「32」

2.9K 470 66
                                    

Sana estaba recostada en la cama de Jisung, mientras el rubio le contaba lo mismo que le había contado Minho.

—No entiendo, ¿Porque alguien le daría algo así a Minho? —Jisung finalizó

—Tal vez no era específicamente para él —Sana razonó —En las universidades normalmente pasa esto, gente dando volantes, y quien cae, cae. Igualmente no creo que Minho se deje influenciar mucho por eso, te tiene a ti.

Jisung lo pensó por un momento, luego asintió.

—Pero, ¿Por qué alguien se molestaría en hacer algo así? ¿No está hecho ya?

—No lo sé, Jisungie, las personas siempre están buscando a que oponerse, más si los afecta, es decir, ¿Qué si no tuvieras a Minho? Hay muchas personas que probablemente nunca encontraremos a nuestra alma gemela, como yo, o como mamá, y si hay cierta preferencia a las personas que encuentran a la suya, ¿No son los programas de televisión, y los libros siempre sobre eso?

Jisung pensó por un rato, gruñó y echó la cabeza hacia atrás.

—Tengo miedo.

—¿De que Minho se vaya? —Sana preguntó.

—No tanto así —Jisung negó —Sé que no se irá, pero que empiece, no sé, a disgustarle que seamos almas gemelas.

Sana rió.

—¿Es cierto todo lo que dicen de las marcas? ¿Qué se siente cuando te toca?

Las mejillas de Jisung se calentaron.

—Es cierto. Todo. Minho dice que... brillan, no lo sé, cuando las tocamos al mismo tiempo se siente como... cosquillas, pero no feo. Más bien, cálido. Es extraño.

—Oh dios —Sana sonrió, tomó la mejilla de Jisung entre sus dedos —Si en realidad todo esto es cosa del gobierno, que malditos genios.

Jisung rió, de repente recordando todo.

—Sí.

—Si no quieres que Minho se sienta mal por las marcas, tal vez deberías demostrarle lo geniales que son —Sana dijo de repente.

—¿A qué te refieres? —Jisung preguntó.

—Vamos, Jisung —Sana sonrió dándole un suave codazo a Jisung—. Sé que ya tuvieron algo, la botella que puse en tu maleta en tu viaje no era algo de beber, ¿sabes?

Las mejillas de Jisung no podían estar más sonrojadas.

—¿Que sugieres que haga?

—Verás, cariño, he visto cómo te ve Minho, como si fueras un ángel, apenas puede dejar de verte en algún momento, si le ayudaras un poco a su vista... Solo estoy diciendo, estoy segura de que lo apreciaría mucho —Sana levantó las cejas sugestivamente.

—¿Cómo? —Jisung preguntó —No es que pueda ver, ¿sabes?

—Hora de ir de compras, hermanito.

INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴWhere stories live. Discover now