25

428 26 0
                                    

Es la primera vez desde que regresé que realmente me veo como la yo de antes. Mi cabello esta ondulado y mi maquillaje esta hecho a la perfección. El vestido rojo se acentúa perfectamente a mi cuerpo, y aunque no es muy ajustado, tampoco es muy flojo. Me recuerdo a mi misma millones de veces que por solo una noche tengo que tratar de olvidar todo, de disfrutar y de ser feliz. De ser la Avrey de antes. Mi reflejo en el espejo me pide a gritos que me quite todo esto de encima, pero debo de hacer un esfuerzo por lucir así. 

Al llegar a la fiesta Jaden me espera en la entrada. Y debo admitir que se ve realmente apuesto.

—Avrey, te ves... hermosa.— Dice realmente sorprendido. Yo le sonrío y tomo su brazo para caminar juntos hacía la puerta.—Mucho gusto señor y señora Caswell, soy Jaden Becker.— Mis padres le regalan una sonrisa y mi padre lo mira seriamente, mientras agita su mano. Yo lo distraigo antes de que algo pase. Mi padre siempre ha sido así.

Entramos juntos y todos miran a mis padres que entran primero. Si tan sólo supieran realmente lo que la persona que tantos admiran ha hecho...

Jaden y yo nos sentamos en nuestros lugares designados en la mesa y mi padre sube al pequeño escenario.

—Primero que nada, quiero agradecerles a todos por venir y celebrar conmigo un logro más.— Todos aplauden y el les regala su usual sonrisa carismática falsa. —También me gustaría celebrar que mi hija Avrey está de regreso, ha cumplido sus 3 meses de regreso a casa.— Todos me miran y aplauden de nuevo. Yo sonrío mientras trato de esconder mi sorpresa. ¿3 meses? Parece que a mi el tiempo me pasa volando donde quiera que este.  —Ahora, me gustaría invitar a la razón de mi inspiración y por la persona que hago lo que hago, a mi hermosa esposa a concederme esta pieza.— Mi madre lo mira con ojos de amor. Se levantan y caminan hacía la pista juntos.

Dios, esto es tan vergonzoso. No entiendo por qué tenemos que bailar como si fuera el sigo XIX. La música comienza y todos caminan hacía la pista. Se forma un circulo al rededor y todos los miran bailar, yo los miro meticulosamente, casi como si tuviera que observar cada paso que hacen, y me doy cuenta como a cada segundo que pasa reconozco menos a las personas que bailan frente a mi, se sienten más distantes que nunca. Interrumpiendo mis pensamientos, Jaden me extiende su mano ofreciéndome bailar y yo la tomo. Caminamos hacía la pista y bailamos junto con mis padres. Poco a poco las demás personas se acercan a bailar y la pista se llena de personas bailando a nuestro al rededor.

—Nunca había asistido a un evento así.— Dice Jaden mirando a todos a nuestros lados.

—Yo tampoco.— Digo riendo, claramente bromeando. He asistido a al menos cien eventos de este tipo, y siempre son exhaustivos, no solo físicamente pero mentalmente.

—Claro.— Dice riendo conmigo.

—¿Cómo es que bailas tan bien si nunca habías asistido a un evento así?— Pregunto sonriendo.

—Entonces, ¿piensas que bailo bien?— Dice claramente orgulloso de si mismo. —Es natural, supongo.— Dice sarcásticamente.

Bailamos la canción completa hasta que mi padre se acerca a nosotros. —¿Me dejarías bailar una pieza con mi hija?— Pregunta mi padre. Jaden se hace a un lado y lo veo irse caminando de vuelta a la mesa.

—Veo que la estas pasando bien.— Habla mi padre.

—Si, Jaden es genial.— Digo sin emoción alguna. No me hace ninguna ilusión bailar con mi padre.

—¿No me felicitarás?— Pregunta casi ofendido.

—Felicidades.— Digo mirando hacía otro lado. No quiero y no puedo mirarlo. Siento mis manos temblar ante su tacto, justo como lo hacían con...

—En verdad me alegro demasiado que hayas vuelto a casa, los días que no estabas eran horribles para mi.— Dice con voz suave. Mi padre nunca estaba en casa, así que toda esa oración es una de las más grandes mentiras que me ha dicho. 

—Apuesto a que lo eran.— Es lo mejor que se me ocurre decir. Probablemente se le haya olvidado que los días eran peores para mí.

Se aleja un poco para mirarme de frente. —¿Está todo bien?— Pregunta confundido.

—Si, todo esta de maravilla. Estoy de vuelta, tu estás feliz y podemos continuar con nuestras vidas. Todo esta bien.— No pretendo sonar tan dura como lo estoy haciendo.

—Avrey, se que es difícil regresar y adaptarte después de todo. Pero por favor, te pido que hagas un esfuerzo...

—¿Un esfuerzo?— Lo interrumpo. —¿Quieres que me esfuerce? No tienes ni idea de...—

—Disculpa.— Una voz detrás de mi nos interrumpe.

Yo conozco esa voz.

La conozco a la perfección.

Siento mi corazón detenerse en seco. El frío en la habitación. Mis piernas debilitarse.

—Me gustaría bailar con su hija.— Mi padre lo mira curioso.

No es posible. Simplemente no es posible.

—Claro, adelante.— Mi padre me suelta y él aparece frente a mi. Me toma entre sus brazos, tristemente los brazos más familiares con los que he bailado en toda la noche.

—¿Porque estás tan incomoda? ¿Pasa algo malo?— Siento como las lágrimas amenazan con salir. Mis ojos queman, arden. 

—¿Q-que haces aquí?— La voz se me corta al hablar. La última vez que atendió un evento así terminó siendo algo catastrófico.

—¿Ni siquiera un hola, te extrañé?— Me obligo a mirarlo. Sus ojos azules iguales que como los recordaba, me miran. Me atraviesan. Siento que me leen los pensamientos. 

—¿Qué haces aquí?— Repito firmemente.

—Tranquila, no voy a hacer nada...— Lo miro intranquila.— Aún...

—River, por favor...— Comienzo a rogar, no puedo ver a más personas morir a mi al rededor. 

—¿Qué? ¿Qué quieres que haga? ¿Quieres que me vaya? Si bien recuerdo, nuestros padres eran amigos, creo que tengo el derecho de estar aquí tanto como ese amiguito tuyo, incluso más.— El rencor en su voz es obvio.

—Por lo que recuerdo, mi padre no sabe que estás vivo.— Digo recordando la historia que me contó a la perfección.

—¿Y qué? El apellido es mío. No me lo puedes quitar.— Es demasiada cercanía. No puedo estar así de cerca de él. Me es escalofriante.

—River, por favor te pido que pares todo esto.— Digo suplicante. Ya no quiero sufrir más.

—No estoy haciendo nada, Avrey. Recuerda que yo tengo todo fríamente calculado. Nada me sale mal. Todo es parte del plan. Tú regresando, tu relación con tu padre, Jaden...—

—¿Jaden? No, por favor no. ¿Que harás con el?

—¿No me digas que ya te encariñaste? Creí que en todo nuestro tiempo juntos aprenderías a no encariñarte con nadie.— River roza mi mejilla con su pulgar. —Yo no haré nada, esta vez todo está en tus manos. ¿En este tiempo que regresaste, nunca sentiste cómo que tú realmente no controlabas nada?— Su sonrisa no me gusta para nada. —Todo pasa cómo yo quiero que pase. Si yo quiero que regreses, regresarás. Si yo digo boom, todo explota. ¿Entiendes?

Asiento asustada. Odio quién soy a su alrededor. La Avrey débil y tímida.

—Perfecto. Ahora, ve y disfruta de tu amiguito mientras puedes. Baila todo lo que quieras, ríe todo lo que puedas. Nunca sabes cuando todo va a acabar.— River me suelta y se va. Me deja parada sola en la pista con más miedo que nunca.

Miro a Jaden. No puedo involucrarlo en esto. No puede terminar como Nate o Maia. Tengo que mantenerlo alejado. Aunque me duela, es lo mejor. Nadie está seguro a mi alrededor. No mientras mi vida sea controlada por River.

Money Heist | (completada)Where stories live. Discover now