29- Be my baby

1.3K 226 79
                                    

-Éste té está asqueroso -dijo Yoongi, devolviéndomelo con la nariz arrugada y volviéndose a poner manos a la obra con la tabla de madera que estaba lijando.

Me encontraba a su lado en el taller de su padre. Éste se había ido a dejar un encargo grande a Seúl, así que no lo veríamos en todo el día. Cuando Yoongi me lo había comentado aquella mañana, gustosa había querido acompañarlo.

No habíamos hablado del beso de la tarde anterior, pero entre ambos había esa especie de tensión que soltaba chispas cada vez que nos mirábamos; como si ambos supiéramos un secreto del que no era necesario hablar, porque decía mucho por sí mismo.

-No es té, es mate -me burlé, tomando mi pequeño termo para echarle más agua caliente y sorber de la bombilla-. Es una bebida que tomamos mucho de dónde vengo.

-Pues sabe horrible.

-Eso dicen todos al principio, pero verás como ya te gustará. Si pasas mucho tiempo conmigo, será invitable -asentí con la cabeza, bebiéndome mi infusión.

-¿Me estás invitando a pasar mucho tiempo contigo? -inquirió, frenando para mirarme de reojo. Rodé los ojos, sonriendo-. Será mejor que te alejes un poco, te llenarás de suciedad -murmuró, viendo como mi suéter de lana ya llevaba varios pedacitos de aserrín pegados que volaban cada vez que Yoongi lijaba la madera.

-Ah, está bien -me encogí de hombros, restándole importancia.

-Sería más divertido si te trajera a mi oficina, o algo así... -murmuró muy por lo bajo.

Me reí.

-¿¡Qué dices!? -y entonces dejé de reírme, comprendiendo a qué se refería y viendo que a él no le hacía mucha gracia-. ¿Sabes? Jimin jamás me llevó a su trabajo.

-Qué imbécil -masculló.

-Creo que un poco tenía miedo de que rompiera algo -solté una risita, pero Yoongi no estaba ya de tan buen humor-. Eh, ¿qué pasa?

-Lo siento, no es nada -sacudió la cabeza, poniendo una sonrisa que no convencía a nadie. Sorbí con fuerza el aire que quedaba al final de mi mate y Yoongi dejó de trabajar para mirarme con los ojos entrecerrados-. Eres asquerosa.

-¡Yah! -me reí-. Dime qué tienes.

-Tengo... -se lo pensó, poniendo cara de bobo-... hambre.

-En serio, Yoongi.

El muchacho seguía sonriendo, pero con un poco de tristeza. Apartó la mirada de mi y miró alrededor de su taller: ramas, maderas y aserrín por todo el suelo.

-Es que... mira nada más ésto -murmuró-. Estás acostumbrada a otro tipo de cosas.

-No me digas que te estás comparando con Jimin...

-No me comparo con un imbécil, Sofi; porque yo ya gané -se rió-. Es que... No lo sé, tu vienes de la ciudad. De Seúl, nada menos. Con un novio súper millonario que te lleva en su Mercedes, y de seguro tienen citas en restaurantes carísimos y... Mírame a mi -soltó otra risa sarcástica- apenas puedo pagarme la gasolina para la camioneta.

-Aigoo... -me quejé, sentándose a mi lado. El muchacho vió despavorido cómo me sentaba arriba de todo el aserrín-. Si sabes que a mi todas esas cosas no me importan, ¿no? No me compras con dinero, Yoongi. Además -volví a sentarme en mi lugar, apartando la mirada y poniendo cara de tonta- no es que sea tu novia o algo así.

-Claro que no, ¿cómo se te ocurre? -comenzó a lijar de nuevo-. Eres mi esposa -solté una carcajada, tirándole un poco de aserrín en la cabeza-. ¡Yah, pabo! Así funcionan las cosas en el pueblo, ¿nadie te lo había dicho?

How Soon is Now? [Min Yoongi]©Where stories live. Discover now