How Soon is Now? [Min Yoongi]©

21- Trust me, i adore you

*escuchen la canción que dejé arriba en multimedia cuando terminen el capítulo

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-Inha debe odiarme -murmuré, tapándome el rostro con las manos llena de vergüenza.

-¿Quieres ya superarlo? -inquirió Jungkook mientras metía cajas dentro del camión a la salida de Kona Beans.

Lo miré realmente sorprendida, él nunca me hablaba de aquella manera.

-Inha no te odia, ella no odia a nadie -Namjoon me puso una mano en el hombro, metiéndose un cigarro entre los labios con la otra mano-. No te tortures, no has dicho nada terrible.

-Y si te odia, ¿por qué te importaría? -Jungkook se encogió de hombros, bajando del camión de un salto-. Apenas la conoces.

-Ella ha sido tan buena conmigo. ¡Compro un pastel ésta mañana!

-Sofi, estuviste hablando de eso todo el día. Y todo el día es mucho tiempo, más cuando trabajamos ocho horas seguidas y cuando nos quedan cinco más por delante.

Lo miré, parecía realmente fastidiado. Y lo entendía porque en definitiva tenía toda la razón.

Luego del incidente de la noche anterior, donde quizá había abierto la boca un poco más de lo que debía, y quizá Yoongi me había escuchado y como por arte de magia todos decidieron a la vez que tenían muchas cosas que hacer y se habían marchado de mi casa... Digamos que yo no estaba del todo bien. Sentía tantos nervios y tanta presión que cada vez que recordaba se me erizaba la piel. ¿¡Cómo es que había dicho tantas estupideces en voz alta!? Ahora en todo lo que podía pensar era en la expresión de decepción y tristeza que había puesto Inha, y cómo ni siquiera me había mirado a la cara cuando se despidió y se marchó junto a los demás.

-Me odia -dije, al final, y Jungkook rodó los ojos.

-Mira, da igual lo que haya pasado la otra noche o lo que sea que piense nadie de ti -Namjoon prendió su cigarrillo y se sentó en el piso del camión abierto que llenábamos con cajas de la despensa. La noche había caído, y la luz cálida de la farola de la calle le alumbraba la mitad del rostro-. Escucha, nosotros somos tus amigos y aunque no nos incumba realmente por lo que estés pasando, te apoyamos con cualquier decisión que tomes -lo miré con cara de duda, y el le sacó importancia a sus propias palabras sacudiendo una mano-. Mira, ésta noche vamos a salir y te lo vas a pasar bien. Y si, sé que ser el catering de un show no es realmente como ir al show, pero aún así estaremos allí, y si te comportas y dejas de hablar de Inha te prometo que te haré el batido que quieras.

Sonreí.

-¿Por qué eres tan bueno conmigo?

-Porque no importa qué tan bien me caiga Inha, tú eres mi favorita.

Arrugué la nariz y me aguante las ganas de saltar a abrazarlo. Aunque automáticamente me sentí mal, pensando ¿por qué tendría que elegir entre Inha y yo? No era como si tuviera que ponerse de ningún lado, nosotras no estábamos... compitiendo por nada.

-¿Están listos para morir de agotamiento ésta noche? -el chico delgado de la cocina se miro el reloj de la muñeca y nos hizo una seña para que entráramos en la parte de atrás de camión, junto con la despensa-. Falta una hora para comience el show y aún así vamos tarde. ¡Andando!

Me até el mandil alrededor de la cintura, luciendo unos simples jeans azules y una blusa cuello alto negra; así como todos los que trabajábamos para Kona Beans. Aparentemente teníamos que vestir negro básico para no desentonar con el color de los vestidos de las chicas y los manteles de las mesas que se extendían por todo el descampado del barrio privado.