| CASADA CON JEON JUNGKOOK | JUNGKOOK | saga #2

D I E C I N U E V E

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días después.

— Estaré bien, Junhoo vendrá y me cuidara.

—negó- No. -se recostó a un lado mío- Quiero estar veinticuatro siete contigo. Ahora no solo te cuido a ti. -puso su mano sobre mi vientre-

Jungkook se había tomado muy a pecho la noticia. No dejaba de preguntarme si me dolía algo, si quería comer, que quería comer, y se ofreció para ayudarme en todo. Es demasiado lindo y atento.

Días después de saber la noticia, Jungkook espero a que yo descansara y fuimos a casa de sus padres. Dijo que la noticia mejoraría mucho a su madre y haría muy feliz a su padre.

Me gustaría también tener que compartir esto con alguien. Junhoo se pondrá muy feliz también.

Hoy vendría a casa, por fin podría pedirle ayuda con esta duda tan grande que tengo.

Ahora Jungkook se negaba a ir a casa de su padre por algo importante del trabajo. Después de tanto insistir, aceptó ir, pero dijo que haría todo para regresar temprano.

Me quede recostada en cama. Hasta que escuche la puerta principal abrirse. Junhoo vino corriendo seguramente.

Contenta me levanté de la cama y baje con cuidado las escaleras. Es extraña la sensación de estar embarazada, a simple vista no se ve que tienes a alguien dentro de ti, pero lo está, es inexplicable.

— Junhoo trajiste el helado que te pedí. -dije contenta al verlo sobre la mesa- Junhoo donde...

Mis ojos se abrieron con sorpresa, Junhoo estaba golpeado e inconsciente cerca del sofá. Estaba en peligro. Mi primera reacción fue correr. Me giré y corrí a la cocina, necesitaba defenderme con algo. Para ser sincera, no se mucho de defensa personal.

Me tope con aquella persona vestida completamente de negro, me gire de nuevo y corrí como pude al rededor de la casa.

Me acorralo en la escalera, no pude evitar llorar, tenía miedo, mucho miedo. De niña sufrí algo similar. Un recuerdo apareció en mi cabeza de golpe. No sabía de aquello, es como si el vivir esto me hizo recordar algo que quizá mi mente había borrado o olvidado para mi salud mental, mi cuerpo tiembla y no puedo respirar de manera correcta. 

— No, no me haga daño. -me encogí en el suelo- Déjeme por favor. -lloriquee-

Aquella persona era astuta, no hablaba, y usaba bastante protección. Me tomó de los brazos y me arrastro por el pasillo.

— Estoy embarazada por favor. -volví a implorar- Llévese lo que quiera.

Me aventó a la alfombra, justo donde estaba Junhoo -al suelo-. Aquella persona tomó un bate, supongo que lo traía consigo cuando vino. Se aseguro de que nadie estuviera cerca de la casa y volvió a mi.

— ¡Ah! -grite cuando me agarró del cabello y jalo de el para ponerme de pie-

Nuevamente no me sentía bien.

— Por favor... No diré nada sobre usted. -uní mis palmas con suplica-

Sentía mis piernas flaquear, estuve por caer al suelo, pero me detuvo e hizo señas de que no me sentara. Me hizo mirar como golpeaba aún más a Junhoo, no podía, enserio no podía permitirlo, por lo que corrí a el, lo tomé de los hombros e intente tirarlo, pero solo me hizo volver a caer al suelo. Grite desesperada y llore mientras cubría mi rostro con mis manos. Podía sonar tan dramático. Pero le estaban haciendo daño a la persona que desde el comienzo estuvo a mi lado.