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Al despertar me sorprendo de haber dormido cómodamente toda la noche. ¿Podría ser por River? Sería irónico que el causante de mis pesadillas me haya dado tranquilidad para dormir. Después reaccionó y miro a mi lado pero la cama esta vacia. Claro, ¿que esperaba? ¿Que me hiciera el desayuno? Me incorporo y abro la puerta para bajar las escaleras y encontrarme con Liana y River desayunando como usualmente.

Miro a River pero este ignora mi mirada. No le doy importancia y me siento junto a Liana. Miro mi desayuno pero mi apetito me impide comer.

—Si no comes tendré que entubarte de nuevo.— Habla River por fin.

—¿Entubarme? ¿O hacer que Doce me entube?— Digo recordando la vez pasada que prácticamente se fue para no verlo suceder.

—Lo hare yo mismo si sigues sin comer.— Dice firmemente.

—No tengo apetito, gracias.— Me levanto de la silla y me siento en el sofá. Los escucho murmurar algo.

Continuan hablando hasta que un sonido nos hace callar a todos. Un helicóptero.

Los helicópteros no pasan por aquí usualmente.

Ellos parecen notarlo también y se levantan de su silla. Brinco en mi lugar al escuchar alguien tocar a la puerta fuertemente.

—¡Policía estatal! Abran la puerta.

—Mierda.— River camina hacia mi y me jala del brazo.

¿Que está pasando? ¿Cómo nos encontraron? ¿Voy a ser rescatada?

River y Liana me jalan hacía la parte trasera de la casa.

—¡Abran la puerta o lo haremos a la fuerza!— Gritan desde afuera. Mi corazón parece que va a estallar.

Corre a la puerta, Avrey.

Mis instintos me dicen que corra, pero algo me lo prohíbe...

—Recogenos al final del río.— River habla por teléfono.

De repente la puerta se abre abruptamente y me jalan hacía afuera. Un gran bosque se extiende por detrás de la casa y corremos. Corren demasiado rápido para mi poca energía y mínima habilidad de ejercitar. Siento como me empieza a faltar el aire pero ellos siguen corriendo, River aún jalandome del brazo.

Miro hacía arriba y veo dos helicópteros circulando el área. ¡Estoy aquí!, quiero gritar.

Llegamos a lo que parece ser un río y a lo lejos se ve un carro blanco. Corremos hacía ahí y entramos. Me tomo ese tiempo para recobrar el aliento y mirar a mi alrededor. A lo lejos veo policías buscando con perros rastreadores. Uno de ellos parece vernos y apunta hacia nuestro carro.

—¡Rápido!— Liana le grita al conductor. Salimos a lo que parece ser una cerretera y por fin veo donde estaba. Miro sorprendida de lo que vivía a mi alrededor.

En unos segundos muchos carros de policía nos persiguen. El conductor maneja como si su vida dependiese de ello, y probablemente lo hace. Cada vez son más policías y helicópteros. Cada carro que pasa por nuestro lado es un peligro con el que casi chocamos.

Llegamos al centro comercial y River me jala con el. Subimos a otro carro el y yo y el conduce. Liana se queda en el otro carro y se van.

River conduce con más calma por toda la ciudad. Yo miro hacía afuera buscando alguna explicación de porque no huí cuando pude. Miro hacía mi izquierda. No.

Quito el pensamiento y veo hacía donde vamos. Llegamos a un hotel bastante reconocido.

—Ten, ponte esto.— Me da una sudadera negra. Me la pongo y me cubre la cabeza con la gorra y unas gafas de sol. El se ve bastante común.

Bajamos y miro nerviosa a mi alrededor. Entrelaza nuestras manos y yo la retiro inmediatamente. Él me toma del brazo antes de que pueda moverme.

—Coopera.— Dice en voz baja. Lo tomo de la mano y trato de relajarme.

—Hola, bienvenidos.— Dice dulcemente la recepcionista.

—Hola, me gustaría reservar una habitación doble, tres noches.— La señora nos registra y River paga. Nos entrega la llave y subimos al elevador.

Mas personas entran y yo me quedo callada muy nerviosamente. En cualquier momento podrías correr.

Las puertas se abren y River me toma del brazo antes de que pueda moverme. Me mira con una expresión de advertencia. Entramos a la habitación y me quito las gafas y la gorra.

River marca un número en su teléfono. —¿Podrías explicarme que mierda ha pasado?— Suena bastante enojado. Yo no me acercaría.

Camina nervioso por toda la habitación mientras habla y yo enciendo las noticias para ver que ha pasado.

...La casa que era sospechosamente la ubicación de Avrey Caswell resultó ser verdadera. Gracias a los vecinos que alertaron preocupados de que sus vecinos se comportaban raramente. Al entrar a la casa los sujetos se habían fugado. Tenemos la suposición de que se trata de más de uno. Cada vez estamos más cerca...— River apaga la televisión y cuelga su teléfono.

—Me cago en la puta. ¿Que mierda le sucede a los vecinos? Metanse en sus propios asuntos.— Habla frustrado y se sienta en la otra cama.

—¿Liana esta bien?— Pregunto curiosa.

—No lo sé.

Me quedo en silencio y lo miro. Parece que va a estallar de enojo, preocupación, tristeza y algo más. Escribe en su celular como si este tuviera la culpa.

Toma el control de la televisión y la enciende de nuevo.

Fotografías de la casa por dentro pasan en las noticias. La habitación de él que jamas vi, el piano, la habitación de Liana, "mi" habitación, el sótano...

—¿Esa era la casa de tu infancia, cierto?— Pregunto con un poco de nostalgia por el.

—Si, lo era.

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¡Hola! Desde estos capítulos creo que pueden darse cuenta como todo va tomando forma, porque Avrey actua de esa forma y no estamos muy lejos del final.

Para escribir esta historia me he inspirado en muchas canciones y se me había ocurrido compartirles la lista de estás por si les gusta escucharlas mientras leen. Si les gustaría haganmelo saber!

❤️❤️

Liv. xx

Money Heist | (completada)Where stories live. Discover now