VI

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La anciana Annette Smith frunció el ceño, recogiendo del perchero tras su puerta su bufanda y su tapado más abrigado. Salió de su casa con pasos cortos pero apresurados. El pueblo era calmo a tan altas horas de la noche, parecía incluso deshabitado.

Caminó a través de la plaza y cruzó la calle diagonal para, por fin, alcanzar la última esquina antes de que comenzara el espesor del bosque. Justo fuera de la casa de los Tomlinson.

La intención de Annette era registrar algún movimiento inusual. Cualquiera serviría. Últimamente había notado distraído al mayor de los hijos de Judith, y, aún sin saber en realidad qué esperaba encontrarse, cualquier cosa, por más ínfima que fuera, le serviría.

Pero no pasó nada fuera de lo común. Ninguna luz se encendió, ni se percibió ningún movimiento anormal. Annette Smith estaba segura de que algo sucedía con el joven Louis, mas no había encontrado nada.

~

Dos semanas habían pasado desde que Harry mandó a Liam a buscarlo por última vez. Louis comenzó a creer que aquella tortuosa e insólita etapa había terminado. El musculoso vampiro seguía poniendo su ojo en él de vez en cuando, mayormente cuando se encontraba en la escuela o en el trabajo.

La fiesta de Niall era esa misma noche y Louis optó por convertirse en un muerto viviente. Realizó falsos moretones a lo largo de sus brazos y piernas, y falsificó heridas abiertas con látex líquido y sangre falsa. Uno de sus mejores trabajos, si se atrevía a presumirlo.

—¡Tienes talento, Lou! —exclamó Olivia, apenas lo vio. Ella llevaba puesto un traje de falda y top militar.

Él sonrió —¿Dónde está Ni?

—Borracho, comenzó temprano. Ya no se entiende de qué va disfrazado —Olivia rodó los ojos, sin estar sorprendida en lo absoluto—. Pero, ¿Qué estamos esperando?

Su amiga le tendió una botella de vino y Louis luchó, en verdad luchó para no beber demasiado, pero fue inevitable. Niall era puras risas y apenas lo encontró le ofreció cerveza y jugaron un par de rondas de "yo nunca..." con consignas extremadamente fáciles.

—Este es... el mejor cumpleaños... de la vida —Niall arrastró las palabras con una sonrisa aniñada pintada en el rostro. Colgó un brazo en los hombros de Louis, e hizo lo mismo con Olivia.

—Dices eso cada año —rio Louis.

Niall tiró de sus cabeza y le plantó un beso en los labios a cada uno. Olivia reía sin parar y Louis comenzó a ver borroso, sus ojos achinados, llenándose de arruguitas alrededor de ellos. No supo en qué momento sus piernas se tambalearon una con la otra, iniciando su camino hacia quién sabe dónde. Arrastró sus pies por la calle, despacio y risueño. Su pecho burbujeaba y rio con fuerza, sintiendo como la calle se convertía en tierra. Los brazos le pesaban en el cuerpo, como si no fueran de él. En un minuto de consciencia se prometió a sí mismo no volver a beber, aunque sabía muy bien que siempre lo iban a terminar convenciendo.

Luego de unos minutos interminables y un dolor punzante en la planta de sus pies, Louis oyó voces. Parecían lejanos susurros que no pudo reconocer por su estado, pero no lo privaron de estremecerse por el susto.

De repente, todo se volvió negro.

~

Harry se miró en el espejo por varios minutos, incluso manteniendo el contacto visual de sus pupilas con su reflejo. Semanas irritado, sin pegar un ojo en todo el día, y corriendo por la casa durante la noche. Sabía exactamente qué se aproximaba, y cada vez que sucedía lo vivenciaba de la peor manera. Era un vampiro veterano y nadie se convertía en líder de una manada de la noche a la mañana, Harry tenía demasiadas responsabilidades que atender.

Vitalidad » lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora