Arma X

El exterior

Wade Wilson no era un humano normal, o más bien un mercenario normal. No, era un mutante genéticamente superior gracias al Gen-X en sus ADN, o eso es lo que cualquier científico hubiera declarado al estudiar su sangre. Wade había llegado a una mutación en su ADN gracias a la ayuda de Francis Freeman, un mercenario que le había dado un modo a superar su enfermedad, su cáncer, dotándole de un poder regenerativo que lo hacía realmente inmortal ante todo y nadie podría eliminarlo, al menos de una manera sencilla y convencional. El problema de darle a Wade Wilson poderes, había sido crear a Deadpool, el mutante mercenario inmortal que era más un antihéroe que un héroe, siendo capaz de eliminar a cualquiera que tuviera delante, fuera quien fuera. Tanto Wade como cuando era Deadpool, había dejado de temer a la muerte y a sus enemigos. Todos caerían a sus pies.

Esto fue lo que llamó en principio la atención de Hydra, pero sobre todo de Whitehall cuando quiso formar un equipo especial para su Arma X recién obtenida, pasando su interés a Wyndham cuando descubrió el factor curativo superior que Deadpool poseía, regenerando las partes de su cuerpo en un tiempo meno que X-9, quien tardaba un tercio más de lo que Wade tardaba en recuperarse. Pero lo que el propio Wyndham descubrió, era que X-9 iba mejorando su factor de regeneración con el tiempo, según su gen mutante parecía evolucionar.

Pero con lo que Whitehall y Wyndham no contaban, era con la personalidad del propio Wade, alguien que diría cualquier cosa y tomaría su locura como algo sensato, dejando libre su esquizofrenia cuando estaba delante de las personas, algo molesto y que daba el aspecto de un hombre loco. La mayoría de las veces, Wade hablaba con la pared misma de la habitación o con la nada, algo que muchos agentes de Hydra habían notado cuando lo vieron por los pasillos, comiendo sus preciadas chimichangas y llevando lo que llamó como Deadphone siempre con él, mostrando una carcasa de su máscara en rojo y negro, no como el traje que estaba llevando con ellos.

Todo esto, hacía de Wade Wilson alguien impredecible.

En los entrenamientos del Escuadrón Alpha, Taskmaster había declarado que vencer a Deadpool era algo imposible para él. Por más que su mente era capaz de ver los movimientos del mutante, no era capaz de encontrar el patrón. Al segundo, o incluso la milésima del mismo, Deadpool cambiaría el movimiento por algo completamente inesperado, así fuera un golpe de nalgas, como el mercenario declaró.

Loco, desquiciado y demasiado mortal para el gusto de Taskmaster. Si él era el mercenario humano definitivo, Deadpool lo era del lado mutante y le había quedado demasiado claro. Lidiar con Deadpool no era fácil, ni siquiera para Dominó, y eso que ella misma le conocía demasiado bien.

―Uh, ¿autor? ¡Deja de chingarme la madre!―Wade declaró al aire, apretando el gatillo y generando que los agentes de Hydra lo miraran sin comprender, pasando del tema como si eso fuera algo normal. El mutante resopló, guardando las pistolas en las cartucheras de su cinturón. Llevaba su uniforme de Hydra cubriendo su cuerpo, con la máscara levantada y mostrando su rostro con cicatrices, sin pelo, con la piel demasiado clara, casi como si fuera piel de bebé―. Párrafo. Párrafo ¡Párrafo! Siempre intentando meter hojas de párrafo y luego el dialogo. ¿No lo sabes hacer de otro modo, autor de mierda? ¡Quiero más presencia! ¡Soy la estrella de Arma X!

Cada persona que pasaba al lado del mutante mercenario, lo miró y siguió caminando, intentando no atraer la atención de Wade. Pero el mismo mercenario bocazas se movió, atrapando a uno de los ayudantes de Wyndham con su férreo brazo.

―¿Dónde vas, amigo?―el hombre preguntó, dando una sonrisa demasiado divertida, casi siniestra y de locura, gesto que hizo al hombre estremecerse, como si hubiera visto algo demasiado aterrador.

―Al...comedor.

―¡Oh~! Entonces no necesitas esto, ¿no?

Wade Wilson mostró al hombre su pase para las instalaciones, dando un brillo malicioso solamente dirigido al hombre, quien retrocedió. El mutante captó el movimiento de la nuez de su interlocutor, sonriendo mucho más al captar el miedo real. Le gustaba la sensación de ser temido entre las ratas de Hydra.