31- Más juegos

1.1K 213 74
                                    

Había esperado unas varias horas recostada en mi cama con el teléfono al lado de mi cabeza, esperando que éste vibrara; aunque al final había terminado quedándome dormida. Sin embargo allí estaba, a la mañana siguiente, con la casilla de mensajes aún vacía. Ni siquiera me había levantado de la cama. Necesitaba recibir algún tipo de noticia de Yoongi. ¿¡Por qué de repente había estado tan furioso!? ¿Era simplemente porque no le había hecho caso cuando me había dicho que me marchara? ¿Tendría que ver con la llamada que había hecho? Por la expresión que había puesto, y teniendo en cuenta que su madre y su padre no estaban en casa... ¿¡Y si le había sucedido algo a sus padres!? De tan sólo pensar en lo que le había ocurrido a Garin no podía ni cruzárme por la cabeza.

Me giré y miré mi teléfono, levantándolo y desbloqueándolo: cero mensajes, cero llamadas. Cero noticias de Min Yoongi.

Tragué saliva y marqué rápidamente su número, llevándomelo a la oreja.

-El número que ha marcado se encuentra apagado o fuera de serv...

Colgué y lo volví a dejar a mi lado, hecha un mar de emociones, dudas y haciéndome la película aunque al final no llevara a nada más que ponerme más nerviosa.

Ya estaba.

Me puse en pie y até mi cabello en un moño rápido, poniéndome las pantuflas y saliendo de mi habitación para comenzar mi día yendo directo al baño. Me mojé el rostro con agua fría, y cuando me miré al espejo vi reflejados mis ojos llenos de preocupación. Inspiré con fuerza, sintiendo una presión en el pecho: sabía que las cosas no estaban bien, podía presentirlo. Algo no cuadraba, algo iba muy mal, y aunque algo en el fondo de mi interior me dijo que diera vuelta y volviera a meterme en mi cama, mi curiosidad y mi consciencia intranquilas salieron en busca de una respuesta.

No me molesté en quitarme el pijama o siquiera peinarme. Era un desastre, por dentro y por fuera, y mi preocupación era tal que ya ni siquiera me importaba demasiado.

Crucé la calle con rapidez y toqué la puerta con insistencia. Casi al instante me giré hacia la ventana más próxima, viendo que Yiwoo abría las cortinas y me veía del otro lado. Retrocedí un par de pasos, alzando los brazos y ella me señaló que me quedara justo donde estaba. Asentí y esperé a que abriera la puerta y saliera, con expresión algo dudosa.

-Yiwoo -murmuré, miré hacia la puerta detrás de ella, y luego a ella. La muchacha pasó de la duda al mal humor-. ¿Qué sucede?

-Me gustaría preguntarte eso a ti, porque no quiero sacar mis propias conclusiónes -puso los brazos en jarra. Ladeó la cabeza y luego la sacudió-. ¿Qué pasó entre tu y mi hermano?

Parpadeé.

-N-nada -respondí, atónita-. No pasó nada; todo estaba bien entre nosotros hasta que recibió un llamado y... ¿¡Sabes quién lo llamó!?

-¿Qué? -la muchacha parecía no entender ni una palabra de lo que le decía-. Oye, espera un momento. ¿No has hablado con él?

-¡Ni siquiera me responde las llamadas! -levanté el teléfono que tenía en una mano, exasperada.

Yiwoo miró un segundo a la calle, como si se estuviera debatiendo internamente si seguir hablando o no. Yo la miraba con ojos como platos y las emociones erizándome la piel; me estaba perdiendo de algo.

-Yoongi llegó muy tarde anoche -murmuró muy bajito, mirándome con dolor en la expresión-. Parece que tuvo una pelea.

-¿Qué? -respondí, atónita-. ¿De qué hablas?

-Hoseok -dijo. Y no habló más, se me quedó mirando un rato esperando que respondiera algo y como no lo hice, porque no sabía qué decir, retrocedió y se metió en su casa, cerrándome la puerta en la cara.

How Soon is Now? [Min Yoongi]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora