Un gigante sin cerebro

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Dividir y vencer. Eso fue lo que Taskmaster pensó cuando le indicaron su misión tras volver de África: sacar a los Vengadores del tablero de juego por un tiempo indefinido, cuanto más mejor. Y eso era lo que el mercenario quería, ideando el plan ideal. Dentro de los Vengadores, Taskmaster había logrado encontrar en Hulk el muro más difícil de derribar. Inmenso, poderoso, lleno de furia y sin cerebro o escrúpulos. Solo sabía balbucear, pero sería capaz de llevarse a todos ellos por delante, era algo que él sabía y que Whitehall suponía.

Por eso cuando el nuevo jefe de la base de Hydra en la que estaban, les pasó aquella misión de prueba para probar al Arma X en un combate fuera de lo humano, Taskmaster había comenzado a idear planes para tomar a los Vengadores. Ellos eran siete, con la adición de Jessica Drew al equipo y sus poderes de araña, mientras que los propios Vengadores apenas contaban con unos cuatro miembros, con el halcón fuera de línea y el Dios del Trueno en otro mundo, algo que les favorecía. Y no iba a engañarse. Si Hulk hubiera seguido a Thor, él estaría mucho más feliz. Lidiar con la inmensa mole de músculos verdes y fuerza tormentosa que era el Vengador, sería un dolor de cabeza.

Tomando en cuenta a Hulk principalmente, el mercenario y capitán del Escuadrón Alpha, había lanzado un ataque directo sobre la torre, destrozando la sala donde sus enemigos estaban, siendo principalmente una estratagema para cabrear a Bruce Banner y atraerlo a la batalla antes de que los demás actuaran.

Si se quitaban a Hulk, los otros tres Vengadores no serían demasiado difíciles. Contaban con Abominación y X-9, quienes lidiarían con Capitán América y Iron Man simultáneamente y los derribarían. Yelena podría tomar a Romanoff sin más. Pero si no podían deshacerse del peso grande, todo podría verse muy complicado para ellos.

¡GRUAAA!

Taskmaster sacó su espada, envolviéndola en llamas anaranjadas, colocando el escudo en su brazo contrario. Miró hacia el frente, a la columna de humo que salía del agujero abierto.

―Viene―Yelena señaló, bajando lo prismáticos de su rostro, dando una mirada al líder del grupo. El mercenario quedó completamente quieto, pensando, analizando las posibilidades.

Hulk. Hulk era capaz de regenerar heridas y las balas no funcionarían. Necesitarían un arma pesada para derribar al gigante sin cerebro que estaba lleno de músculos sobre músculos. Pudiendo conocer a la bestia, Taskmaster encontró algún modo de deshacerse de Hulk y la mayoría serían complicados de llevar. No tenían un Thor para lanzar un rayo sobre Hulk y desorientarlo, pero contaban con Abominación para tomar a su enemigo peso pesado, por lo que ellos podrían lanzar gas sobre el gigante para dormitarlo.

―Eso es lo que esperaba―Taskmaster contestó, mirando al resto del escuadrón. Deadpool había estado puliendo sus katanas y no parecía nada preocupado, como si conociera lo que iba a pasar de antemano. Dominó era la afortunada y estaba acostumbrada a deshacerse de todo lo pesado con suerte. Abominación era el más ansioso sobre Hulk y X-9 casi parecía ausente, como una marioneta. Arachne (Jessica Drew es llamada Arachne en su tiempo en Hydra), el nombre en clave de la nueva integrante estaba ajustando su traje y preparándose―. Abominación, ve a recibir a nuestro invitado...

Justo eso era de lo que estaba hablando―Abominación declaró, dando una sonrisa algo fea y saltando a través de la ventana, perdiéndose hacia la calle.

No tardarían en oír los gritos de las personas y luego los dos colosos chocarían sobre tierra, destrozando todo. La cuestión era lidiar con Hulk antes de que alcanzara mucha más fuerza. Taskmaster tomó un fusil de la mesa, quitando el seguro y metiendo una granada de gas adormecedor y se lo pasó a Yelena.

―Desconectad al gigante―ordenó, tirando de una manta. M16 estaban ocupando toda la mesa, junto a varias granadas de gas adormecedor, cortesía de Windham, quien las había creado para poder derrumbar a una ballena. Y básicamente Hulk era una ballena terrestre. Apretó un botón lateral en su máscara y apoyó el fusil sobre su hombro―. Cualquier fallo, nos llevará a la muerte―expresó, ahora mirando serio a los cinco miembros restantes, sin contarse a él. Sabía que Arachne y X-9 se librarían dado a que Windham y Whitehall los querían vivos, pero los demás solamente eran contratos temporales hasta que Hydra se aburriera de ellos. Y no era algo que él pudiera permitirse. Una mancha en su expediente era algo completamente innecesario.

Arma XWhere stories live. Discover now