20

416 26 0
                                    

—¿Podrías decirme tu nombre completo?— Al llegar a la estación de policía, me interrogan. Nunca había visto tantos policías y fotógrafos en una sola habitación.

—Avrey Emery Caswell.— La cabeza me da demasiadas vueltas. Cada que alguien entra por la puerta el corazón se me paraliza pensando que entrará en cualquier momento.

Las puertas se abren y mis padres entran corriendo hacia mi. —¡Avrey!— Mi madre me abraza. La sujetó fuertemente. La extrañé tanto.

Ambas comenzamos a llorar. —Dios mío, estás tan delgada. ¿Estás bien?— Dice inspeccionandome de arriba a abajo.

—...No.— Digo sinceramente. Es la verdad. No estoy bien.

Mi padre se acerca a mi y me abraza. Me quedo helada. No se que hacer. Él no sabe que yo se.

—Estoy tan agradecida de que estés de vuelta.— Dice abrazandome. —Te hemos extrañado tanto, en verdad.

Un policía se acerca a mi y nos interrumpe. Lo cuál agradezco. —Procederemos a hacerte algunas preguntas y después tendremos que internarte en el hospital por un tiempo indefinido. ¿De acuerdo?— Oh no, odio los hospitales, y más si yo soy la internada. Asiento con la cabeza y lo acompaño hacía una habitación con solamente una mesa.

—Necesito que me des toda la información que recuerdes. Quien trabaja con él, dónde residía, caras, fechas, direcciones, cualquier cosa es útil.— Respiro hondo y recuerdo todo. Todos los detalles.

—Se que son mas de veinte personas. No sabría decirle exactamente cuantos, pero se que no trabaja sólo.— El comienza a anotar, y también hay alguien grabando.

—Tenemos a su compañera, Liana Krestel. Se ha negado a hablar. ¿Nos podrías decir algo sobre ella?

—Sólo se que eran muy unidos. Ella probablemente tenga toda la información que necesita.— Digo sinceramente. Es lo correcto.

—¿Podrías describirme con exactitud al sujeto?

Claro que puedo. Lo tengo plasmado en la mente. —Es un chico joven. No creo que tenga más de 21 años. Tiene el cabello rubio oscuro, largo pero no mucho, y... sus ojos son de color azul. Un azul claro pero muy profundo.— Un policía dentro de la habitación comienza a dibujar. —Es más alto que yo, probablemente como por aquí.— Indico con mi mano a donde recuerdo su estatura. —Ah, y tiene muchos tatuajes.

Miro como el policía dibuja una versión bastante cerca de el River real.

—Avrey, ¿sabes su nombre real? Necesito que seas muy sincera. Solo estamos aquí para ayudarte.— Por alguna razón me paralizo.

Ya has dicho suficiente.

Pero... es un asesino. Merece ser castigado por lo que ha hecho.

¿Realmente quiero que pase toda su vida encerrado por mi culpa?

...¿Sí? Él mato a mi novio y a mi mejor amiga. Debería desear la vengaza. Debería querer que se cumpla la ley. Que pague por lo que ha hecho.

—No, no se su nombre real.— Me decido por fin.

¿Porque lo estas defendiendo? ¿Acaso no ves lo que ha hecho?

Ya he dicho lo suficiente. He dicho demasiado. He hablado de más.

No. No he hablado de más. He hablado de menos.

El policía me mira dudoso. —Puedes irte.— Salgo de la habitación y mis padres me esperan. Ambos me acompañan hacia la salida, pero al abrir la puerta, miles de fotógrafos comienzan a tomarme fotos.

—¡Basta porfavor!— Digo estresada. ¿Qué acaso no conocen lo que es privacidad? Me tapo los ojos con la mano para tratar
de taparme del flash pero no lo consigo. Miro a mi alrededor asustada. ¡Déjenme tranquila!

—...Mamá...— Son las últimas palabras que digo antes de caer inconsciente. Todo se torna negro y siento el contacto con el suelo.

Money Heist | (completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora