Inconsolable

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Me encontré llorando amargamente y abrazada a la armadura dorada de Virgo, con el rosario de las 108 cuentas en mis manos. Tenma se encontraba a escasos metros de mí, con lágrimas en sus ojos, conmovido por el sacrificio de Ásmita. El muchacho se levantó, y se dirigió hacia mí diciendo:

_ Tú lo amabas, ¿verdad?_ .

Asentí con la cabeza sin mirarlo.

_Lo siento mucho...Lamento que hayas tenido que perderlo...¡Voy a honrar el sacrificio de Ásmita y a dar todo de mí para derrotar a Hades y ganar esta maldita guerra! ¡No permitiré que su sacrificio haya sido en vano!_ .

Al escucharlo, lentamente le entregué el rosario a Tenma y volví a abrazar la armadura de mi amado caballero. Shion se hizo presente en el lugar; colocó sus manos sobre mis hombros tratando de consolarme, y luego nos teletransportó de regreso al Santuario. Ya era tarde en la noche cuando arribamos, y a pesar de la insistencia de Shion y Degel, me negué a abandonar el templo de Virgo, donde había sido depositada la armadura de Ásmita. Pasé la noche allí, cubierta con su capa blanca, recordando cada uno de los momentos que habíamos pasado juntos desde que lo había conocido, la sabiduría que me había compartido y los ánimos que me había infundido para que mi alma sanara del dolor del pasado. Recordando cada palabra, cada sonrisa... cada beso y caricia que nos habíamos dado. La noche en la que me entregué a él....
Este dolor es demasiado grande para mí; no puedo soportar el vacío que siento al saber que ya no regresará, que no estará a mi lado. Mi corazón se parte de dolor. Él ya había aceptado su destino...sus alas estaban listas para volar...pero mi corazón no estaba listo para dejarlo partir. En mis planes no estaba perderlo. Lloré tanto, como nunca antes lo había hecho en toda mi vida, hasta quedarme dormida.

En la recámara Papal, Sage se recuperaba bajo los cuidados de Pefko, mientras que Degel custodiaba la seguridad personal del Patriarca; si el enemigo había logrado infiltrarse dentro del Santuario, todos eran sospechosos, por lo que había que conducirse con sumo cuidado, sobre todo con las conversaciones, ya que las paredes podían tener oídos. Shion ingresó en los aposentos de Sage, saludó a los presentes y le comunicó lo acontecido en Jamir. Con un deje de tristeza en su voz, el anciano líder susurró:

_ El sacrificio de Ásmita no será en vano; ahora ya podemos luchar de igual a igual contra los espectros de Hades, y ¡tendremos oportunidad de ganar esta guerra!Lo único que turba mi corazón y me aflige es Natalie; la pobre muchacha debe estar destrozada... Cuando esté más repuesto y ella de mejor ánimo, debo hablar con esa joven; yo les avisaré cuando sea el momento para que la traigan junto a mí_ , dijo Sage de manera enigmática.

Shion comentó que junto con unos guardias y otros caballeros de plata y de bronce habían comenzado la búsqueda del comandante que había tratado de asesinar a la joven médica mientras se encontraba en el calabozo, y que habían encontrado el cuerpo sin vida del hombre en avanzado estado de descomposición en una de las callejuelas del Santuario, por lo cual dedujeron que su asesino había tomado su apariencia. Y si eso era así, podría hacerse pasar por cualquiera; debían descubrir a ese enemigo oculto antes de que volviera a actuar. Sage se dió cuenta de que tenía que comenzar a dar algunas explicaciones a sus caballeros, para que pudieran entender la situación; comenzó por el principio: contar que Natalie no pertenecía a ese tiempo, que simplemente un día apareció en las afueras del Santuario, en las cercanías de Rodorio y que Ásmita la había encontrado y llevado hasta allí, por lo que él era el único que conocía su secreto, aparte de él mismo. Degel y Shion se quedaron boquiabiertos; no podían creer que algo así pudiera suceder realmente, ¿viajes en el tiempo?. Sage les explicó también lo que había encontrado sobre los trasladores en sus investigaciones, y que la joven al parecer había tenido contacto con uno de esos objetos, tal vez sin saberlo, y por eso fue trasladada hasta este tiempo. Allí concluyeron las palabras del Patriarca, aunque éste sabía que no había concluído aún en revelar toda la información que tenía guardada en su mente; debía esperar, por lo menos hasta que lograran dar con el enemigo infiltrado, un ser que podía tomar la forma de cualquier persona. Una vez que consiguieran atraparlo y acabar con él, Natalie estaría segura...y tal vez no tendría que revelar más información, sino ayudar a la joven a regresar a su tiempo, pero tendría que buscar cuál podría ser el traslador en esta época y dónde se encontraba.

Dónde estás tú...? (COMPLETA)Where stories live. Discover now