「86」

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Jisung fue dado de alta al día siguiente, y Minho quería hacer de la experiencia de ver el mundo algo inolvidable.

—Bien, amor, debes saber, en el mundo hay cosas de feas, cosas horribles y no debes asustarse, si ves... Algo no agradable, pero igualmente hay cosas el triple de bonitas, así que estaremos bien.

Jisung rió ante las palabras de Minho, se puso las gafas de sol dispuesto a salir, y Minho le siguió justo atrás, los autos pasaban rápidamente en frente de sus ojos, la gente caminaba hacia algún rumbo con afán, y Minho estaba a su lado. Empezaron a caminar.

—Ahora viene el momento de una cosa horrible, terrorífica, una pesadilla —Minho abróo mucho los ojos en énfasis —Le llamamos "El autobús"

Jisung rió, y vio a Minho pararse justo abajo de la estación mirando en dirección a donde venían los buses. Estiró la mano cuando vio el que les servía, tomo la mano de Jisung, ayudándolo a subir, pagó rápidamente. Se sentaron en una silla del medio, con Jisung mirando por la ventana, los grandes letreros de los cuales no entendía mucho, nuevos colores, nuevas formas. Mientras iban a casa se dedicó a mirar los gestos de las personas.

Se bajaron y caminaron una cuadra más, antes de que Minho se parara frente a un edificio, el frente era negro y las puertas de vidrio, la recepción tenía una alfombra roja y el ascensor tenia espejos adentro. Se había visto en fotos pero nunca en un espejo, porque por alguna razón el baño al que había ido no tenía un espejo, de camino a su piso examinó su cara. ¿Era lindo?

El elevador se detuvo y Minho lo guió hasta su apartamento, que empezaba por una puerta café.

—Bien, aquí está casa —Minho mencionó —Y si te atreves a hacer un comentario sobre mis capacidades decorativas te acabaré.

Abrió la puerta, y Delta saltó a su encuentro, no veía a Minho desde el día anterior cuando fue a asegurarse que todo estuviera perfecto para que Jisung lo viera, y no veía a Jisung desde hacía tres días. Minho tenía el presentimiento de que no le gustaba el vecino del apartamento al final del corredor que amablemente había accedido a sacar a Delta y darle comida los días que estarían ausentes.

Pero la verdad es que a Delta no le gustaba nadie que no fueran ellos.

Jisung se agachó, admirando el color de su perra que le estaba lamiendo la mejilla, y trataba de introducirse a los brazos de Jisung que la abrazó tiernamente.

Minho le dio un tour por la casa a Jisung, mientras Delta pisaba sus talones, feliz de ver a sus dueños de nuevo.

—¿Minho? —Jisung dijo al final.

—¿Si?

—Tus habilidades decorativas apestan.

—¡Oye! —Minho protestó.

—Bromeo. No sobre tus habilidades decorativas, si apestan, pero no era eso lo que quería decirte.

Minho rió.

—¿Entonces qué?

—¿Puedes mostrarme todos tus tatuajes?

INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴWhere stories live. Discover now