26

405 24 0
                                    

—¿Quién era ese?— Pregunta Jaden cuándo regreso a la mesa.

—Un amigo de mi padre.— Respondo nerviosa. Miro a mi al rededor con miedo. Tiene que irse. Todo es peligroso mientras él esté aquí.

—¿Está todo bien?— Jaden parece notar mi expresión de miedo.

—Si, todo esta excelente.— Doy una última mirada al rededor, no lo veo por ninguna parte.

—¿Porque no vamos afuera a tomar aire?— Propone Jaden.

—Me parece genial.— Lo tomo de la mano y caminamos hacía afuera. El cielo nocturno es hermoso y la luna brilla con mucha luz. Miro a la luna enamorada.

—Me recuerdas mucho a la luna.— Dice mirándome.

—¿En serio? ¿Porque?— Digo aún un poco intranquila, trato de respirar. Puede estar en cualquier lugar, armando algún plan, o pasando como una persona normal y corriente.

—Aunque a veces no podamos ver la luna, porque esta oculta, sabes que está ahí, presente. Y sabes que aunque en el día no este, en la noche brillara tan hermosa y única. Un brillo que nada ni nadie puede apagar, porque brilla hasta en las noches más oscuras.— Sus palabras me hacen sentir nostalgia. Me siento, por primera vez en mucho tiempo... bien. Miro a Jaden a los ojos, en verdad me gusta, pero siempre sentí que algo... faltaba. Jaden lo tiene todo, pero hay una cosa que aún no descifro, que falta.

Jaden se acerca poco a poco a mi y sus labios se unen con los míos.

Él contacto de sus labios me hace sentir millones de emociones, pero extrañamente, ninguna hacía él. Siento cómo todo a nuestro al rededor desaparece, revive miles de memorias, y entre esas miles de memorias...Nate.

—...Jaden.— Me separo de él con cuidado. —Lo lamento tanto, de verdad. No puedo...

Él me mira preocupado. —No, no, perdóname tú a mi.

—Es que, es demasiado pronto, y...— Y no puedes formar parte de mi vida porque saldrás herido o muerto. Probablemente muerto, y es algo que en verdad me gustaría evitar, es lo que realmente quiero decir.

—Avrey, te entiendo. No tienes porqué darme explicaciones.— Jaden es demasiado bueno para mí. Me entiende demasiado y sabe cómo reconfortarme.

Lo abrazo fuertemente y él me lo devuelve de la misma manera. Tengo tanto miedo ahora que se que este siempre fue el plan de River. Parece que ya mi vida no es mía, dejo de serlo en el momento en que entre a la camioneta azul. O tal vez nunca lo fue. Quizás por eso siempre me sentí tan fuera de control, tan ajena a mi misma.  

No se cuando tenga otro momento como este. Unas lágrimas se me deslizan por las mejillas.

—Esta bien, Avrey. Todo va a estar bien.— Me reconforta mientras me abraza. Disfruto este abrazo cómo si fuera el último de mi vida, y tal vez lo sea, pero cómo River dijo, tengo que aprovechar cada momento de mi vida que me quede.

Porque aunque no quiera aceptarlo, y aunque me duela aceptarlo, se que todo acabará cuando yo muera. Dentro de mí siempre lo supe. Y ahora lo acepto. Si debo morir no importa ya. Si yo muero todos estarán a salvo, yo estaré con Maia y Nate, y por fin dejare de sufrir. Y todos dejarán de sufrir por mi culpa.

Sólo muriendo seré realmente libre.

Money Heist | (completada)Where stories live. Discover now