me interesa sacar a Liana de la cárcel? Ella debería de estar ahí.

—No lo entenderías.— Habla secamente.

Me giro para quedar de frente a él. —Tienes razón, no lo entiendo. Explícamelo.

El ríe. —¿Porque lo haría? ¿Qué no lo entiendes? No somos amigos. Soy tu secuestrador, Avrey. Estas secuestrada. ¿No lo entiendes?

Por alguna razón, escucharlo de él hace que suene más duro. Se que esa es mi realidad pero la verdad es que ya no puedo vivir más en esta realidad.

—Si, River. Créeme que lo entiendo. Entiendo que estoy secuestrada por un asesino. ¿Y qué?

—¿Y qué? Escuchate a ti misma...

—Estoy harta. Estoy cansada y te mentiría si no te dijera que he tratado de quitarme la vida estando aquí, por qué tu lo has visto. Quiero regresar, quiero mi vida de antes, pero se que si regreso nada será igual. Mi novio y mi mejor amiga están muertos, joder, he matado a alguien con mis propias manos. Y después lo que me dijiste sobre mi padre. Ni siquiera me dices la verdad. ¿Cómo esperas que te crea?— Me desahogo. Saco todas las palabras dentro de mi que se ahogaban por salir.

—Tienes que creerme. ¿Porqué otra razón haría todo esto?— Responde.

—No lo sé, River. Te juro que no lo sé. He tratado de entenderte y de descifrar tu mente pero no consigo nada.

—No necesito que me entiendas, o que me decifres.— Habla serio.

—Entonces explicame. Dímelo tu mismo.— Lo miro bien directo a los ojos. Yo no puedo continuar así.

Nos quedamos en silencio los dos. Él parece estar pensando las cosas.

—¿Mi padre mató a tu madre?— Pregunto sin rodeos.

Él me mira y entonces comienza a hablar. —Yo soy el menor de tres hermanos, Ethan era el mayor, después Colson y yo. Puedo jurarte que eramos la familia más jodidamente feliz del planeta. Mi padre nos amaba tanto que a veces era vergonzoso. Y mi madre... simplemente no hay palabras para describirla. Ella era luz y alegría y sabías que estaba en una habitación cuando entraba. Y también eramos felices porque eramos ricos. Ricos como tú. Mi nombre es River Alderidge.— No, no es verdad. No.

—¿Alderidge?– No lo puedo creer.

—Sí. Tú padre y mi padre eran mejores amigos. Pero tu querido padre no podía soportar el hecho de que mi padre tuviera más dinero que él. Mi padre rechazó la oferta de convertirse en socios, él sabía que nunca terminaban bien, y prefirió defender su amistad. Al parecer tu padre no lo acepto y por venganza asesino a mi madre. Estaban borrachos y probablemente enojados. Tu madre sabe de ello. Ella estaba ahí. Mi padre protegió al tuyo, con tal de que no fuera a la cárcel.— Todo esto es... demasiado. Una lágrima se me cae.

—¿Cuantos años tenías tú?— Pregunto confundida.

—Tenía dos años cuando esto paso. Creci y mi padre nos lo conto. Él creía que necesitabamos saber la verdad. En fin, mi padre perdió la cabeza y murio.

—Si... lo recuerdo, yo asistí al funeral de tu padre.— Recuerdo perfectamente.

—Lo sé. Te he estado viendo desde ese día. Simplemente no lograba comprender porque la vida le daría un regalo como tú a un asesino cómo tu padre.— Se levanta y me mira desde arriba.

—Yo creía que habían muerto. Tú y tus hermanos, eso fue lo que mi padre me contó.— O al menos eso es lo que recuerdo qué pasó.

—Ethan se suicido tres años después de la muerte de mi padre y Colson murio en un accidente un año después. Dejándome solo. He aprendido a vivir así desde hace mucho tiempo.

Trato de comprenderlo todo. Nada tiene sentido. ¿Porque mi padre haría algo así? Él no podría. Él... es mi padre.

—...No puede ser real.— Digo en un hilo de voz. No llores Avrey. No llores.

—Por Dios, no seas tan ingenua. Sabes dentro de ti que es real.

Sí, se muy dentro de mí que es real. Tan real que duele. Las pruebas están ahí, no hay nada que me pruebe lo contrario.

Me levanto de la cama y me acerco a él. Lo miro por unos momentos. ¿Porque el destino decide que unos tenemos que sufrir más que otros?

Lo entiendo. Entiendo todo. Entiendo su dolor.

Él no merecía esto. Nadie elige en que familia nacer.

—Te creo.— Digo mirándolo a los ojos. Esos azules ojos que siempre buscan algo más. Se ven tan distantes pero tan cercanos.

Supongo que el destino nunca nos deja hacer las elecciones más importantes.

Money Heist | (completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora