¡Seré el arma que quieres!

1.3K 176 7
                                    

Momentos antes de la explosión

Uzumaki Naruto miró hacia el techo de su hermosa y querida celda, cubierto solamente con unos harapos. Estaba en silencio, disfrutando de su soledad, con el recuerdo del cuerpo desnudo de Jessica en sus manos, bajo él. Había dejado que sus instintos animales lo dominaran, que sus emociones tomaran un papel importante en sus acciones. ¡Y no podía dejar que eso pasara! Drew se había aprovechado de esa debilidad que él tenía. Una debilidad que no podía dejar expuesta, que otros la controlaran y la usaran en su contra. ¡No de nuevo! Uzumaki arrugó la nariz, captando el aroma del sexo en su celda. Había cedido a sus impulsos, tomando a la chica para sí mismo, marcándola con su boca, con su esencia. Y ella no se había resistido. Había cooperado, dejándose llevar también por sus propios impulsos como él lo había hecho, como si fuera controlada por las hormonas animales o algo semejante. Incluso parecía obedecer como el hacía al ceder a las feromonas. Pero él no podía usar las feromonas como Drew, ¿verdad?

Enterró su cabeza entre sus brazos, manteniendo la cabeza baja, intentando no pensar en nada de lo que había sucedido la noche anterior. Aquel momento sexual que él había dejado suceder, parecía haber escapado a la atención de Wyndham, quien debió intervenir. Casi parecía que la cámara que lo estaba vigilando, no estuviera activa.

No, eso no puede ser...¿verdad?

Impulsado por ese pensamiento, el mutante se puso de pie con lentitud, intentando no mirar los trozos de ropa que habían pertenecido a su compañera de cama aquel día. Aun no entendía como Jessica había logrado salir de aquella sala desnuda, sin que la vieran los guardias. Pero, de todos modos, tenía las feromonas. Cualquier hombre o mujer podría caer ante ella, sus dulces palabras y sus poderes.

Como yo.

Naruto estaba frustrado por ser controlado por la chica, por ser empujado a volver con Hydra. Nunca debió hablar con Wyndham, pero debía hacerlo. Su pasado como Arma X lo estaba absorbiendo, atrayendo hacia la más profunda oscuridad. Era el Arma X, X-9, el mutante perfecto de Hydra y su más preciada arma. Cualquier debilidad, debía ser desechada por completo.

El Uzumaki se detuvo bajo la cámara, en toda su altura, y levantó el rostro, frunciendo el ceño. Sus ojos se movieron por todo el aparato, buscando un indicio de que estuviera encendido o apagado, encontrando lo segundo cuando no vio la luz roja en el piloto al lado de la lente.

Ya veo.

Alguien había desconectado la cámara que lo debería mantener vigilado, pero aun no sabía si había sido antes o después de follarse a Jessica Drew impulsado por sus instintos. Sabía con certeza que antes del evento, la cámara había estado encendida y que el mismo Wyndham lo había estado observando. Su voz fue escuchada por los altavoces varias veces antes de la aparición de Jessica.

A menos que él quisiera que pasara aquello, se dijo, ahuecando la barbilla. Últimamente, su mente parecía mucho más clara que al inicio de su vida. Con el descubrimiento de sus verdaderos padres, de los propósitos de Hydra y de que él era solamente un arma genética, su vida ahora parecía algo más clara, por más que estuviera atrapado en aquella jaula hecha para detener a Hulk.

Naruto se apartó de la cámara, comenzando a procesar lo que había descubierto. Alguien, por alguna razón, desconectó la cámara que lo mantenía vigilado las veinticuatro horas del día, ni un minuto menos, por alguna razón que desconocía y que parecía ligada a su momento íntimo con Drew. Pero dudaba demasiado que Wyndham hubiera desconectado la cámara y no la hubiera vuelto a conectar después de habían terminado su momento íntimo, lo que indicaba o bien un fallo de sistema o que el que estuviera detrás del apagado de la cámara, no estaba bajo las órdenes o no era Helbert Wyndham.

Arma XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora