T R E I N T A I S I E T E

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Caminó sin prisa alguna por el cesped que ahora estaba cubierto de nieve. Sonrió nostálgica, hacen un poco mas de tres años que no caía nieve en la ciudad. Recuerda perfectamente la última vez que los árboles estaban repletos y cubiertos de la fría y blanca nieve.

Aunque era raro ver nieve tan pronto en esas fechas, le emociona el clima y las grandiosas fechas que se acercan.

Sintió como lanzaban y caía una bola de nieve en su cabeza, haciéndola girar a mirar de quien se trataba.

- soltó una carcajada- ¡Si! ¡Justo donde quería!

- ¡Junho...! -sus palabras quedaron en el aire al sentir que lanzaban otra detrás de ella-

La bola de nieve apenas y pudo caer en sus pies. Miró con ternura a la pequeña persona frente a ella, quien ahora soltaba una risilla malvada como si hubiese hecho algo muy malo y corrió a Junhoo.

- ¡Ese es mi sobrino! - chocaron sus manos-

- Deja de enseñarle travesuras a mi hijo, mocoso. Pero tengo que aceptar que fue tierno.

Miró a su pequeño hijo con una gran sonrisa en su pequeño y ahora rojo rostro por el clima.

El era su todo.

Lo es desde que se entero de su embarazo cuando recién se fue de Seúl... Exactamente hace tres años, su hijo tiene dos imedio.

- ¡Mami! ¡Mira! -alzó sus bracitos al aire cuando Junhoo lo levanto al aire-

A pesar del tiempo, le cuesta aún todo lo sucedido. ¿Se arrepintió? Claro que si, demasiado, mucho... Pero no podía dar vuelta atrás y algo dentro de ella estaba cansada de todo. Quizá conozca a alguien y pueda hacer de nuevo mi vida. Eso fue lo que pensó en el momento, pero solo se engañaba y se hacía más dañó, sabe que no amara a alguien como a JungKook.

Aquella noche la describe como de los peores sentimientos que ha tenido. Tener que dejar todo, sin poder despedirse de su esposo, llegar a casa, tomar tus cosas y no volver. Claro que le dolió.

Recuerda haber llegado a casa de Junhoo totalmente destrozada, no podía seguir ahí por mucho, tenía que irse de Seúl antes del amanecer. Junhoo no dudo en irse con ella, ahora viven juntos en Daegu. Al principio fue difícil, tanto en lo económico y en lo emocional. Dejo el dinero que le ofreció la madre de JungKook.

Cayó en una depresión en la cual no podía sacarla nadie. Junhoo estaba ahí para ella, pero sentía que solo había malgastado su vida en centrarse en vengar a su madre, enamorar a un chico el cual nunca tuvo la culpa, casarse y darse cuenta que estaba enamorada. ¿Porqué no luché por una mejor vida? Penso solo en el pasado. Claro, JungKook nunca fue un error, ni lo siente de esa manera. Pero ella solo llegó a su vida a causar dolor. Si no me hubiera empeñado en atacar a su familia por medio de JungKook, el estaría con alguien que si merece y feliz. Lastimosamente,  Seoyeon sigue tomando malas decisiones.

Haberse ido. No haber luchado por estar con JungKook. Darce por vencida. Y el más grande, no volver a Seúl y decirle que estaba embarazada.

- ¡Woow! ¡Bebé eso es grandioso! -lo cargó en sus brazos- ¿Te gusta la nieve?

- Si~. Me gusta. -le dió un beso en la mejilla-

- Bien, llegó el momento de volver a casa. -llegó Junhoo a su lado-

- ¿Junhoo quieres chocolate caliente? ¿Verdad que si quieres? -dijo emocionado-

- Siii. Quiero.

| CASADA CON JEON JUNGKOOK | JUNGKOOK | saga #2Where stories live. Discover now