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「69」

Minho se graduó.

Ese día su familia fue a la ciudad y se quedaron en un hotel, a las 7 ya estaban todos fuera del auditorio, Jisung estaba vestido con un pantalón negro y una camisa blanca, un blazer colgaba de sus hombros suavemente, pero eso no fue en lo que se fijó Minho.

Jisung se había cortado el cabello.

Los suaves rizos ya no estaban más allí, y caminó al lado de Eun Hye quien lo guiaba. La mujer abrazó a Minho felicitándolo y luego fue a hablar con Jieun.

—Te cortaste el cabello —Minho dijo, aun sorprendido.

—Sí, mamá dijo que necesitábamos un cambio, para que la ausencia de Sana se sintiera como una serie de cambios o algo así. Le gusta pensar en esas cosas, ella se cortó el cabello también, pero poco —Jisung explicó, Minho llevó su mano al corto cabello de Jisung, deslizó la mano por la línea de su mandíbula que ahora se veía más definida —¿Se ve bien?

—Creo que extrañaré tus rizos —Minho admitió —Pero te ves precioso, sin duda, más caliente.

Jisung rió, sus mejillas rosas.

Cada estudiante entraba con su familia, y la familia de Minho (incluyendo a Jisung y a Eun Hye) ocupaba casi toda una fila de sillas, afortunadamente su madre había decidido conseguir a alguien que le cuidara a los más pequeños y aunque sea sorprendente esa persona era Boram, el alma gemela de Joongi.

El protocolo empezó normalmente, con palabras del decano y luego algunos profesores, después empezaron a dar premios a estudiantes con el mejor promedio, o el puntaje más alto en pruebas.

—La mejor tesis es de... —la mujer de detuvo, leyendo la hoja —Lee Minho.

Minho sonrió, Jisung apretó su mano y luego el castaño se puso de pie entre aplausos, estaba seguro la mitad eran de su familia, al frente le dieron un diploma y saludó a cada uno de los directivos y personas importantes que estaban allí.

—Recordamos que el premio de mejor tesis incluye la posibilidad de un puesto de trabajo en Seúl architecture department, y la consideración por dicha empresa al proyecto que presente el ganador.

Minho volvió a su silla, su madre con lágrimas en los ojos empezó a felicitarlo, y él con voz tranquilizadora le agradeció.

—No me habías dicho —Jisung le susurró.

—No estaba seguro de que ganaría —dijo Minho, viendo como un chico pelirrojo le lanzaba una mirada de rabia y envidia.

Después empezaron a llamar a cada uno de los graduados, entregándole a cada uno su título, y para finalizar unas palabras del representante de los estudiantes. Minho ya no escuchaba, estaba ocupado mirando el papel que decía en letras cursivas "Lee Minho. Arquitecto."